Valle del río Leza hasta Laguna de Cameros

Hoy te proponemos una ruta de lo mas atractiva por el Valle del río Leza hasta Laguna de Cameros, localidad a la que nosotros fuimos con motivo del Cameros Blues Festival, pero que puedes hacer en cualquier época independientemente de dicho festival, por cierto muy bueno y mas que recomendable, como podrás ver y escuchar al final de este reportaje.

Nosotros accedimos al valle del río Leza a través de Villamediana de Iregua para "arrancar" en Ribafrecha, primera parada de obligado cumplimiento y café mañanero en alguno de sus bares, que a falta de oficina de información turística son los mejores lugares donde encontrar información de primera mano.

En la plaza de Ribafrecha nos encontramos una fuente de lo mas original, con sus piedras, sus arbolitos, y su agua cayendo en cascada, creando un estupendo ambiente con su sonido.

Terminamos de bajar la calle en cuesta que nos lleva a toma otra calle que sube para salir del pueblo y llegar hasta la colina en la que se encuentra el primero de los miradores que veremos a lo largo del recorrido. Un lugar de reciente restauración y desde el que nos hacemos una idea de lo que nos espera.

A nuestros pies queda Ribafrecha ubicada en una enorme ladera. Y a partir de aquí nos metemos de lleno en el valle del río Leza, yendo aguas arriba, ya que es afluente del río Ebro.

No hace falta retroceder hasta el pueblo, ya que continuando por la pista se sale de nuevo a la carretera, así que avanzamos, pero no salimos aún al asfalto porque queríamos visitar el puente Laidiez, justo entre el término municipal de Ribafrecha y Leza de Río Leza, junto a una área de descanso de lo mas apetecible.

Aunque en Ribafrecha nos hablaron del puente romano, no he sabido encontrar documentación al respecto, así que parece que pueda datar del 1574, aunque el nombre no está documentado hasta el catastro del Marqués de la Ensenada en 1751. Sea como sea ahí está el puente sobre el río Leza en un bonito paraje a disfrutar.

Nuestra siguiente parada estaba prevista en Trevijano, un bonito pueblo ubicado en lo alto de una enorme colina con una carretera estrecha y sinuosa para llegar hasta él.

De Trevijano salen un buen número de rutas de senderismo y de bicicleta todo terreno, así que cuando llegamos no había forma de aparcar, ya que estaba todo lleno de coches de los excursionistas que habían decidido ir a pasar la mañana por el monte.

Sin embargo donde no había nadie, era en la ermita del Santo Cristo a pie de la carretera un poco antes de llegar al pueblo. Parece ser que es de dos fechas distintas, los muros son del siglo XVI y la bóveda del siglo XVIII, habiendo sido restaurada en varias ocasiones.

Y como puedes ver indicadores parar andar o ir en bici hay. En este caso para la ruta etnográfica.

De esta forma entramos en el conocido como Camero viejo, que lo conforma el río Leza y su entorno, separado del Camero nuevo por las montañas que llevan al valle del río Iregua.

Nuestra siguiente parada no podía ser otra que el Mirador del Cañón del río Leza, que se encuentra junto a la carretera con un espacioso aparcamiento, desde donde las vistas sobre el cauce del río se hacen mas espectaculares, aunque el agua brillaba por su ausencia, la sequía ya estaba haciendo de las suyas, pero aún así vale la pena parar y disfrutar del entorno y si tienes la suerte de estar en soledad podrás disfrutar del silencio y de los sonidos propios de la naturaleza.

Desde este lugar hay un sendero de pequeño recorrido que lleva hasta Soto en Cameros, otro de los lugares de obligada parada en el recorrido por el valle. Si vas bien de tiempo, te recomiendo hacer el recorrido a pie y luego volver hasta el mirador, ten en cuenta el tiempo de la vuelta. Nosotros fuimos con el coche para evitar la vuelta.

En una esquina de la plaza nos llamó la atención este cartel pintado en la pared y saltaba a la vista que estaba restaurado de tiempos pasados donde se ponían multas de 20 y 4 reales.

El único bar que vimos para apaciguar la sed que nos estaba dando el calor que hacía fue en la plaza y era el Casino, así que enfilamos para allí nuestros pasos y después de subir las escaleras nos tomamos un aperitivo y recargamos la batería del móvil, que se estaba quedando en las últimas después de hacer las fotos y grabar los vídeos.

El paseo por las calles de Soto, subir hasta la iglesia de San Esteban y pasear por el barranco del Hoyedo, se agradece en una mediodía donde el sol aprieta, así que el frescor que da este barranco se agradece y mucho.

De nuevo en la carretera para seguir hacía nuestro destino del recorrido el Cameros Blues Festival, pero antes... no nos podíamos ir sin hacer una foto general de Soto en Cameros.

Antes de seguir adelante te invito a que recorras en vídeo todo lo visto hasta aquí pero en movimiento, así que sube el volumen, dale al play y espero que te guste.

Desde Soto en Cameros, ya fuimos directos hasta Laguna de Cameros y aunque pasamos varios pueblos mas como Terroba, San Román, Jalón y Cabezón, no paramos en ninguno de ellos.

Llegamos con el tiempo justo para comer la paella popular que hacen en Laguna durante el festival y de la que dimos buena cuenta, junto con un buen trago de vino, eso sí encontrar una sombra para comer se hizo misión imposible.

Allí nos encontramos con la Casa del Señorío del Solar de Tejada, título nobiliario que cuenta con seis siglos de antigüedad y que recientemente ha sido declarado Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial y a la que pertenecen mis primas de Pinillos como descendientes directos.

Si quieres conocer mas sobre este tema pincha aquí.

El Cameros Blues Festival se desarrolla en la plaza de Laguna de Cameros bajo la sombra de una encina que sirve de sombra y fondo de escenario.

Así pudimos disfrutar en la tarde del domingo de la música en directo de los tres grupos que nos obsequiaron con su repertorio, como los bilbaínos Crazy Jazzers que pusieron la música a la hora del vermut.

Después de comer, de la siesta y del teatro dedicado a los niños de Alpiste Teatro: Juan y su desván, que fue de lo mas divertido y participativo por parte de los pequeños, vinieron al escenario principal a ponerle el ritmo a la tarde Maldito Swing llegados desde Jaén.

Y para cerrar el cartel de todo el fin de semana de blues en el Cameros Blues Festival, y recién aterrizados de su concierto en Suiza... Travellin' Brothers que son de Leioa (Bizkaia) y buenos, muy buenos, además les sonoriza el estupendo técnico de sonido Juanjo Mediavilla que además es un magnífico fotógrafo y al que pude por fin desvirtualizar después de un montón de años siguiéndonos por redes sociales.

Desde luego no pudo haber mejor broche de cierre que con Travellin' Brothers, buen blues, buena puesta en escena (y fuera de ella) como podemos ver en la foto inferior a Jon al estilo del alcalde del pueblo en la película de Bienvenido Mister Marxhall. Pedazo de vozarrón tiene el tio.

En el siguiente vídeo tienes un resumen de lo que vimos y escuchamos en el Cameros Blues Festival a mediados del pasado mes de Julio, así que sube el volumen, dale al play y disfruta del buen blues en Laguna de Cameros.

Una bonita y completa jornada la que vivimos por el valle del río Leza y el Camero viejo.