Alquezar: ruta de las pasarelas por el río Vero

Cuando uno visita Alquezar, se queda prendado de la estampa que muestra nada mas llegar. Se aparca a las afueras de la localidad en unos aparcamientos habilitados para tal fin y se recorre andando por entre sus calles, perfectamente conservadas.

Alquezar se encuentra en la comarca del Somontano (Huesca) y es un buen punto de partida para realizar barranquismo en la Sierra de Guara, así como otros deporte de aventura, pero... también se puede uno dar un paseo agradablemente por las pasarelas del río Vero, un recorrido de aproximadamente hora y media y que se hace de forma muy agradable, aunque si es conveniente llevar un calzado cómodo, una visera si hace sol y algo de agua. Y es lo que vamos a  hacer a continuación: darnos un paseo.

Salimos desde el Ayuntamiento y cruzamos el paseo de la Tallada, a nuestra derecha vemos el castillo colegiata, motivo de una visita.

Y antes de empezar a bajar nos adentramos en un pasadizo donde tenemos una escalera sujeta de la pared. Tranquilos que no hay que utilizarla, jejejeje.

Para eso tenemos unas estupendas pasarelas que nos van  adentrando en el barranco, directamente y con una cierta comodidad.

Incluso como en algunos pasos los peldaños son tan estrechos, han encontrado la solución haciendo una muesca en cada uno de ellos, para que quepa el pie perfectamente, como podemos ver en la foto.

Una vez que hemos llegado al río Vero a través del barranco de la Fuente, llegamos a un cruce de caminos en el que uno de ellos nos indica para ir a la cueva de Picamartillo, y que si se dispone de tiempo es recomendable acercarse hasta ella. Nosotros la dejamos para otra ocasión y tomamos las pasarelas del río directamente.

Así que unas veces por alto y otras a ras del agua, fuimos disfrutando de lo que nos  ofrecía este rincón inigualable.

Remansos y saltos de agua se convinan a lo largo del recorrido.

Pasamos por debajo de una roca con un color dorado muy particular, para continuar mas adelante de nuevo por las pasarelas.

Pasarelas que van a media altura sujetas a la pared de roca y que facilita el paso a lo largo del río.

En la foto de abajo puede apreciarse la pasarela suspendida en la margen izquierda según se mira la foto.

Tiene que ser la leche pasar por ahí cuando venga el río animado de agua.

Al cabo de un rato dejamos el río, para comenzar a subir de nuevo hacia el pueblo. Claro todo lo que baja sube, bueno... casi todo, jejejeje.

Y en seguida divisamos Alquezar de nuevo, con su parte de muralla. Una silueta característica del lugar.

Pasamos por un campo de olivos y entre sus hojas se aprecia nuestro punto de llegada. Ya queda poco.

Una vez en el pueblo, nos vamos a tomar una caña, (en el último tramo de subida, ya calentaba el sol) y nos encontramos con los asientos de un pupitre escolar de los años de "Mariacastaño".

Al pasar por la Plaza Mayor nos encontramos que la estaban decorando porque dos días después se iba a celebrar una feria medieval, que se viene celebrando desde el año 1.528 anualmente por la concesión que Carlos V otorgó a Alquezar.

Nosotros buscando la sombra.

Salimos de la plaza siguiendo el cartel de Senderos Naturales, pero nuestra intención no era otra que callejear antes de subir al castillo colegiata a visitarla.

Por lo que pasamos por la ermita de las Nieves, perfectamente "camuflada" entre las casas.

Distintos arcos y pasadizos podemos encontrar paseando por la villa, pero...

...importante relevancia tiene este portalón de estilo gótico, con un arco de medio punto en uno de sus lados y en el otro...

Un arco coronado con el escudo de Alquezar, formado de tres torres de un solo castillo.

Un breve pero ameno paseo para "echar" la mañana.