Hace unos días nos fuimos de visita a la Ribera del Duero burgalesa gracias a la Asociación de Casas Rurales ACRIDUERO que nos prepararon un fin de semana intenso y muy provechoso para conocer algunos de los recursos turísticos con que cuenta esta comarca burgalesa que no solo tiene vino, que también y muy bueno por cierto.
Así que te voy a contar que ver en la Ribera del Duero burgalesa en un fin de semana, mostrándote todo lo que vimos nosotros y que es de lo más atractivo, tanto en historia, en vino, en arte, en diversión y en gastronomía.
Nuestro punto de encuentro y de partida fue Santa Cruz de la Salceda, a última hora de la tarde del viernes, para comenzar el fin de semana que nos esperaba y que con tanto mimo nos habían preparado.
Se intuía que iba a ser de narices y para ello comenzamos en el Museo de los Aromas, que es el único Museo en Europa dedicado a los aromas y al olfato.
Ya las escaleras de acceso (también tiene ascensor) tiene escrito el poema de Quevedo dedicado a una Nariz, muy aparente sin duda alguna.
En el salón de actos del propio Museo de los Aromas, tuvimos una recepción oficial, con algunas de las empresas y organismos implicados en la realización de las actividades que nos esperaban por delante.
Y como lo bueno si breve dos veces bueno, lo aplicaron a rajatabla con las presentaciones y nos sirvió para saber lo que nos esperaba a partir de ese momento en el que se dio el pistoletazo de salida.
Es muy divertido tratar de averiguar los olores e identificarlos en el recuerdo los mas mayores y descubrirlos los más jóvenes.
Incluso te das cuenta que sales en el espejo imaginario, ante una serie de perfumes, algunos olvidados ya por mi. ¿Recuerdas el pachuli? ufffff que viejo que soy.
Es curioso saber de algunas de las narices mas famosas del mundo por su volumen (o no) por su forma y que todos conocemos o reconocemos.
Totalmente recomendable la visita al Museo de los Aromas.
Pero no menos recomendable es comer o cenar, incluso ambas y hospedarse en el Hotel Restaurante las Baronas en Santa Cruz de la Salceda, que es donde nos dieron de cenar y no veas lo bueno que estaba todo, pero si tuviera que elegir solo dos cosas de todo lo que nos pusieron que fue mucho y variado (en menudo jardín me he metido para elegir solo dos).
Las orejas rebozadas que puedes ver en la foto superior, es un manjar, nunca las había probado así y... bueno... para mi fue un descubrimiento total.
La morcilla de Burgos no podía faltar de ninguna manera.
Y el segundo plato... las torrijas, que ricas por dios, debo reconocer que me puse morado y eso que no eran las que quedaron como la segunda mejor torrija de España, que también son de las Baronas, lo que no me deja mas opción que volver para probarlas.
Ya no pilláis las Jornadas del Puchero, pero apuntalas en la agenda para el año que viene, porque son un manjar, por lo que yo que tu no me las perdería forastero.
Y llega la hora de retirarnos y nos fuimos hasta Vadocondes a dormir, que la mayoría de nosotros lo hicimos en la Casona de Vadocondes, por su tamaño ideal para grupos grandes, tanto de familia como de amigos y aquí es cunado descubrí el fieltruchillo que me regaló mi compañera Paloma del blog un blog de Palo, (para la Mi Dueña también hubo regalo, pero en esta ocasión no pudo acompañarme).
La hora del desayuno fue temprano, ya que nos esperaba una jornada larga de lugares que recorrer y había que coger fuerza, con un suculento desayuno, buen aceite, buena leche, buena repostería recién hecha en la panadería,, fruta pan del día, y buenos tazones de café.
Y aún nos quedaron unos minutos para el descanso en el enorme salón y de ver como bajaba el río de agua a través de la ventana.
Nuestra primera visita fue a la Finca Ventosilla en Gumiel del Mercado, para lo que utilizamos el transporte de la agencia de viajes Top Ribera del Duero y autocares Victor Bayo en Aranda de Duero, todo un lujo que nos acompañó a lo largo del día en todos los desplazamientos.
El autocar cuenta con wifi y con puertos usb para enchufar el móvil la tablet o el ordenador portátil, que para nosotros es fundamental, ya que las baterías echan humo con tanta foto y tanto vídeo.
Almudena nos recibe en la Bodega PradoRey y es nuestra guía durante todo el recorrido. He de decir que es una de las bodegas mas enormes que he visitado.
La Bodega se encuentra dentro de la Finca Ventosilla y que la Reina Isabel la Católica compró después del descubrimiento de América. Ha ido pasando por distintos dueños, siendo éstos, Reinas, Emperadores, Duques, hasta llegar al actual propietario.
La labor que están haciendo para elaborar un buen vino y el mimo con que lo hacen, buscando nuevas vías, como las antiguas tinajas de barro.
Las naves son enormes y llenas de barriles de roble donde descansan y se van criando los buenos vinos que salen de aquí.
Pero hay una sala que yo creo que a todos nos llamó la atención por el gusto en su diseño, la iluminación que tiene y el ambiente creado en ella, contando con habitáculos individuales que se utilizan para guardar y mantener las botellas de vino en perfecto estado para poderselas enviar al comprador en el momento que él lo pida.
De la Bodega nos desplazamos hasta la Posada, donde comimos, pero antes visitamos la Iglesia de San Andrés, con un espectacular retablo gótico y que se encuentra junto a la Posada.
Uno de los propietarios que tuvo la Finca Ventosilla fue el Duque de Lerma, que fue quien mandó construir la Real Posada de Ventosilla, como lugar de descanso y de caza para los reyes.
Aquí uno puede comer u hospedarse o ambas cosas, un lugar acogedor que te transporta sin darte cuenta al siglo XVII, cuando fue construida.
Aquí degustamos un vino rosado y otro tinto, así como un excelente aceite de oliva virgen extra de cosecha propia y un queso espectacular elaborado con la leche de las propias ovejas, así que como puedes ver en Finca Ventosilla tienen de todo y todo bueno.
El menú que nos ofrecieron no podía ser mas castellano y burgalés, con un primero de sopa castellana y un segundo de chuletillas de cordero, en un ambiente apropiado al lugar.
Que bien nos había venido una siesta después de comer, pero había que seguir el recorrido y nuestro siguiente objetivo es Gumiel de Izán villa que fue declarada Conjunto Histórico en 1.978 y no elegimos mejor sitio para entrar en ella que por el Arco de los Mesones.
La plaza Mayor de Gumiel de Izán está rodeada de casas de construcción popular y con una fuente en el centro que me recuerda a la famosa fuente de Canaletas en las Ramblas de Barcelona.
En un lateral de la plaza de encuentra la imponente Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de estilo renacentista.
Si por fuera impresiona, por dentro te deja con la boca abierta con el retablo del altar mayor construido en madera de nogal policromada en el siglo XVI.
Para visitar el interior de la iglesia es mejor llamar primero al Ayuntamiento de Gumiel de Izán y asegurarse la visita, pero ya te adelanto que vale la pena.
Es curioso ver como el autor puso su firma en forma de lentes al estilo Quevedo en el personaje que se encuentra sentado a la izquierda de la foto.
Al salir de la iglesia el cielo se estaba abriendo y nos prometía tregua, porque al ir hacia Gumiel de Izán estuvo lloviendo y nevando, pero fue bajarnos del autobús y parar y ahora salía el sol tímidamente.
Nos volvemos a montar en el autocar de Victor Bayo y aprovechamos el corto trayecto hasta Zazuar, para recargar las baterías de los móviles.
En Zazuar descubrimos uno de los proyectos de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral para laa Ribera del Duero Burgalesa (A.D.R.I.) mas bonito basado en el voluntariado de los vecinos en los pueblos de la Ribera del Duero burgalesa para enseñar sus pueblos a los visitantes, bajo el nombre de Ribera Voluntariis, ¿te enseño mi pueblo? donde puedes reservar la visita guiada.
Nosotros vivimos la experiencia en Zazuar, donde nos explicaron que hubo un buen número de talleres que se dedicaban a fabricar escobas con mimbre.
Después de ponernos en antecedentes sobre la historia de Zazuar, comenzamos un recorrido por el pueblo que nos llevó por algunos de los pozos de agua con los que cuenta y a la zona de las bodegas de uso familiar que parecen las casitas de los gnomos, además bajamos a una de ellas, utilizando linternas ya que no cuentan con luz eléctrica, pero suficiente para ver y conocer como se hacía el vino para consumo propio.
Luego nos fuimos a un lagar para terminar de conocer la historia ante un buen trago de vino.
Terminamos la visita a Zazuar entrando en la Iglesia de San Andrés, que si bien por fuera no llama especialmente la atención una vez dentro te sorprende muy gratamente por su inmensidad y cuya construcción duró doscientos años.
El día no termina aún, porque de regreso a Vadocondes, donde nos hospedamos, nos estaban preparando una cena estupenda con cordero y conejo al pincho, siendo Vadocondes el único lugar de la zona en el que mantiene esta modalidad de asado, aunque también complementamos con la parrilla.
La noche era fresca, pero junto al fuego se aguantaba bien, aunque cenamos en el interior de las escuelas, donde nos presentaron un proyecto llamado Reserva Duero, donde podemos encontrar una buena selección de Bodegas, de Casas rurales, de Restaurantes... todo ello muy cuidado.
Después de la cena vino el Casino del Vino, una forma muy divertida de sacar tus mejores habilidades para adivinar sabores y aromas jugando las fichas como en un autentico casino.
Todo ello bajo la supervisión y la dirección de las crupieres de Ribiertete.
Formamos dos equipos para jugar uno contra el otro, yo iba en el que quedó en un honroso segundo puesto.
Una vez que terminamos el juego y antes de retirarnos a dormir, un miembro de la Plataforma por el Ferrocarril Directo Madrid-Burgos por Aranda de Duero nos explicó toda la problemática que tiene toda la comarca al eliminar este trayecto. Puedes seguir su página de facebook.
Un reparador descanso, pero corto, ya que la noche anterior había sido larga entre risas y juegos, pero nos esperaba Peñaranda de Duero, con plaza de corte medieval, siendo uno de esos pueblos que has de visitar al menos una vez en la vida, por que si no te habrás perdido algo lleno de belleza y de historia.
Visita obligada es el Palacio de los Avellaneda, es una joya del plateresco, pero que no te puedo enseñar su interior por que no nos permitieron hacer fotos, cosa que a día de hoy no lo acabo de entender, como hay aún lugares que no permiten hacer fotos en su interior, pero en cualquier caso hay que visitarlo, se hace siempre en visita guiada.
Desde las ventanas del palacio se ve la plaza Mayor y la Iglesia dedicada a Santa Ana.
La Escalera de Honor nos permite acceder a la parte superior del Palacio y a los salones.
También visitamos la Iglesia ex colegiata de Santa Ana, en una visita mas rápida con un retablo obra de Ventura Rodriguez y entramos en la sacristía donde destaca la curiosidad de la caja fuerte a una buena altura para evitar el hurto por parte de los ratones de la Hostias.
Abandonamos el núcleo urbano para subir a lo alto de la ladera donde está ubicado el castillo del siglo XV.
Desde allí parece que pudieras tocar con la mano el Palacio de los Avellaneda y la ex colegiata.
El cielo con las nubes nos dio una visión de profundidad de la zona, que la mayoría de nosotros aprovechamos para hacer fotos desde distintos ángulos.
El castillo se puede visitar libremente excepto la torre del homenaje, que se encuentra cerrada y para poder visitarla hay que informarse en la Oficina de Turismo de Peñaranda de Duero.
En cualquier caso siempre hay que subir al castillo de Peñaranda.
Continuamos el recorrido para llegar hasta Tubilla del Lago, allí nos esperaban una estupenda sorpresa que ya habíamos oído hablar de ella, pero que en mi caso en mi anterior visita aún no estaba realizado el proyecto.
Se trata de la Ruta de los Murales, una iniciativa de varios vecinos del pueblo y que Pilar nos fue enseñando y explicando la historia de su realización.
Verdaderas obras de arte adornan las fachadas de lonjas, casetas, tapias, puertas y demás, que le dan un valor añadido al lugar, todo ello por supuesto con el permiso de los propietarios de los inmuebles.
De esta forma cuentan con el mural mas grande de Castilla y León como es el caso del mural de la foto inferior.
Los temas son variados y todos tienen su motivo.
Éste de la foto inferior de "tres navíos en el mar... y otros tres en busca van", me devolvieron en un instante a mi infancia cuando jugaba con los amigos por las calles y esquinas de mi pueblo.
El pastor y sus ovejas es una estampa típica de los campos de Castilla y mas en la zona de la Ribera.
Colorido y alegría la que sienten estos artistas al volver a su pueblo y así lo reflejan en este mural.
La Mujer... como motor y emprendedora en toda esta zona del mundo rural, sin ella sería imposible tirar para adelante.
Visitamos el taller de Artencuero que tiene Pilar, donde además de enseñarnos a hacernos una pulsera que nos llevamos cada uno nos explicó la variedad de las pieles, las calidades y nos mostró como trabaja ella de forma totalmente artesanal.
Las últimas horas de lo que nso quedaba del fin de semana, lo íbamos a pasar en el Circuito de Velocidad Kotarr, donde habíamos reservado una paella para comer en su restaurante antes de darnos unas vueltas en los karts.
Se encuentra a la salida de Tubilla del Lago y cuenta con unas estupendas instalaciones homologadas para realizar competiciones nacionales e internacionales, además de cursos, prácticas y entrenamientos, pero si lo tuyo es pasar un buen rato con los amigos o con la familia sintiendo lo que siente un piloto de carreras, puedes alquilar unos karts y pasar un rato muy divertido.
Después de esta experiencia de velocidad (yo soy un negado, lo mío es la lentitud, pero ahora ya lo se) llega el momento de la despedida y de irnos cada mochuelo a su olivo, pero con la sensación de haber conocido en algunos casos y ampliado en otros, el potencial turístico que tiene la Ribera del Duero burgalesa, con alojamientos, actividades, patrimonio, iniciativas, gastronomía, enoturismo, historia...
Si tienes un fin de semana piensa en esta opción por que no te defraudará, estoy convencido.
Muchas gracias a Ana y a Pilar de ACRIDUERO y extensible a todas las personas, empresas e instituciones que han hecho posible este fin de semana tan especial en la Ribera del Duero burgalesa.
Maravilloso reportaje que me ha trasladado a la comarca de mis antepasados maternos. Mi bisabuelo Eusebio fue secretario del ayuntamiento de Santa Cruz de la Salceda y mi abuela Eufemia nació en Fuentespina. Peñaranda es para no parar de visitarla. Pero entrar en la plaza y contemplar esa FACHADA en Gumiel de Izan en sentarte y dejar pasar el tiempo con una copa de Ribera que te alivie del mal de stendhall. ¿De verdad que hay que ir a Petra?
ResponderEliminarGracias
Arturo moreno de vicente
alicante
Hola Arturo, muchas gracias por tu comentario y por tus palabras, me alegro de que te guste el reportaje de tu tierra. La verdad es que nos trataron muy bien y se notaba el esfuerzo que hicieron para que todo saliese bien.
ResponderEliminarSaludos
Me encanta el reportaje. Como siempre bien trabajado. Pero amigo, Abi, quedar en segundo lugar habiendo solo dos no es tan honroso.Veo que lo que te comenté
ResponderEliminarno te ha servido de mucho.
Saludos.
Jajajaja Paco, un segundo puesto es un segundo puesto jajaja.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y tus consejos, a ver si soy capaz de ponerlos en práctica.
Un abrazo