Puente de la vía de ferrocarril en el desfiladero de Pancorbo

El día de San Pedro, fiesta en Burgos y en Haro, con la famosa batalla del vino, amaneció un tanto gris, pero tampoco era plan de quedarse en casa, así que me acerqué a Pancorbo y a través de su desfiladero, por el Camino de Santiago que viene por la Vía de Bayona, me fuí dando un paseo hasta un puente del ferrocarril con  una altura considerable, a hacer unas fotos.

Primero desde abajo, viéndose en primer lugar el viejo puente al que le falta la parte central, lo que  hace si cabe mas espectacular la imagen que se ve al pasar el desfiladero de Pancorbo.

A continuación fui tomando altura por un camino   que   pasa  por  debajo  de los  puentes y desde el que se aprecia  el enorme cortado de la "rotura".

Pasando al otro lado para ver el puente "nuevo". Continué subiendo hasta acceder a la parte del puente cortado.

Desde allí haciendo fotos y abstraído con las vistas desde semejante altura, me percaté de que dos jóvenes se acercaban con algunas cuerdas de montañismo y un par de mochilas, por lo que supuse que se pondrían a hacer puenting, ya que este lugar hace unos años era muy apreciado por los aficionados a este deporte.

Les pregunté si me permitían hacer unas fotos mientras que desarrollaban la actividad y me dijeron que si, que no había ningún problema a lo que yo me ofrecí a enviarles todas las fotos que les haría, para que tuvieran constancia, por lo que quedamos que al final me darían un correo electrónico donde enviárselas.

Preparando concienzudamente los mosquetones y las cuerdas, sujetas a los anclajes de las vías y comprobando fielmente la seguridad de las mismas. Me dijeron que su  intención no era hacer puenting, sino ascender por la cuerda desde la parte de abajo, hasta arriba.

Estando en plenos preparativos les sorprendió un tren Alvia, con lo que... ¡cuerpo a tierra! rápidamente. Ahí demostraron tener rapidez de reflejos y agilidad, ya lo creo. Yo solo de verlos preparar las cosas ya me estaba temblando. Uno ya no esta para emociones fuertes, ni por la tele, jajajajaja.

Una vez preparado el material en la parte alta se bajaron debajo del puente, se colocaron los arneses y... ¡alehop! hacia arriba. Desde mi punto de vista se les apreciaba como un par de hormiguitas.

Poco a poco se iban acercando a mi altura.

Pero aún les quedaba un buen trecho.

Y aquí decidieron que no subían mas, ya que las barandillas del puente no eran muy de fiar, para terminar de coronar el puente, así que se pararon...

... me avisaron de que ya no terminaban de subir...

...y cambiaron los utensilios (es que no me se los nombres técnicos, jejejeje).

Así que el primero de ellos hizo un rapelado ...

...y llegó al suelo.

Y su compañero hizo lo propio...

...hasta poner los pies en tierra firme.

Después recogí los bártulos de afotar y me dispuse a bajar a su encuentro y ellos hacían lo propio hacia arriba, por lo que nos cruzamos en el camino, nos intercambiamos los correos electrónicos, me dijeron que iban a mirar el estado de las cuerdas por si acaso el roce las hubiera estropeado y si estaban bien volverían a hacer otra ascensión, pero a mi me quedaba un paseo tranquilo por la Vía de Bayona para recoger el coche y regresar a casa, así que ya no me quedé. Nos saludamos y nos deseamos buenos días.

Nota: Esta entrada quiero dedicaresela a Alfonso y a Fran por hacerme pasar un buen rato observando su evolución desde que llegaron con las cuerdas y nos despedimos amigablemente y por regalarme la posibilidad de este reportaje. Dos tipos fantásticos. Gracias de nuevo.