La Comunidad de IgersGasteiz, ya han celebrado su quinto aniversario y para ello prepararon una agenda de actividades sencillas pero muy interesantes, donde todos los que asistimos disfrutamos mucho haciendo lo que más nos gusta, que es afotar y para ello visitamos el Teatro Principal de Vitoria y la destilería Basmoon en una calurosa mañana de sábado.
Nuestro punto de encuentro en esta ocasión fue en la estatua del Caminante, por ser un lugar de referencia y cercana a nuestro primer objetivo que no era otro que el Teatro Principal de Vitoria, que se encuentra en la calle de San Prudencio. Así que pasen y vean.
El motivo de visitar el teatro era que está de cumpleaños, convirtiéndose en centenario, ya que su inauguración fue en el año 1.918 con el nombre de Nuevo Teatro de Vitoria. No fue hasta 1.961 cuando fue bautizado con el nombre actual de Teatro Principal.
En nuestra visita al interior pudimos entrar y salir, subir y bajar, prácticamente por todos los rincones para intentar sacar fotos de todo lo que allí hay.
Cuando vas al teatro siempre lo ves desde el patio de butacas o desde las plantas superiores, pero desde el escenario... nunca, así que fue uno de mis primeros lugares a ver y mirar desde otro punto de vista. El punto de vista de los artistas que realizan su trabajo en esa enorme plataforma de disfrute de las personas que están sentadas.
La lámpara que se encuentra sobre el patio de butacas, posiblemente fue el elemento más fotografiado por todos nosotros.
Nunca había entrado en unos camerinos de un teatro y lo que más me sorprendió es su luminosidad, que por otra parte entiendo, pero acostumbrado a ver los camerinos en las películas con tanto glamour y adornados, me dejó un poco frío.
Cuenta con un buen número de camerinos, tanto para los actores y actrices principales como para el resto. No los conté pero había unos cuantos individuales y otros colectivos como el de la foto inferior, eso sí, todos muy luminosos.
Por los pasillos laterales se accede a los distintos palcos, cada uno con su puerta y en el interior cortinas.
Poder hacer una visita por libre en el teatro nos sirvió para poner a prueba nuestras dotes de actrices y bailarinas y dejar constancia fotográfica para el recuerdo.
Uno de los puntos chulos del teatro es la zona destinada al ambigú, un lugar muy acogedor donde poder tomar algo durante los "descansos".
Que dura es la vida de los aficionados a afotar, siempre por los suelos.
El Teatro Principal de Vitoria acoge en su escenario espectáculos de calidad, tanto de música, danza y por supuesto teatro, actuaciones de Magialdía, entre otras muchas actividades.
El teatro tuvo su valedor en Cesáreo Iradier que se inspiró en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, pero su construcción fue posible gracias a los vitorianos que con acciones de 100 pesetas promovieron su construcción.
Hoy en día es un referente de las artes y la cultura de la ciudad con una media de 160 espectáculos al año.
Aquí te dejo el enlace a su web.
Una vez terminada nuestra visita al Teatro Principal nos volvimos a reagrupar en la estatua del Caminante, una escultura de 3 metros y medio de altura creada por Juan José Eguizabal en bronce y que fue inaugurada en 1.985. Incluso tiene el pie más grande que el mío.
Para ir hasta la destilería Basque Moonshiners, cogimos el bus municipal y a mediodía estábamos allí dispuestos a aprender todo lo posible sobre el vodka y la ginebra que se crea en esta destilería vitoriana y donde la patata tiene un protagonismo especial.
La historia de estos tres amigos y socios que han creado esta destilería está llena de romanticismo y de trabajo a la luz de la luna en Fontecha en un pequeño granero.
Resulta que en el año 36 del siglo pasado llegó hasta esta localidad alavesa un guerrillero italiano para combatir en la guerra civil española. Este hombre llamado Antonello Favro, fue el que enseñó a Tomás Ortiz de Zárate a producir el vodka con la receta que él traía desde Italia.
Así ha llegado hasta nuestros días aprovechando la extraordinaria patata alavesa y creando un producto artesanal y de calidad. Así nace Basmoon Vodka.
La visita no solo conlleva conocer la historia del producto, si no ver como se lleva a cabo su elaboración y sobre todo probarlo, para lo que las catas son un elemento imprescindible durante la visita.
La destilería en el lugar actual se funda en el año 2.014, con producciones pequeñas que no llega a superar las 1.100 botellas y siguiendo con cuidado los métodos llegados de Italia y transmitidos al abuelo del actual maestro destilador Carlos Ortiz de Zárate.
El alcohol lo obtienen de la patata y todo el proceso lo hacen en su micro destilería donde un bonito alambique de cobre se lleva la parte principal del trabajo.
Fuimos testigos de como sellaban con cera una serie de botellas una a una, para un pedido que iba para Madrid.
Me gustó una anécdota que nos contaron de como ahora tienen un cliente de Vitoria Gasteiz que tras irse de vacaciones a Polonia, probó allí el vodka; le gustó tanto que se interesó por la botella y cual fue su sorpresa al ver que estaba elaborado en su ciudad, convirtiéndose en cliente incondicional para sus establecimientos.
Los cócteles y combinados de los distintos destilados que José Luis nos preparó con mucho arte nos deleitó a todos que disfrutamos de lo lindo, tanto de la visita y del trato cercano como de sus espirituosos.
Desde luego totalmente recomendable hacer una visita a esta micro destilería ubicada en Vitoria Gasteiz. Seguro que os contagian su pasión por lo que hacen, como nos ocurrió a nosotros.
Siempre es mejor ponerse en contacto previo con ellos, así que os dejo en enlace a su web aquí mismo.
Precioso e interesante reportaje.
ResponderEliminarMuy buena tomas, tanto del Teatro como de la destileria.
Un abrazo Abi.
Ramón
Muchas gracias Ramón, la verdad es que cuando fui, no llevaba idea de publicar nada en el blog, pero me gustó tanto que aproveché las fotos que hice y este ha sido el resultado.
ResponderEliminarUn abrazo