Acebal de Garagüeta

Al norte de la provincia de Soria, en la ladera sur de la Sierra de Montes Claros, se encuentra una masa arbórea de primer orden, siendo el bosque de acebos mas grande de Europa y se conoce como el Acebal de Garagüeta, todo un espectáculo en esta época del año.

Desde finales de 2008 es Reserva Natural de la Junta de Castilla y León y es la fuente de donde sale el solicitado acebo de Soria.

Te animas a visitarlo con nosotros?

Lo primero que hicimos fue parar en Arévalo de la Sierra, donde se encuentra la Casa del Parque abierta en abril de este año y que en estas fechas solo abre los fines de semana y en la que Laura nos atendió con una amabilidad excepcional, que contagiaba el cariño y el amor por su trabajo y por Garagüeta. Da gusto encontrarte personas así cuando vas en busca de información.

Se ubica en la antigua casa del maestro, siendo un edificio bioclimático, de tal forma que es eficiente energéticamente y consta de tres plantas incluida la planta baja, donde reciben a los visitantes, en la primera planta se encuentra la sala del acebal...

...donde enormes fotografias y paneles informativos te ponen en situación para entender e interpretar el acebal.

Un audiovisual muestra la evolución de Garagüeta.

En la segunda planta se pueden ver los antiguos pupitres de la escuela y un audiovisual sobre don Julián Sanz del Río, ilustre vecino.

Una vez terminada la visita a la Casa del Parque, nos despedimos de Laura y nos pusimos en marcha hacia el alto de la colina, por un camino de tierra y en la que hay unas portillas y un mirador, así como lugares de aparcamiento de coches. Lo que vimos desde arriba se nos antojaba prometedor.

Convenientemente aparcada la furgoneta, nos dispusimos a caminar, unos setecientos metros por un caminos ancho y muy cómodo, por donde tímidamente íbamos tomando contacto con los acebos.

Las ramas de los acebos hembras nos obsequiaban  con sus frutos rojos brillantes.

Enseguida llegamos a la fuente desde donde parten y finalizan varias rutas por el acebal, de distintas longitudes...

...todas muy bien señalizadas con lo cual siguiendo las indicaciones es imposible perderse.

Nosotros habíamos visto muchas veces el acebo, en la Sierra de la Demanda hay, en  Pineda de la Sierra y algunos ejemplares bastante grandes, o en el Monte Hijedo, mezclados con tejos, hayas y pinos, pero tantos y tan grandes... nunca.

A pesar de que el viaje lo hicimos con agua y niebla a lo largo del Valle del Iregua (La Rioja) hasta cruzar el puerto de Piqueras, en el acebal hacia un sol muy agradable, hasta el punto de ir en mangas de camiseta y lo que hacia que los frutos y las hojas brillasen tanto.

Una pequeña masa de roble le daba el toque dorado al paisaje, en contraste con el rojo y el verde del acebo.

Arriba a la izquierda de la foto se aprecia el mirador que hay en la zona de aparcamiento, donde comienza el recorrido andando.

Contrastes y mas contrastes. Definitivamente tuvimos mucha suerte con la fecha elegida y el tiempo.

El trabajo pastoril ha ido formando y conformando el bosque nacido de forma natural y adehesado, por lo que siguiendo las estacas se puede atravesar sin problemas de unas partes a otras.

A lo lejos divisamos un canchal que con el zoom acerque convenientemente y por el que mas adelante pasaríamos.

El chozo de los pastores es una de las visitas obligadas dentro de Garagüeta, para conocer su construcción y saber el uso que recibía.

Su forma redonda y de piedra recuerda a las construcciones celtas.

Este chozo fue construido en los años treinta del siglo pasado y era utilizado por los pastores trashumantes, para comer y dormir, ya que pasaban el invierno en tierras andaluzas y extremeñas y venían en verano para que el ganado pudiera comer los pastos que mantenían el frescor. De esta forma no tenían que estar subiendo y bajando al pueblo cada día.

Las piedras muy bien colocadas en la construcción del chozo, que era conocido como turruca.

La puerta bajita y estrecha.

Al poco de salir del chozo nos encontramos con un pequeño sestil, que son estos pasos por debajo de los acebos y por el que fuimos a parar al canchal.

Hay tres canchales dentro de la reserva, aunque nosotros solo estuvimos en uno. 

Son de origen preglaciar y se formaron por los grandes contrastes de temperaturas, pasando del frío al calor, rompiéndose de esta forma las crestas rocosas.

También se les conoce como ríos de piedra o pedreras.

Continuamos con nuestro placentero paseo entre los acebos, a veces mas abiertos...

...y otras mas cerrados.

Y en estas que llegamos al sestil mas grande que jamas hemos visto.

Los sestiles son cuadras o pasos naturales por debajo de los acebos, que sirve para recoger y proteger al ganado de las inclemencias del tiempo, notándose una buena diferencia de temperatura de estar dentro a estar fuera.

La altura es considerable, pudiendo pasar por las distintas veredas completamente de pie.

Hay que tener en cuenta que son los propios animales los que han formado estos pasos y refugios naturales para su propia protección.

En las zonas umbrias se nota mas si cabe el rojo de los frutos que servirá de alimento para los animales, principalmente las aves, pero en los humanos puede producir diarreas y vómitos.

Un enorme corral construido de piedra, junto al final de nuestro recorrido circular, nos lleva de nuevo hasta la fuente desde la que nos hemos introducido en el bosque.

Tras echar un buen trago de agua fresca y sin cloro, subimos por el mismo camino de bajada hasta el mirador y el aparcamiento.

Una vez arriba, la nota entrañable, nos la puso este potro mamando de la teta de su madre...

...y este otro mordisqueándose el lomo. Con lo que terminamos esta crónica y reportaje fotográfico de este lugar único en Europa y en el que hemos disfrutado de lo lindo.

Nota.- Los datos están sacados del folleto que nos dieron en la Casa del Parque y de los paneles informativos que hay a lo largo del recorrido.

Aquí puedes ver el lugar exacto donde se encuentra.