Llegar hasta Cadaqués por carretera no deja de ser un ejercicio de paciencia con las curvas y la cantidad de circulación que hay, pero dicho ejercicio bien vale la pena, ya que pasear por sus calles o tomar una caña en uno de sus locales con vistas al mar, es uno de esos pequeños placeres que te da la vida.
Hacía muchos años que no volvía a esta pequeña villa marinera y separada por la montaña del resto del "mundo" y siempre pienso como tantos personajes ilustres pudieron encontrar este paraíso prácticamente virgen y como terminarían con las posaderas para llegar hasta él si lo hacían por tierra.
Cadaqués se encuentra en la parte mas oriental de la comarca del Alto Ampurdán y junto al cabo de Creus en la provincia de Gerona y por su difícil accesibilidad por tierra, ha mantenido a lo largo de los años y siglos, una singularidad que lo hace en la actualidad altamente atractivo para el turismo.
De ser un pueblo dedicado prácticamente a la pesca y sus derivados, teniendo una gran importancia las salazones, ahora la gran mayoría ha abandonado el mar para dedicarse a atender al turismo, en todas sus necesidades.
Las calles empedradas y empinadas mantienen una arquitectura popular muy atractiva, pero poco recomendable para ir con tacones,
Tiendas de ropa, de artesanía y de recuerdos son las que mas abundan en el entramado de calles y callejuelas del casco antiguo.
El día que llegamos nosotros, fuimos precedidos de una enorme tormenta, por lo que el "turisteo" se había quedado a cobijo, amén de no ser temporada alta...
...lo que se agradece para evitar las clásicas aglomeraciones, que en un lugar pequeño se notan mas todavía.
La indiscreción no me permitió pasar de largo si fotografiar este portal que estaba abierto, de camino a la parte alta donde se encuentra la iglesia de Santa María.
El interior de la iglesia parroquial de Santa María, estaba iluminado de forma tenue, lo que se nos antojaba mas bella aún, destacando algunas cristaleras.
En la actualidad alberga el conocido Festival Internacional de Música de Cadaqués.
Desde la plaza de la iglesia, las vistas de la bahía sobre los tejados y chimeneas de las casas muestran una perfecta "ventana" al mar.
Y luego lo que procede es callejear...
...callejear...
...y mas callejear,
De nuevo en la parte baja y junto al mar, resulta imposible no hacer un par de las fotografías mas típicas y reconocibles de Cadaqués y su iglesia pintada de blanco...
...y ésta otra con las barquitas en primer término que yo creo que están ahí de atrezzo, porque salen en todas las fotos.
Es importante que al llegar a Cadaqués tengas en cuenta el tema de aparcamiento, ya que el que está a la entrada y gestionado por empresa privada no es nada barato, por lo que suele ser mas rentable buscar alojamiento con el aparcamiento incluido.
Al museo municipal decidimos no entrar ya que no dejaban hacer fotos y ya le habíamos visto en anteriores ocasiones.
El cielo no levantó en todo el día y al caer la tarde seguía encapotado, lo que nos regaló escenas y fotografías como la de abajo.
A la hora de la cena hay un buen número de restaurantes con terrazas junto al paseo, en los que suelen tener buen pescado y unos precios muy arreglados, teniendo en cuenta el lugar.
Si la temperatura es buena, mejor cenar en las terrazas ya que puedes disfrutar de las vistas y los colores de la hora azul y sus reflejos, aunque en nuestro caso no se notase mucho.
Los habitantes de Cadaqués también fueron emigrantes y marcharon a hacer las américas, donde algunos hicieron fortuna, volviendo a su pueblo natal y conocidos como indianos, nombre que también se dan a emigrantes en otras zonas de España.
Posiblemente Cadaqués hubiese seguido siendo desconocido para el gran público a pesar de su enorme belleza, de no ser porque tanto pintores como Dalí que se estableció en la localidad, o Picasso y escritores, como Federico Garcia Lorca o Josep Pla, por nombrar solo algunos, pasaron por Cadaqués inmortalizandolo en sus obras, siendo motivo de inspiración.
Cadaqués bien vale volver de vez en cuando para impregnarse de su ambiente, de su naturaleza, de su calma, de su mar y recargar las pilas, para una buena temporada.
Puedes encontrar una buena información pinchando aquí.
Nos lo apuntamos en la agenda Abi, gracias por compartir.
ResponderEliminarRecordaré no ponerme tacones cuando vaya jajaja.
Un abrazo.
Asi me gusta Dani, jajaja los tacones ese dia en la maleta.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Genial! Me ha encantado, Abi. Es uno de los sitios que no conozco y que me encantaría visitar. A ver si puede ser algún día... no pierdo la esperanza. :)
ResponderEliminarMuchas gracias Luisa por tu comentario. Estoy seguro de que el día que puedas ir quedarás muy satisfecha y te servirá de inspiración como a tantos artistas que por allí ha pasado.
ResponderEliminarBesos
Excelente reportaje.Si Dios quiere, este puente de la Constitución estaremos por ahí. Gracias.
ResponderEliminarEstoy seguro de que os gustará y lo pasareis bien. Saludos
ResponderEliminarPrecioso reportaje, que no me canso de ver, me trae recuerdos de cuando lo visité. Lo comparto. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por compartir el reportaje de Cadaqués. Desde luego es un lugar excepcional para visitar en varias ocasiones.
ResponderEliminarSaludos