Visitar las tierras de Soria, siempre es un placer, aunque es una provincia pequeña de tamaño, lo es grande en paisajes e historia.
Muy cerca de la capital se encuentra quizá la zona mas conocida por lo de la defensa numantina y por el Numancia (equipo de futbol) hace unos años plantó cara a los grandes, como el Barcelona, pero hoy... visitamos Numancia o como resistir hasta la muerte.
En la localidad de Garray, cruce de caminos hacia La Rioja, (bien por el puerto de Piqueras,ahora también con tunel, directo a través de la sierra de Cameros hasta Logroño o bien por el puerto de Oncala, hacia las tierras altas de Soria, para llegar al valle del Cidacos y salir por Arnedo a Calahorra) en lo alto del cerro, se encuentran las ruinas de Numancia.
Hay horario de mañana y tarde para su visita y los fines de semana es gratuito si se ve por cuenta propia. La visita guiada cuesta cuatro euros y es la forma mas aconsejable si no se tiene prisa.
Nosotros elegimos la opción de visita guiada y tras ver un vídeo de introducción que es para todas las opciones, no nos arrepentimos de ello. Lo ameno que era Cesar el guía y lo interesante de la historia hacía que el tiempo se pasase volando, hasta el punto de que vinieron a avisarle de que había que cerrar. Vivía tanto la historia que se le pasaba el tiempo tan rápido como a nosotros.
Como decía, Numancia se encuentra en lo alto de un cerro sobre la localidad de Garray fue el lugar donde ciento cincuenta años antes de Cristo ya hacían resistencia los numantinos a los romanos, hasta que Publio Cornelio Escipión y sitió la ciudad creando siete campamentos en los distintos cerros que rodeaban Numancia. Todos sabemos como acabó aquello.
Las calles tenían sus propias encrucijadas, muy bien planificadas para evitar el viento que en esta zona soplaba y sopla a base de bien y que todos conocemos como el Cierzo.
Evidentemente en aquella época las calles eran de tierra y con las lluvias se llenaban de fango, para lo cual había unas enormes piedras para cruzar de un lado a otro y que también servían para el paso de los carros por su anchura. Desde luego era un sistema curioso e ingenioso.
La forma que tenían de coger el agua era a través de los aljibes bien escavado en tierra o hechos con piedra, incluso con escaleras como el que vemos en la foto inferior.
Solían estar en las esquinas cuando era de uso común o en los patios de las casas cuando era particular.
También tenían su propios sistemas de alcantarillado por las calles, como vemos en el detalle de la foto inferior.
También podemos ver dos tipo de viviendas evidentemente reconstruidas según los restos aparecidos y los estudios arqueológicos.
Por un lado la viviendas en la época de los romanos, construidas en piedra y con el tejado de paja y en este caso con pozo de agua en el patio.
Puertas y ventanas de tamaño pequeño, para proteger de las inclemencias del tiempo y bien distribuida con la cocina, donde se encuentra el molino manual, la mesa y el fuego.
Y en el paso hacia el dormitorio y el almacén se encontraba el telar.
Eran casas grandes, ya que eran muchos de familia para trabajar en el campo y ayudar a la economía familiar.
Alrededor de la ciudad se encontraba una enorme muralla, que en algunos tramos estaban las casas adosadas a ella, pero en otros tramos se encontraba la calle de ronda, que iba bordeando toda la muralla.
La muralla tenía unos tres metros de altura, no muy alta, pero se encontraba al borde de la ladera lo que le daba una altura natural difícil de salvar por los enemigos.
Las casas de los celtíberos eran de un tamaño menor que las de los romanos y estaban construidas de piedra recubierta de adobe.
Las familias eran mas pequeñas, ya que los jóvenes marchaban a guerrear muy pronto para coger prestigio en la guerra y al volver a casa poder ser elegido por alguna mujer como esposo.
Los espacios eran comunes, teniendo habitáculos, uno para las reuniones familiares en torno al fuego, donde comían y dormían, otro para las labores y acceso a la bodega y el tercero para la despensa.
Y terminamos la visita en los chalets de la época con patios porticados sujetos por columnas, que se encuentran en la zona sur de la ciudad. La vivienda estaría en el lugar que me encuentro haciendo la foto y se accede por unas escaleras.
Visita provechosa a Numancia y que se complementa con al visita al Museo Numantino que se encuentra en la ciudad de Soria. Asignatura pendiente por falta de tiempo ese día, que ya estaba anocheciendo.
¡Hola Abi! Interesante entrada y muy amena. Parece que hayamos paseado por esas ruinas con tanta historia detrás.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Un abrazo.
Después de esta visita tan bién documentada con tus fotos, quiero sugerir uno de los motivos por los que quizá resistió Numancia hasta la muerte. Años antes, tras un largo asedio, se rindió la ciudad de Coca (Cauca) en Segovia bajo la condición de que se respetaría la vida de sus habitantes. Sin embargo, una vez ocupada por los romanos, estos pasaron a cuchillo a toda su población (alrededor de 10.000 habitantes).
ResponderEliminarUn saludo, José Luis
Gracias a ti Emilio, que siempre estás ahí dejando tus comentarios y leyendo mis entradas.
ResponderEliminarEs un placer.
Un abrazo
Muchas gracias José Luis, por tu interesante punto de vista que enriquece esta entrada.
ResponderEliminarUn abrazo
Merece la pena Soria, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, es hermosa.
ResponderEliminarYa lo creo Temujin que Soria vale la pena por los cuatro costados. Como dice su lema: Ni te la imaginas.
ResponderEliminarun fuerte abrazo