Cascadas de Puente Ra

Había que dar el último envite al otoño antes de que terminara de cambiar el color y empezase a caer la hoja. Nos levantamos con la sana intención de ir a algún lugar donde lo podríamos seguir viendo con el máximo esplendor. Mientras desayunamos encendimos el ordenador para mirar el tiempo que nos esperaba y ... uuuuuuffffffffff, seguimos con la lluvia por todas las partes, sacamos una moneda y lo echamos a cara y cruz entre ir al norte o al sur, salió ésto último y nos fuimos a La Rioja, a la Sierra Cebollera, en la zona de Cameros y muy cerquita del Puerto de Piqueras que separa La Rioja de Soria.

En hora y media estábamos en Villoslada de Cameros y de ahí enfilamos por la carretera que nos separa de la ermita de la Virgen de Lomos de Orios, pero sin llegar a ella nos desviamos a la derecha por una pista hasta un aparcamiento en Achicuelo-La Blanca.

Preparamos las mochilas, el plástico para la cámara y nos fuimos caminando hacia las cascadas de Puente Ra, unas veces por la orilla del río y otras por el camino.

El arroyo de Puente Ra es un afluente del Iregua, que nace un poco mas arriba y este a su vez es afluente del Ebro.

En algunos tramos guarda rincones de gran belleza y que suelen pasar desapercibidos por los visitantes que suben directamente para las cascasdas sin fijarse en más.

A lo largo del todo el recorrido hay pequeños saltos de agua que se aprecian muy bien yendo por la orilla del arroyo.

Después de caminar un rato por una pista muy cómoda, de hecho habia muchas familas con niños que también habian desfiado a la lluvia y yo creo que ninguno nos arrepentimos de haberlo hecho, ya que no llovió en ningún momento, llegamos a las cascadas de Puente Ra, propiamente dichas.

Saliendonos del "circuito" enseguida encontrabamos lugares para hacer alguna foto para el recuerdo.

Incluso sacando el cuerpo por fuera de la barandilla era posible acercarse mas a la cascada grande, pero con cuidado de no irse para abajo, que a mi me pesa mucho la cabeza.

Pensamos que hemos de volver en la época de lluvias, que tienen que bajar de una forma "bestial".

Hicimos planes para visitar mas la zona cuando yo esté recuperado del todo, pues vale mucho la pena y tiene varias posibilidades de no repetir ruta.

Y con esta serie, me despido de los colores del otoño por este año, que ya he dado bastante la brasa. Nuevos horizontes se abren a partir de aquí y alguno viejo que tengo en el recuerdo.