Camino Real de las Enderrozas y la cascada de Irús

Hoy te llevamos a conocer una de las zonas mas bonitas y posiblemente menos conocidas del norte de la provincia de Burgos, me refiero al valle de Mena, donde la Naturaleza y la Historia se dan la mano para ser un lugar a conocer y disfrutar a partes iguales.

Nos vamos a dar una vuelta por el Camino Real de las Enderrozas y la cascada de Irús y te vamos a enseñar un lugar con mucho encanto y que después de las nieves caídas en estos días, tiene que estar sencillamente espectacular.

Esta ruta ya la publiqué en su día en el blog y que puedes ver o recordar pinchando sobre Cascada de Irús, pero en esta ocasión nos había convocado nuestra amiga Ainhoa del perfil de twitter Destino Merindades, para pasar el día haciendo unas fotos y charlando un poco, así que para allí que nos fuimos y nos juntamos con otras personas que venían de Bilbao (hay que decir que el valle de Mena se encuentra mas cerca de Bilbao que de Burgos). El día no pudo ser mejor.

Antes de seguir adelante te invito a que veas y escuches el vídeo del recorrido que te dejo a continuación, así que sube el volumen y dale al play.

En nuestro caso el punto de encuentro era la localidad de Irús, lugar desde el que sale la ruta que vamos a hacer, yendo desde Burgos, nada mas bajar el puerto del Cabrio en dirección a Villasana de Mena y yendo desde Bilbao... justo antes de subir el mismo puerto, pero vamos que en los mapas vienen muy bien indicado donde se encuentra Irús, así que no hay pérdida.

Para comenzar el recorrido tenemos que dirigirnos hacía la iglesia parroquial de San Millán de Irús, con estilo gótico isabelino de comienzos del siglo XVI, donde poco antes y pintado en una de las tapias de una casa del pueblo la inscripción de Calzada romana, indicando con una flecha hacia la iglesia.

A pocos metros de la iglesia y por detrás de ésta nos encontramos con el cementerio de la localidad y junto a él sale el camino que tomamos para hacer nuestro recorrido.

El recorrido es corto y muy cómodo, por lo que en una mañana sobra tiempo para dar el paseo, e ir entretenido haciendo fotos y disfrutando del entorno sin prisas, incluso, poder llegarte hasta el pueblo de Arceo, siguiendo el Camino Real de las Enderrozas, que va paralelo al río Hijuela.

El día que fuimos nosotros a finales del mes de noviembre, aún no había llovido nada de nada, así que nos esperábamos el río prácticamente seco y la verdad es que poca agua llevaba. Suerte que según nos dijeron en el pueblo había estado lloviendo por la noche a base de bien y eso hizo que tomase algo de agua de forma repentina. 

El Camino Real de las Enderrozas se utilizaba para llevar mercancías a lomos de las caballerías entre las tierras castellanas y los puertos de mar en el Cantábrico y viceversa, aunque en la actualidad el tramo mejor conservado es el que discurre entre Irús y Arceo que como puedes ver, se aprecian perfectamente las piedras que conforman la calzada.

A medida que avanzamos en nuestro recorrido, nos salimos del camino para ver los distintos saltos de agua con los que nos regala el río Hijuela.

El camino que está señalizado como ruta de senderismo, es francamente cómodo de andar por él, salvo cuando está mojado que el canto rodado resbala un poco y hay que tener precaución de no terminar con el culo en el suelo.

Llegados a un tramo del río nos encontramos con una alambrada que evita que el ganado pueda pasar por allí y caerse por alguno de los saltos de agua que vamos viendo.

Setas que parecen de madera veteada. Seguro que algún micólogo nos puede decir su nombre.

La mayor parte del recorrido lo hice yo solo, porque mis compañeros iban entreteniéndose haciendo fotos con mas paciencia que la mía, pero a mitad del recorrido les esperé para hacernos una foto de grupo.

Y ahí les volví a dejar con sus cámaras y sus cosas y continué solo hacia nuestro objetivo final, que no era otro que la cascada de Irús, así que volví a disfrutar del silencio y de los sonidos de la Naturaleza, por una camino poco transitado, aunque como habrás visto en el vídeo a los ciclistas les gusta a pesar de que algunos tengan que poner pie en tierra a causa de lo que resbalaban las piedras.

Seguí saliendome del camino para poder verlas cascadas que va formando el río a su paso. Unas veces con mas facilidad que otras.

Y con alturas considerables.

Enseguida llegué a la cascada de Irús, que francamente llevaba poca agua, pero suficiente para hacernos una idea de como es y poder bajar hasta su vera e incluso meternos casi debajo de ella.

Allí aproveché para afotar y grabar vídeo mientras que de nuevo me alcanzaban los compis. La primera foto con el fondo de la cascada, como no podía ser de otra forma fue junto a la Mi Dueña.

Y la segunda junto al resto del grupo que ya nos habíamos vuelto a reagrupar.

A partir de este momento ya no volvimos a separarnos. Continuamos un poco mas por el Camino Real antes de regresar al punto de partida que se hace por el mismo sitio.

Sin duda un recorrido muy recomendable para todo el mundo, fácil y bonito con una buena variedad de árboles y la magia que da ir por un Camino Real que fue paso comercial de gran importancia entre los siglos XV y XVIII y que en la actualidad es utilizado por amigos del senderismo y de la Naturaleza.