A veces estar en las nubes es una de las mejores opciones para desconectar con la rutina diaria y ver la vida con otra perspectiva y eso es lo que hice el otro día sobrevolando Segovia, una ciudad Patrimonio de la Humanidad, comiendo el mejor jamón del mundo, cortado por un maestro cortador de jamón, bebiendo champagne francés y acompañado por música en vivo, vamos una experiencia inolvidable en toda regla, pero... vamos al lío.
La Asociación de Camareros de Segovia y Su Provincia y la empresa de paseos en globo Siempre en las nubes, ofrecen un nuevo servicio desde este mes de junio con la colaboración de Monte Nevado que aporta el jamón de bellota, Pernod Ricard con su champagne Mumm y el dúo musical Les Chapeaux por lo que estar Siempre en las nubes se convierte en un vuelo exclusivo.
La cita para vivir la experiencia era a las 7 de la mañana en el campo de vuelo de globos aerostáticos de Segovia con el recorte en el horizonte de la Catedral que se mostraba majestuosa sobre el resto de edificios. La mañana no era más fresca de lo que estaba siendo habitual en los días pasados y todo estaba a favor para realizar el vuelo sin ninguna novedad.
Antes de seguir adelante te invito a que veas el vídeo, así que sube el volumen y dale al play, relájate y vuela junto a nosotros.
Aunque la cita era a las 7 de la mañana como ya he comentado antes, a mí me gusta llegar con más tiempo y ver como se prepara el globo, como se hincha, como se calienta en aire... vamos... ver todo el proceso, de esta manera formas un poco parte de la experiencia desde el principio y no llegar cuando está todo preparado, pero bueno... para gustos están los colores.
El proceso es sencillo y se va llenando el globo como has podido ver en el vídeo con el aire que lanzan dos potentes ventiladores y ves como de la nada, el globo va creciendo y tomando la forma adecuada, eso si... en el suelo.
No es hasta que el globo está lleno de aire cuando se comienza a calentarlo con los quemadores que están situados sobre la barquilla y que hacen que el globo se eleve del suelo y se coloque en la posición adecuada para realizar el vuelo sin novedad y placentero.
Momento en el que las personas que van a realizar el vuelo van tomando posiciones en la barquilla. Por cierto Siempre en las nubes tiene dos barquillas adaptadas para personas con movilidad reducida y para sillas de ruedas, contando la barquilla con puerta de acceso al interior en caso de no poder saltar por encima, de esta forma nadie se queda sin disfrutar del paseo en globo dejándose llevar por el aire.
Los preparativos son importantes y tener todo bajo control, cosa que nuestro piloto Cristian Biosca lo hizo a la perfección como no se podía ser de otra manera.
El vuelo estaba a punto de comenzar...
José Antonio Garcia, conocido popularmente como Toñín del Restaurante La Trébede dispuesto con su herramienta de trabajo se encarga de ir cortando el jamón que los viajeros degustan.
Jamón de bellota de Monte Nevado que tiene el honor de haber sido elegido el Mejor Jamón de Bellota de España en el año 2018, por lo que podríamos decir que es el mejor jamón de bellota del mundo.
El maridaje perfecto lo complementa el champagne francés G.H.Mumm facilitado por Pernod Ricard y que por supuesto bebemos en copa de cristal.
Se me saltan las lágrimas al ver la foto y recordar el sabor, la textura, el aroma... y ver a Toñín manejando el cuchillo a ritmo de la música.
La música en vivo la pone el dúo Les Chapeaux formado por Luiz Gibson a la guitarra y Héctor López con el clarinete, con lo que ya se riza el rizo.
Cierra los ojos e imagina volar el globo que ya te digo yo que es una experiencia fantástica y que puedes ver el vuelo que hice sobre Guadix (Granada) si pinchas aquí.
Lo dicho imagina volar en globo con el mejor jamón de bellota del mundo, con "champán" francés y música en directo... pues yo no era capaz de imaginarlo hasta que lo he realizado y además sobrevolando Segovia, ciudad Patrimonio de la Humanidad.
A esto lo llamo yo un vuelo exclusivo e inolvidable.
La niebla quiso hacerse protagonista y fastidiarnos el vuelo pero hicimos (bueno, hizo Cristian) de la necesidad virtud y subimos...
...por encima de las nubes. En mis tiempos de montañero había vivido muchas veces estar por encima de las nubes y sentir la sensación de tener bajo tus pies un enorme colchón de algodón blanco, pero nada parecido a estar volando a merced del aire por encima de las nubes.
La compañeras de RTVCyL no perdieron detalle para grabar con la cámara al igual que los fotógrafos de los distintos medios de Segovia para hacer fotos. Sin lugar a dudas esta es una experiencia que no se vive todos los días.
Tuvimos tanta suerte que hasta vimos el Espectro de Brocken con su aureola de colores alrededor del globo.
Brocken es el nombre de una cumbre montañosa de Alemania dónde la nieblas son frecuentes y por lo tanto este efecto también es habitual verlo en sus laderas.
Después de haber vivido esta experiencia sobre las nubes en el mundo de los dioses y haber estado a pleno sol viendo las cumbres de las montañas que rodean Segovia, volvimos al mundo de los mortales perdiendo altura para buscar un lugar donde poder aterrizar.
Algo nos habíamos alejado de la ciudad, pero es lo que tiene el aire, que te lleva a su merced.
Una vez aterrizados sin novedad, llega el momento de deshinchar el globo y de comenzar a recogerlo para lo que hay que estirarlo y doblarlo bien.
Mientras las personas de Siempre en las nubes recogían el globo, nosotros seguimos dando buena cuenta del jamón de Monte Nevado que tan magistralmente cortaba Toñín amenizados por las melodías de Les Chapeaux. Cómo me gusta el sonido del clarinete.
Supongo que la herramienta hace mucho pero el arte de saber utilizarla y ver como disfruta cortando el jamón... yo creo que hasta sabe más bueno.
Los artífices de que el vuelo fuese tan placentero y despertase hasta los sentidos que no sabemos que tenemos.
De izquierda a derecha según se mira la foto,
Cristian Biosca, Luiz Gibson, José Antonio Garcia "Toñín" y Héctor López.
Terminada la experiencia y vuelta al lugar de partida, tras despedirme de los promotores de esta actividad a la que auguro un enorme éxito por su iniciativa exclusiva llena de sensaciones tanto gustativas como auditivas, me dediqué a dar una vuelta por Segovia y alguno de sus lugares más emblemáticos y que además recomiendo visitar tras realizar el vuelo para tener una jornada completa.
El Acueducto de Segovia, lleva en la ciudad desde el siglo II después de Cristo y sirvió para abastecer de agua a la ciudad desde el manantial de la Fuenfría y digamos que es el monumento más conocido de Segovia, siendo construido por los romanos.
Subiendo por la calle de Juan Bravo llegamos hasta la plaza de Medina del Campo, dónde se encuentra la iglesia de San Martín, en la que podemos ver mezcla de románico y mudéjar. Una verdadera joya.
Continuamos hasta la plaza Mayor, aquí en un lateral vemos la Catedral que está dedicada al Nuestra Señora de la Asunción y a San Frutos.
Tiene el sobrenombre de Dama de las Catedrales debido a sus dimensiones y se pueden apreciar estilos gótico y renacentista.
Mi visita la termino en el Alcázar de Segovia, monumento que ha pasado por distintos estadios desde la época romana hasta nuestros día que es como lo conocemos en la actualidad y que alberga el Archivo General Militar de Segovia y un Museo de Armas.
Día redondo en Segovia, gracias a Siempre en las nubes, a Monte Nevado, a Pernod Ricard, a Toñín y a Les Chapeaux. Siempre es un placer visitar Segovia, su historia, su arte y su gastronomia, pues ahora tienes otro motivo más... Siempre en las nubes un vuelo exclusivo.
Toda la información necesaria y la forma de contratar el vuelo lo tienes en la web de Siempre en las Nubes.
Aún no hemos montado en globo, apuntamos esta opción en Segovia; además del paisaje, se complementa con jamón, champagne y música. Qué más se puede pedir!
ResponderEliminarHola Al Este por el Oeste, la verdad es que es un vuelo muy completo y una experiencia inolvidable y ya no solo por el vuelo en si, si no por todo lo que lo acompaña y además en Segovia que es Patrimonio de la Humanidad.
ResponderEliminarSaludos
Me parece una de las experiencias más maravillosas que se pueden tener. Yo lo hice hace algunos años en Extremadura cuando trabajaba en el periódico y nunca olvidaré la sensación de ver mi tierra desde esa altura. Recuerdo el Teatro Romano y me impactó muchisimo. Eres un afortunado por haber podido hacerlo!!
ResponderEliminarHola Olga, la verdad es que si. Es la segunda vez que vuelo (la primera lo hice en Guadix (Granada) y ambos vuelos geniales pero éste tiene el aliciente añadido de la música en vivo, el jamón de bellota y el champan.
ResponderEliminarBesos