Retablo de Santa Clara, la Joya de la Corona en Briviesca

Aprovechando el cambio y mejora de la iluminación de la iglesia conventual de Santa Clara me acerqué a visitar una vez más el Retablo de Santa Clara, la Joya de la Corona en Briviesca, un retablo realizado en madera de nogal sin policromar que deja con la boca abierta a todo el que lo visita y desde luego no es para menos, ya que es único en su género y conocido como El Escorial de los Retablos.

Se encuentra dentro del Conjunto Monumental de Santa Clara que fue mandado construir por Doña Mencía de Velasco, hija de los Condestables de Castilla Don Pedro Fernández III de Velasco y Doña Mencía de Mendoza.

Fue intención de ser enterrada doña Mencía en el Monasterio de Briviesca a su muerte, pero falleció en 1523, un año antes de comenzar las obras por lo que los restos de la benefactora descansan en el Monasterio de Santa Clara de Medina de Pomar.

Desde 1931 la iglesia conventual está declarada Monumento Histórico Artístico Nacional. También es Bien de Interés Cultural (BIC). Se encuentra en la Calle Duque de Frías, ocupando casi todo un lado de la calle, con el Convento, la Iglesia, Casa solariega y Hospital, que se le conoce como el Hospitalillo.

De todo el complejo monástico solo se puede visitar su iglesia y por ende ver la obra maestra que supone el enorme retablo tallado en madera de nogal sin policromar.

Para su visita hay que pasar previamente por la Oficina de Turismo que se encuentra en los bajos del Ayuntamiento. Para los horarios y demás te dejo el enlace a su web.

En las paredes desnudas vemos los escudos de la familia Velasco a un lado y de la familia Mendoza al otro. Familias que marcaron la historia de Castilla.

El Retablo tiene una altura de 24 metros distribuidos en cinco pisos y tres calles, encajado perfectamente al ábside, dando una sensación de 3D cuando te acercas a él.

Una vez dentro del templo y colocados en el centro del crucero, si miramos para arriba, vemos una enorme bóveda gótica octogonal estrellada, algo que era habitual en las construcciones de la familia Velasco (Condestables de Castilla)

Se comenzó a construir en el año 1557 y se finalizó en 1570 por lo que duró trece años su construcción en la que participaron Gaspar Becerra como artista diseñador y Juan de Anchieta como ejecutor en la parte principal y de mayor calidad. Fueron ayudados por Pedro López de Gámiz que realizó el resto del retablo y por  Diego Guillén realizando el trabajo en la piedra.

Se quedó sin policromar por falta de dinero lo que le ha dado la singularidad que le caracteriza hoy en día, aún así fue valorado en más de 12.000 ducados en la tasación que hizo Juan de Juni en 1571, un año después de su finalización.

El Árbol de Jetsé (padre del rey David) es una de las escenas más llamativas y que se encuentra sobre el Sagrario. Del pecho de Jetsé sale un tronco ramificado en forma de árbol genealógico, mostrando en cada una de las ramas a un antepasado de Cristo hasta llegar a la Virgen y el Niño.

La escena del Lavatorio de pies pudo verse en la exposición de las Edades del Hombre que se llevó a cabo en Toro (Zamora) en 2016 bajo el nombre de AQVA.

Vemos en el cuarto piso a la Asunción de Nuestra Señora que es el motivo principal del Retablo. A su derecha está Santiago el Mayor que porta en su pecho la concha de peregrino.

Desde una perspectiva más cercana (debajo del mismo retablo) vemos como se une la Asunción de Nuestra Señora (en la foto anterior) con la de su Hijo que se encuentra en el quinto piso. Éste se inclina para colocar la corona a su Madre (la corona desapareció) y recibirla en su entrada al Cielo.

Al mirar hacia la puerta vemos el coro que también cuenta con una bóveda gótica al estilo de la bóveda principal y una sillería que evidentemente no se aprecian  los detalles pero que tiene setenta y dos asientos.

El órgano barroco que hay en el coro tiene una sonoridad excelente y aún recuerdo los ciclos de órgano en verano y en el que participaban estupendos organistas y de renombre.

Si te has quedado con ganas de más, no te va a quedar más remedio que acercarte hasta la Bureba y visitar la iglesia conventual para ver y admirar en persona humana el Retablo de Santa Clara, la Joya de la Corona en Briviesca.