En el enclave de Treviño, encontramos la localidad de La Puebla de Arganzón, en pleno Camino de Santiago por la Vía de Bayona, con una larga e importante historia a sus espaldas fundándose durante las guerras entre Castilla y Navarra y a la que el rey Alfonso VIII le otorgó fueros en 1.191.
Nosotros llegamos a La Puebla de Arganzón a través del Camino de Santiago finalizando la etapa que habíamos comenzado en Vitoria Gasteiz a primeras horas de la mañana. El día acompañó con una temperatura mas que agradable aunque en algún lugar del recorrido encontramos un poco de barro que salvamos sin ningún contratiempo.
El río que junto a su orilla se construyó la localidad es el Zadorra afluente del Ebro donde desemboca a la altura de Miranda de Ebro. Pero vamos a detenernos un momento en su puente gótico que fue construido en el siglo XIII y es uno de los lugares a detenerse y disfrutar en la Vía de Bayona,
Curioso ver que los tres ojos del puente son distintos entre si en su forma y por supuesto en su tamaño.
De la muralla medieval queda poco, pero si se ha restaurado una zona junto al río y el molino, conformando un agradable paseo.
El recinto amurallado contó con cuatro puertas y hoy una buena parte de la muralla está integrada en edificios de nueva construcción.
Es atravesada de norte a sur por una larga y recta calle, que cambia su nombre en la plaza, lugar donde transcurre la vida social de la villa, en la que se encuentra...
...la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un edifico gótico del siglo XV y fue declarada Bien de Interés Cultural en 1.991 en la categoría de Monumento y que por la tarde tuvimos la oportunidad de entrar a verla.
La iglesia cuenta con tres naves, contando la nave central con bóvedas de crucería y arcos para acceder a las naves laterales. Junto al altar mayor se encuentra un panteón renacentista que pertenece a la familia Gordejuela.
El retablo del altar mayor es lo mas destacable de estilo plateresco y data del siglo XVI, con la figura central de Nuestra Señora de la Asunción.
Una de las escenas mas destacadas es la del descendimiento de Cristo.
Y no podía faltar una imagen de Santiago Apóstol, dado que nos encontramos en uno de los Caminos a Santiago.
Una vez fuera vimos los contrafuertes de la iglesia a modo de arcos que se sujetan en las casas.
Junto a la plaza vimos alguna casa blasonada con un estupendo escudo.
El Camino continua por la calle de Santiago y como se puede ver en el letrero aún siendo un enclave burgalés, el hecho de estar en Álava la influencia del esukera está presente.
La última hora de la tarde nos regaló una preciosa puesta de sol, antes de despedirnos de La Puebla de Arganzón y regresar para casa.
Pasamos una jornada estupenda en compañía de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Burgos, que como siempre nos acogieron como si fuésemos unos mas de ellos. Nos vemos en el Camino.
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