Laguna de Puigcerdá

La villa de Puigcerdá es una localidad de la provincia de Gerona y capital de la comarca de la Cerdaña, que bien vale una visita, por sus monumentos, su gastronomía y por su historia, pero hoy nos vamos a visitar su lago, la Laguna de Puigcerdá.

Paseando por su orilla nadie diría que es un lago artificial, pero sí así es estando totalmente adaptado al entorno y convirtiéndose en el mayor de los atractivos de la villa, así que vamos a conocerle un poco mas.

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La laguna desde luego no es nueva ni joven, ya que los primeros datos de su existencia son del siglo XIII trayendo el agua desde el río Querol, a través de un pequeño canal.

La verdad es que el agua de la laguna ha servido para diversos usos a lo largo de su historia como el riego, el apagado de incendios, la pesca, la limpieza de Puigcerdá o como uso de agua potable, pero algo curioso fue el aprovechamiento del hielo que se formaba, construyendo a tal fin un pozo de hielo, en el que mantenía durante todo el año para utilizar en la conservación de los alimentos, durante el verano.

En torno a la laguna se celebra la Fiesta del Lago, una de las fiestas de especial interés de la localidad, en la que se cuenta que la Bella del Lago sube desde las profundidades en las que vive dentro de su palacio, para ver como le va a la villa.

A lo largo de su historia ha tenido distintos arreglos y remodelaciones, siendo la última en el año 2014, en la que se hicieron labores de limpieza y de mejoras en el embarcadero.

El turismo comenzó a llegar a las orillas de la laguna en el siglo XIX con la burguesía de Barcelona, conociéndose como la Colonia Veraniega, ya que era la época en la que iban a Puigcerdá.

Hoy en día es un lugar de obligada visita y de recreo para los turistas o viajeros que pasan por la villa, donde además de disfrutar de un relajante paseo, se pueden ver aves acuáticas y dar un paseo en barca.

Disfrutando de los patos, pasando muy buenos ratos.