Habían pronosticado nieve y frío por Burgos y todo el norte, así que decidimos irnos al sur, para ver si librábamos, un poco, jejejeje.
Nos enfilamos hacia la capi, para pasarla de largo... bueno en algunos momentos ya pensamos en volvernos, porque la carretera se ponía peor por momentos, pero una vez atravesado Burgos, la cosa iba mejorando y cuanto mas cerca de Aranda de Duero, mejor estaba la carretera. Allí nos desviamos en dirección a Valladolid, siguiendo al estela de la Ribera del Duero, hasta llegar a Peñafiel, donde habíamos planeado pasar el día y disfrutar de esta localidad vallisoletana.
Lo primero que hicimos fue aparcar el coche e irnos en busca de la Plaza del Coso, donde se encuentra la Oficina de Turismo. Un lugar creado para los festejos taurinos, con origen medieval y desde donde se divisa el Castillo de Peñafiel, en lo alto de la colina.
La plaza tiene 48 edificios que guardan con recelo el coso, ya que solo tiene dos accesos a la misma.
Al fondo se puede ver uno de ellos bajo el pasaje.
Una vez en la Oficina de Turismo donde Inés nos atendió a la perfección, además de comprar el bono cultural, con el que teniamos acceso al Castillo, al Museo Sacro (cerrado temporalmente) y al Centro de Cosivisión, poblado Vacceo y Pintia, situados en el mismo edificio de la Oficina de Turismo.
El pequeño museo que allí tienen sobre el poblado Vacceo y Pintia está muy bien, con paneles informativos y pinturas, representando la vída de esta tribu prerromana (siglo IV antes de Cristo), las actividades, los juegos de niños, la necropolis...
...les quemaban y luego sus cenizas, las enterraban con algunos de sus cuchillos y espadas.
El Castillo nos esperaba en lo alto de la colina con los brazos abiertos a lo largo de la misma, jejejeje, pero allí subimos con la furgo, no estaba la mañana para demasiadas alegrías con el viento que andaba.
Y a las doce comenzamos la visita guiada por dentro de sus murallas, muy bien restauradas y con acceso para personas con capacidades diferentes hasta el Museo Provincial del Vino que se encuentra allí mismo.
Mientras la guía recogía las entradas aproveché para hacer alguna foto de los detalles de las torres...
En el año 943, ya se sabia de su existencia, osea que unos añitos ya tiene esta fortaleza que siempre se ocupó para fines militares.
Largo lo que se dice largo... es un rato y estrecho, también, jejejeje. 210 metros por 35, con una forma de barco que no puede con ella.
Por poner una pega, creo que deberían de hacer las visitas con menos gente, no te enteras de nada. Todos estos... ¿no tendrían casa? con el viento que hacia como para estar ahí, jejejeje.
Nos fuimos para la torre del homenaje, donde pudimos comprobar el grosor de sus paredes (3 metros y medio) y ver a través de maniquíes, donde pelaban la pava los mocetes de la época.
Este era el lugar dedicado a la vivienda de los señores, un amplio salón con chimenea.
Y por una de las ventanas se puede ver el otro ala del barco, ¡uy perdón! del castillo.
Alguna armadura decoraba las esquinas del salón. Debían de comer a base de bien para poder llevar esos trajes de moda. Seguramente eran para la pasarela, porque para la calle como que nos los veo yo.
Tras subir 66 escalones, salvamos los 34 metros de la torre, siendo el punto mas alto de la provincia de Valladolid, desde la cual podemos ver el techo del Museo del Vino, que se ha habilitado en una de las alas...
...o parte de la ciudad, destacando la Plaza del Coso y la iglesia convento de estilo mozárabe de San Pablo...
...o parte de la Ribera del Duero.
Una vez que volvimos a bajar, nos fuimos al otro ala, osea la norte, allí se puede ver perfectamente los "agujeros" en la pared donde iban las vigas para sujetar las viviendas de los soldados y las cuadras. Teniendo al fondo un aljibe.
Y en la Torre del Homenaje, bajo un cubo, se encuentra le escudo de los dueños del castillo, que por cierto es Monumento Nacional desde 1.917.
Una vez terminada la visita guiada, pasamos a ver el Museo Provincial del Vino, que se encuentra en el ala sur del castillo y nada mas entrar nos encontramos con una amplia colección de botellas etiquetadas con los nombres de las personas importantes, conocidas o destacadas que por allí han pasado, entre otras, Luis del Olmo, Jose María Iñigo, Concha Velasco, Raúl Gonzalez, Concha Cuetos y un largo número de nombres mas.
Paneles informativos, vídeos, utensilios y demás, van contando la historia del vino desde la época de los egipcios.
Una de las cosas curiosas e interactivas, era esta fila de recipientes de vidrio, en el que se puede oler el aroma de los distintos vinos, y con las mezclas que están hechos. Al lado de cada "frasco" corriendo una tapa de madera puedes ver la solución.
Volvimos a descender la ladera y nos acercamos a la iglesia convento de San Pablo, pudimos entrar por los pelos, porque ya estaban cerrando, pero la amabilidad del cura, hizo que nos dejara pasar a verlo rápidamente.
La sencillez del altar mayor con las vidrieras, contrastaba con la elegancia y la categoría de la Capilla donde se encuentra enterrado el Infante don Juan Manuel.
En este vídeo puedes ver brevemente el arco plateresco y la tumba del Infante.
Por encima del panteón y dentro del marco, se proyecta un vídeo, mostrando todos los detalles de la capilla, que es digno de ver.
Sin duda lo mas destacable de esta iglesia es la capilla de los Manuel, del siglo XVI y de estilo plateresco. Uno se queda con la boca abierta.
El arco que comunica el altar mayor con la capilla.
Como vimos que estaban cerrando la iglesia, dejamos la parte de afuera para la salida y desde luego el estilo mudéjar salta a la vista, por los cuatro costados.
Y los escudos de la familia no podían faltar.
Pero la guinda que tenia el pastel estaba por venir y cerca de allí comenzamos escuchar el sonido de las dulzainas y ¿que quieres que te diga? me sube el ánimo esa musiquilla, así que nos acercamos a ver porque estaban tocando por la calle y en este vídeo puedes verlo y escucharlo.
El pasacalle procesional llegaba a la iglesia y el cura se salió del recorrido no se si para saludar a los dulzaineros o para reñirles, jajajajaja.
Nos llamó la atención de que todo fueran mujeres, el único hombre... el cura. No se si vendrá de aquí lo de "bendito tu eres entre todas la mujeres".
También había dulzaineras y cuando terminaron de tocar me acerqué para preguntar que se celebraba ¿cual era le motivo de esta procesión a ritmo de jota...? me dijeron que era Santa Agueda y que ese día mandaban las mujeres en el pueblo, me explicaron que se elegía una alcaldesa y que estaba en la procesión, así que ni corto ni perezoso, me acerqué y dije en voz alta:
¡Alcaldesa, Alcaldesa, una foto! y allí que me posaron la Alcaldesa y la Concejala, la mar de majas y simpáticas, les di las gracias y nos alejamos con la sana intención de buscar un lugar donde saciar el hambre, que hora ya era de alimentar también el cuerpo, que al espíritu ya llevábamos toda la mañana dándole de comer.
Se celebraban las jornadas gastronómicas del cordero durante el mes de Febrero y había menús degustación por precios que se nos escapaban a nuestra humilde economía, así que nos fuimos al Rincón de Madrid, un mesón sencillo y con comida casera, que por el módico precio de 9 € con café, comimos de maravilla, bueno... de chuparse los dedos.
Por la tarde se puso a llover y como nos habíamos "escapado" de la nieve, no nos íbamos a mojar ahora, con lo que decidimos dar por finalizada la visita a Peñafiel y volver a casa para descansar lo que quedaba de día.
Por la tarde se puso a llover y como nos habíamos "escapado" de la nieve, no nos íbamos a mojar ahora, con lo que decidimos dar por finalizada la visita a Peñafiel y volver a casa para descansar lo que quedaba de día.
Que encanto de pueblo, amigo Abi. Estuvimos hace ya unos años con mi costilla, y me gustó mucho. Berlanga, Gormaz, Aranda... Aquí Duero camina entre asperos desmontes...Bueno, tus fotos son magníficas. Hicisteis un buen viaje, y hasta hubo folklore... ¡que bonito!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Luis.
Pero vamos a ver ,¿ Tú no tienes chimenea en casa ? , con lo bien que se está sentadito delante de ella con el día tan feo que hacía el domingo.....pero bueno si tienes ganas de pasar frío allá tú , eso si muchas gracias por tu crónica , no conocía Peñafiel, pero me ha sorprendido las dimensiones del castillo y su aparente buen estado de conservación .Besos.ANA
ResponderEliminarOtra de tus maravillosas series amigo Abi, cuanto estamos aprendiendo contigo.
ResponderEliminarEso si, quiero decirte que ayer no pude remediar de acordarme de ti al ver el tiempo en las noticias, y ver la que había caído en Burgos, no os podéis quejar por falta de nieve.
Un abrazo y abrígate.
Pero que bien te lo pasas y además nos traes buenas fotos para ponernos los dientes largos jeje.
ResponderEliminarBesos
Valiente estuviste para desafiar a la nieve y el viento frio que corría en ese castillo. Me alegra un montón que te acuerdes del Sur. ¡El Sur también existe! Aranda, Roa, Haza, sitios de buen comer y mejor beber, jeje. Te saldrán grandes reportajes fotográficos como este del pueblo pucelano. Te perdiste unas buenas fotos al pasar de largo por Burgos. Fue de las nevadas más bonitas que recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo
Si antes hablo de Abi y sus paseos ( por mi casa ) ... hay que ver que mal lo pasas Abi. ;))
ResponderEliminarTus reportajes no tienen desperdicio. Creo que ya te he comentado alguna vez que si tu llamaras a la puerta de alguna revista, te abrirían las puertas de par en par. Gran trabajo Abi. Gran reportaje. Fotográficamente hablando te da igual paisaje, que urbana, que detalles, que social ... eres la leche !!!
Un abrazo, Briviescano.
me encanta Peñafiel,alguna vez he estado por alli y siempre me hee llevado muy gratos recuerdos,en cuanto al reportage,es espectacular,muy buen trajo,ABILIO...
ResponderEliminarVaya vida aburrida la tuya, uno trabajando en medio de un sol agotador, mirando soja y ácaros y tú paseando por estos lugares hermosos…Ayy, qué envidia (y nada de sana, ehh)
ResponderEliminarMe encanta la imagen de las botellas de vino, creo que sentaré ahí jaja. Igual, todas son lindas, especialmente esos techitos rojizos y lo magnifico de las construcciones. (Y la buena onda de la Alcaldesa)
Un beso Abi
Regresé anoche, por eso no había pasado.
Un día más que completo amigo.
ResponderEliminarEstas entradas son para disfrutarlas y vaya si lo hago.
UN abrazo
Por cierto, a la última visita guiada que fui, eramos el guía, un despistado que no sabia donde se metía, yo y mi cámara y un par de perros callejeros que se apuntaron.
ResponderEliminarUn abrazo
Pensé que solo yo tenía miedo a quedar encerrado en un templo, cerca he estado también en alguna ocasión.
ResponderEliminarGran trabajo como de costumbre.
Precioso reportaje Abi,me encantan los castillos y este de Peñafiel es una maravilla.
ResponderEliminarPor cierto no sabia que es el techo de Valladolid.
Una abraçada
¡Pero qué bueno que pones imágenes de Peñafiel! de mi amplia y linda Castilla, gracias amigo, por compartir esta bella entrada, me han encantado las fotos.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Abi:
ResponderEliminarAcertaste de pleno al no ir a la fiesta del Escarrete de Poza de la Sal.
Y acertaste en el destino, que como te dije, tenia mucho interés en conocer Peñafiel y que nos la muestras hermosa tanto con tu pluma como con tu cámara ya que como te comenté, Frías fue la ciudad de trueque por el Rey Juan II a Don Pedro Fernández de Velasco (Conde de Haro) a cambio de Peñafiel, por eso los lazos históricos entre las dos localidades son importantes.
Me llama la atención que el castillo de Peñafiel ( que es fantástico) sea el punto más alto de la provincia de Valladolid...
Encima la suerte de coincidir una fiesta tan típica como Santa Agueda. Te ha quedado redondo el reportaje. Chapeau.
El regreso tuvo que ser complicado por la nevada de Burgos, pero eres muy echao pa lante, jeje.
Un abrazo y gracias por mostrarnos esta preciosa localidad.
Un abrazo
Un sitio en el que no hemos estado. Me ha gustado tu reportaje y me sirve de referencia para una próxima visita.
ResponderEliminarUn abrazo.
Menudo Pueblo, allí vivieron muchos años mis abuelos y una tía tiene allí casa para el verano.
ResponderEliminarDel vino no te digo nada, me imagino que lo probaste bien así que no necesita más publicidad.
En ese castillo he jugado siendo un crío y la verdad es que estaba muy mal, pero ahora es una delicia, anda que no he tirado allí piedras,ja,ja,ja.
Hoy me has traído grandes recuerdos.
Un abrazo y me alegro que disfrutases en Peñafiel.
Hola Abi
ResponderEliminarOye que preciosidad de pueblo!!! y que maravilla de castillo...
Las fotos como siempre ejemplares.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Que sitio más hermoso este que nos traes hoy, ya veo que lo pasaste la mar de bien. Es un lugar del que he oído hablar mucho, pero nunca estuve.
ResponderEliminarA propósito te hacia el domingo en Burgos para disfrutar un pelin de la nevada que cayó allí, pues a tenor de lo que se vio por la tele fue bastante grande.
El reportaje precioso así como las fotos.
Un abrazo
¡Qué auténticas las gigantillas!
ResponderEliminarGracias por tu buen humor. :-)
Abi, como siempre un reportaje de auténtico lujo. Siempre es un placer visitarte, y muy instructivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien vives Abi, y qué bien te lo organizas. Tanto que no te has dejado ni un solo detalle de Peñafiel sin mostrarnos es esta hermosa serie. Qué envidia (sana, por supuesto), como me gustaría tener tiempo para hacer estas cosas. En fin... felicidades por tu forma de vivir!.
ResponderEliminarpd. La entrevista con Ripley ha sido muy divertida y amena. Si es que Ripley es la leche! (jaja)
Besos!
Que lugar más bonito Abi, mira que estas rodeado de maravillas, las imagenes como si yo hubiese estado, no queda rincón, que hermosura de castillo, pues eso, que me quedo con las ganas y tu reportaje, un abrazo.
ResponderEliminarQue limpio tenéis el cielo por ahí...que blanco...no es que aquí esté sucio, pero es distinto...
ResponderEliminarMenudo repor me acabo de zampar...oye, no te resfríes, que ruedas mucho!
Un placer fotográfico amigo!
Besos chicarrón!
Hola Abi, tremendo el reportaje, muy bueno, no se te ha escapado detalle, creo que mejor no podía ser.
ResponderEliminarLas fotografías de las murallas son una preciosidad.
Saludos.-
No sabia que peñafiel fuera tan bonito...la plaza me ha impactado mucho...el castillo es magnifico y bello en todo su contenido...y la capilla es excelente...los vinos que decir..es un sitio ideal para ir a visitar y ademas culturizarse uno..que falta me hace jeje...buen reportaje abi...muy bellas fotos...la del barco jeje es magnifica.....un abrazo amigo y cuidate mucho.
ResponderEliminarNo sabia que Peñafiel fuera tan bonita con esa plaza y ese castillo . Saludos desde Mallorca !!
ResponderEliminarPrecioso pueblo, del que tomo buena nota por si en alguna ocasión tengo oportunidad de visitarlo.
ResponderEliminarEstupendas fotografías Abi.
Un abrazo.
Ramón
Desde Peñafiel, un Peñafielense te dice que tu reportaje es muy muy bueno. Que tus explicaciones merecen la pena y tus fotos aún más.
ResponderEliminarY que la próxima vez que vengas a Peñafiel no dejes de visitar una bodega (Protos por ejemplo) y sobre todo la Casa Museo de la Ribera (en fin de semana).
Con esta publicidad que nos has hecho, seguro que Peñafiel se llena de visitantes. Además, debo decir que los fines de semana de febrero hay jornadas de lechazo que están muy bien.
Mucha gracias por venir a Peñafiel y mencionarnos en tu blog.
¡Me encantan los castillos!
ResponderEliminarMagnífico reportaje :)
un abrazo
QUE BUEN LECHAL ME COMI EN ESTE GRAN PUEBLO
ResponderEliminarSALUT
JOAN