Primer Instameet en Balmaseda

En el primer instameet que se celebra en Balmaseda nos juntamos catorce instagramers (así se llama a las personas que utilizan Instagram como red social de fotografías) para pasar el día en Balmaseda, la villa mas antigua de Vizcaya, ubicada en la comarca de las Encartaciones, conociendo su historia, su gastronomía, su cultura y sus gentes, todo ello organizado por el Ayuntamiento de la villa a través del portal de turismo de Balmaseda y tú.

Quedamos en la plaza de los Tilos, junto al Puente Viejo, lugar emblemático de Balmaseda y fácil de encontrar para los que íbamos de fuera y mientras esperábamos uno de los participantes y trabajador en los talleres que FEVE tiene en la localidad, nos invitó a visitar el taller (fuera de programa).

Fue un lujo visitar las instalaciones y muy bueno para hacer fotos, amén de lo ligado que está Balmaseda y la linea de ferrocarril de vía estrecha.

La concejala de nuevas tecnologías vino a recibirnos y a saludarnos, para desearnos que pasásemos un buen día en su villa y Mamen Palacin fue una anfitriona estupenda, siempre pendiente de todos los detalles. La verdad es que fue un placer participar en este primer Instameet en Balmaseda y que espero no sea el último.

Cruzamos por el Puente Viejo, un puente medieval que une los barrios de San Lorenzo y el Cristo que separa el río Cadagua.

Este puente servía de paso entre Castilla y los puertos pesqueros del norte, contando con una torre de "peaje".

Primeramente fuimos al Monasterio de Santa Clara, donde nos esperaba Paloma, guía local de turismo que sería la encargada de irnos explicando toda la historia de los lugares que visitaríamos durante la mañana. Lo hizo de forma amena, lo cual es mucho mas llevadero.

Este Monasterio que data del siglo XVII estuvo habitado por las monjas clarisas hasta finales de los años ochenta.

En la actualidad alberga un hostal restaurante, una vivienda particular y el Centro de Interpretación de la Pasión Viviente. Un lugar para conocer y entender el Vía Crucis viviente en Balmaseda con gran tradición, así como ver los trajes, pasos, imágenes y sonidos. Visita obligada cuando uno va a Balmaseda.

De nuevo volvimos a pasar por delante del puente, momento que todos utilizamos para hacer un sin fin de fotos...

...mientras que nos íbamos acercando a la Iglesia de San Juan del Moral...

...sede del Museo de Historia Villa de Balmaseda.

Una breve introducción en la plaza que se encuentra la Casa de Cultura, aprovechando las escaleras, para hacer una foto de "familia" y...

...adentro. Hay que agachar un poco la cabeza para no hacerse uno un chichón, se ve que antaño eran mas bajos que ahora. 

Allí nos encontramos con los archivos municipales que datan del siglo XVI e información y planos sobre sus construcciones y la industria en la villa en el pasado .

Recreaciones sobre el incendio de la villa por parte de los franceses, el día 8 de noviembre de 1.808, quemando las casas de las cuatro calles del casco medieval, afectando también a los montes del alrededor.

Nuestra siguiente visita fue al palacio Horkasitas, una de las mansiones mas importantes de Vizcaya. En tiempos fue utilizado para cobrar los impuestos a los mercaderes y comerciantes.

Aquí había una serie de obras de arte como parte del Arte Kalea que estaba distribuido por todas las calles de la villa.

Un paseo por el río Cadagua, para refrescarnos con naturaleza de tanta historia y arte, antes de ir a la plaza de San Severino...

...en la que se encuentra la iglesia del mismo nombre, pero que no pudimos entrar ya que se estaban celebrando las bodas de oro de varios matrimonios de la localidad y tampoco se trataba de molestar en el acto religioso.

Junto a la iglesia, se encuentra el Ayuntamiento, construido, hacia mediados de 1.700.

Quien no ha visitado Balmaseda y no se ha hecho una foto en las armaduras de los romanos?

Los bajos son porticados y se nota con claridad las dos fases de construcción y reforma. Un buen lugar para jugar con las luces, las sombras y las siluetas.

Esta construcción es popularmente conocida como la Mezquita de Balmaseda.

Los danzadores ya están preparados para la salida de la misa, para bailar en honor de los que han cumplido sus cincuenta años de casados.

Y en ésto nos despedimos de Paloma, dándola las gracias por lo bien que nos lo explicó todo y por la paciencia que tuvo con nosotros que estábamos todo el tiempo afotando.

Llegó el momento de ir a tomar unos pinchos y unos potes antes de ir a degustar la típica puchera balmasedana, un cocido a base de alubias, morcilla, chorizo, costilla y tocino, que los ferroviarios de la linea de vía estrecha entre La Robla (León) y Bilbao, que llevaba el carbón desde las minas hasta los altos hornos, se cocinaban durante el viaje aprovechando el carbón y las ascuas de la máquina del tren, por lo que estas pucheras tienen dos "compartimentos" el inferior donde estaba el fuego y el superior donde se cocinaba.

Estábamos tan animados con la puchera que se nos echó el tiempo encima y salimos pitando para el Museo de Boinas La Encartada y de nuevo volvimos a pasar por el río Cadagua, verdadera arteria de Balmaseda.

En La Encartada el encargado de guiarnos y explicarnos todo fue Carlos, guía del Museo, que nos enseñó y desde el sistema de generar la potencia, hasta la boina terminada.

Nosotros habíamos pasado alguna vez por la puerta del Museo, pero como no se encuentra en el casco urbano, no habíamos parado, nunca para verlo y craso error, ya lo creo que vale la pena, una visita o mas.

La fábrica se fundó en 1.892 y llegó a ser motor económico de la villa, llegando a trabajar en su momento de mayor esplendor 130 personas en su mayoría mujeres.

Aquí se realizaba todo el proceso de producción desde el lavado y cardado de la lana hasta el producto final...

...pasando por las hilaturas y los tintes.

Nuestro paso por el Museo de Boinas La Encartada termina visitando la vivienda de los dueños de la fábrica que vivían en el piso superior.

Y para despedirnos nos obsequiaron con una bolsita en la que llevaba una camiseta de Balmaseda y folletos e información turística.

Nos volvimos a hacer una foto de "familia" y regresamos al centro de la villa, donde algunos se fueron para sus respectivos lugares de procedencia y otros alargamos la estancia, ya por por nuestra cuenta para tomar unos piscolabis juntos.

Un día fantástico el que nos hicieron pasar en Balmaseda y además haciendo lo que mas nos gusta: afotar, afotar y afotar.

Nota.- Los datos han sido sacados de las web del Ayuntamiento y de Balmaseda y tú.