Cañón del río Lobos

El otoño es una de las mejores épocas para salir al campo y disfrutar de los colores que ofrece la Naturaleza y si hay un lugar que reúne estas cualidades es el Cañón del río Lobos, entre las provincias de Soria y Burgos. En esta ocasión elegimos la parte soriana.

Nuestra primera parada fue en el mirador que hay en el alto de la Galiana, desde donde se ve toda la vega del río Ucero que nace a los pies de la carretera y en el que desemboca el río Lobos.

Lo que queda del castillo de los Templarios sobre la colina que se encuentra encima del pueblo de Ucero también puede verse con claridad desde este mirador.

Pero nuestro destino no era ese, sino adentrarnos entre los cortados rocosos que a lo largo del tiempo, ha ido tallando el ahora diminuto río Lobos y que ha creado uno de los lugares mas bellos de la península y un hábitat ideal para el buitre leonado.

Hacía ya por lo menos cuatro años que no íbamos por esta zona y me sorprendió que para dejar el coche en los aparcamientos hay que pagar cuatro euros por vehículo y eso da derecho también a una visita para cinco personas en la Casa del Parque.

Los chopos estaban preciosos, son su color dorado y entre el arbolado podíamos ver las rocas...

...en donde se encontraban sus inquilinos habituales, tomando los primeros rayos de sol de la mañana.

Enseguida llegamos al lugar donde se encuentra la ermita románica de San Bartolomé, posiblemente el lugar mas espectacular de todo el Cañón.

Lo primero que me faltó a la vista fueron los enormes troncos de los olmos que estaban junto al edificio y que estaban muertos. Ahora han sido sustituidos por árboles jóvenes.

El ojo aún se encontraba sin gente...

...y la cueva también, así que aprovechamos para hacer las fotos de rigor y repetir la foto de la ermita desde dentro de la cueva, una foto clásica que todos nos queremos llevar de recuerdo a casa.

Siguiendo el cauce del río siguiendo sus sendas perfectamente indicadas nos lleva hasta la localidad burgalesa de Hontoria del Pinar, pasando por el puente de los siete ojos, pero eso lo dejamos para mejor ocasión y sobre todo con menos gente.

La mañana iba avanzando y cada vez llegaba mas y mas gente, se ve que el fin de semana largo de el Pilar y el solecito que hacía, aunque fresco animó a salir al campo.

La ermita templaria de estilo románico de San Bartolomé, se me antojó un poco dejada y estropeada, notándose de forma especial en los capiteles junto a la puerta y la falta de las columnas.

Los canecillos se encontraban en mejor estado, se ve que hasta el tejado no llegan con la misma facilidad.

Es curioso que la ermita de San Bartolomé se encuentra en un punto central entre los cabos de Finisterre y de Creus.

Al llegar la hora del regreso decidimos hacerlo por la orilla del río en lugar de por el camino por donde habíamos llegado por la mañana, la senda es muy agradable y enseguida te deja en el aparcamiento.

Paramos para visitar la Casa del Parque, no he dicho que el Cañón del Río Lobos está protegido por la figura de Parque Natural, donde se informa de las rutas que pueden realizarse y se puede ver en la segunda planta una maqueta del Cañón, imágenes en realidad aumentada e interactuar con algunos de los elementos que hay.

También se puede ver un buitre adulto disecado y un audiovisual sobre la vida nocturna en el Cañón.

En la planta baja se encuentra la recepción, el aula del río y algunos talleres de restauración.

Puedes tener mas información sobre el Parque Natural del Río Lobos en el Portal de Turismo de la Junta de Castilla y León pinchando aquí.

Y tu ¿conoces el Cañón del río Lobos? ¿cual es lo que mas te ha gustado?