La villa de Cuellar, es conocida por varias cosas, como su gastronomía o por contar con los encierros mas antiguos de España y por su castillo de los Duques de Albuquerque, propietarios del mismo y que en la actualidad son Juan Miguel Osorio y Bertran de Lis que está casado con Blanca Suelves Figueroa, hija de los marqueses de Tamarit, aunque popularmente es conocido como el castillo de Cuéllar.
El castillo está cedido al ministerio de Educación y Cultura para su uso y en el que está ubicado el instituto de educación secundaria Duques de Alburquerque.
Pero vamos a visitar el castillo y a saber algo mas sobre él, ya que está declarado Monumento Artístico Nacional desde 1.931.
Nosotros teníamos la entrada reservada (es importante llamar por teléfono a la oficina de turismo y reservar entrada, para visita guiada y teatralizada) y nos fuimos hasta Cuéllar, que nos recibió con una mañana llena de niebla que le confería a la silueta del castillo un halo de misterio.
Mientras llegaba la hora, pensamos en tomar café y fuimos a dar en un bar donde el dueño era músico y tenía todo el local decorado con instrumentos musicales, sobre todo de folclore, como dulzainas, una alboka, un sitar, pitos, etc. y con ganas de hablar de música y de tradiciones, lo que el café nos supo a gloria con acompañamiento cultural y musical. Menos mal que no le dije de que en mis tiempos mozos toqué la dulzaina, si no, estamos allí todavía de charla.
Volvimos al castillo para retirar la reserva y bueno... topamos con la puerta de la oficina de turismo... lo que hay que agacharse para entrar y con cuidado. Si estas pendiente de no darte en la cabeza te arriesgas a tropezar y viceversa, pero las personas que la atienden y que luego nos servirían de guías, amables y simpáticas.
La visita comienza en la iglesia de San Martín, donde está ubicado el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar de la villa, del siglo XIII y al igual que el castillo, está declarada Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1.931.
En la torre adjunta a la iglesia anidan las cigüeñas, estando en época de crotoreo, por lo que nos amenizaron la espera mientras abrían la puerta...
...y una de ellas echó a volar. Iría en busca de comida o de ramas para adecentar el nido.
Una vez dentro y tras una breve introducción por parte de la guía, nos quedamos a oscuras para ser testigos de un audiovisual con luces y sonido, música e imagen para después acompañarnos por las naves de la iglesia para ver y comprender el arte mudéjar. Una forma dinámica e innovadora de entender el arte mudéjar.
Terminada la visita a la iglesia de San Martín que se encuentra enfrente del castillo, volvimos a éste para entrar dentro y ver lo que nos deparaban sus aposentos.
El primer paso es la puerta de entrada que nos da al patillo. En esta puerta podemos ver tres escudos, uno de ellos de los Mendoza, ya que la señora del castillo en la "época" era doña Mencia de Mendoza y que veremos en la representación teatral. Esta familia tiene relación con Briviesca y los Velasco, de hecho está su escudo en la iglesia conventual de Santa Clara de Briviesca.
Después pasamos la puerta de acceso al pasillo trampa, ¿que porqué se llama así? pues muy sencillo; esta puerta se dejaba abierta para dejar pasar al enemigo por un pasillo estrecho y con recodo para no ver lo que les esperaba. Al llegar a la siguiente puerta y encontrársela cerrada, daban la vuelta, pero... la puerta de entrada ya estaba cerrada también, quedando atrapados y siendo atacados desde la parte alta.
Detalle del balcón perteneciente al comedor situado bajo una galería renacentista.
Y entramos dentro del castillo donde nos espera la visita teatralizada que de forma amena nos pone en situación y nos cuentan la historia los propios personajes que vivieron en el castillo.
Estas teatralizaciones se llevan a cabo desde el año 1.997 en que el Ayuntamiento de Cuéllar a través del Plan de Dinamización Turística, y que cada fin de semana y días festivos excepto en Enero y en las fiestas de los Encierros, se llevan a cabo cambiando de obra en cada temporada.
A través de Doña Mencia de Mendoza, señora del castillo, del clero y de los soldados, vivimos en directo la parte "alta".
Atravesando el patio de armas, pasamos a la parte de "abajo" donde estuvo ubicada una cárcel de presos políticos desde la guerra civil española, época durante la cual el edificio sufrió una tremenda transformación para convertirlo en penal y que fue llevada a cabo por los propios presos, hasta que en 1.972 comenzaron las restauraciones que dejaron el edificio como lo conocemos hoy.
Con el clero como hilo conductor llegamos a las cocinas del castillo donde se cocinaba la famosa sopa de piedras...
...y las bodegas del castillo (faltó un baso de vino para los visitantes).
La visita teatralizada vale muy mucho la pena, por lo bien que se pasa y por la forma de contar la historia, sin que sea el "guía monótono" que se lo tiene aprendido de carrerilla.
Aún nos quedaba por subir a las murallas, para tomar perspectiva del lugar y ver Cuéllar a vista de pájaro. El caso que entre unas cosas y otras estas "liado" un par de horas y media, así que había que buscar un lugar donde comer.
Y en Cuéllar hay muchos y buenos, ya que como decía al principio, también es conocida por su gastronomía, así que salimos extramuros y nos dimos un homenaje, no como la torre del mismo nombre, pero casi.
Cuando terminamos la comida el sol había echado a la niebla y el castillo se veía con otro brillo. En esta foto me doy cuenta de que hay que limpiar el objetivo de vez en cuando. ¡¡¡Digo!!!
Otro motivo mas para visitar Cuéllar.
Abi otra entrada preciosa, y dile a Loli que mire para la cámara jajajaja, la de la cigüeña se sale de chula.
ResponderEliminarMi abrazotedecisivo a los dos
¡Hola Abi! Una preciosidad y una idea excelente mostrar la vida de la época en tan excelente escenario con esas representaciones. Muy interesante entrada y un castillo muy bien conservado.¡Qué suerte!
ResponderEliminarSaludos.