Acercarse hasta los pequeños pueblos que están diseminados por la enorme tierra de Burgos, es uno de esos pequeños - grandes placeres que te ofrece la vida en el mundo rural, que rebosa historia por los cuatro costados, así que en esta ocasión nos encontramos en la Ribera del Duero y vamos a ver Haza y su Torreón convertido en Museo Vivo, lo que permite entrar dentro de sus grandes muros y descubrir una buena parte de su historia, además de ser un excelente mirador sobre una buena parte de la Ribera.
Supongo que si no conoces el concepto de Museo Vivo, te preguntarás que es, pero no te preocupes que te lo vamos a explicar y poner el enlace a su web y verás de que forma más sencilla podrás visitar un buen número de museos en pequeños pueblos.
Antes de seguir adelante te invito a que veas el siguiente vídeo que muestra nuestro paso por Haza y la visita al Torreón, así que sube un poco el volumen y dale al play.
Antes de nada te diré que los Museos Vivos, es un sistema para poder visitar esos museos de pueblos pequeños, que por razones obvias no pueden tener una persona diariamente para atender, por lo que con este sistema puedes visitarlo a la carta, registrando tus datos en la web de Museos Vivos, y te envían una clave que tendrás que utilizar para acceder al museo. Apenas te llevará cinco minutos y tendrás tu hora y clave de acceso.
Nosotros teníamos la hora de visita a las diez de la mañana, así que madrugamos un poco para llegar a la hora prevista y al poco de dejar la carretera que va entre Soria y Valladolid, vimos majestuoso Haza, encima de una colina, cuya ladera está salpicada de bodegas.
Al llegar a la puerta de la muralla se encuentra un aparcamiento para evitar que los visitantes entren con el coche dentro del recinto amurallado.
Cuando te encuentras junto a las murallas te das cuenta de la importancia que tuvo esta plaza en el medievo, en la época en que las batallas entre moros y cristianos eran frecuentes, además de las propias luchas entre los nobles castellanos por ampliar sus posesiones territoriales.
Como ya eran las diez de la mañana, nos acercamos a la puerta del Torreón para acceder con el código que nos habían enviado por correo electrónico (era la primera vez que utilizábamos este sistema y estábamos expectantes) y accedimos sin problema.
Las luces se encienden automáticamente en cada una de las plantas para poder ver los paneles informativos que hay con la historia del lugar y a través de escaleras de caracol se sube a la siguiente planta, por lo que no es un lugar apto para personas con movilidad reducida.
En la segunda planta se proyecta un audiovisual en el que conocemos un poco más del pueblo y de su historia y escuchamos las declaraciones de algunos arqueólogos que han intervenido en el estudio y recuperación del Torreón.
El castillo de Haza, se construyó y reconstruyó estando bajo el señorío de los Lara y de los Condes de Miranda, entre los siglos XII y XV.
El último tramo de escaleras te da acceso a la parte alta de la torre que en la actualidad se encuentra cubierta y desde donde las vistas sobre el caserío del pueblo es tremendo.
Se divisa perfectamente el tejado y el campanario de la Iglesia de San Miguel Arcángel.
Y una buena parte de la Ribera del Duero, aunque a los pies de Haza transcurre el río Riaza, afluente del Duero.
Una vez terminado de ver las tres plantas del Torreón, salimos de nuevo a la calle, no sin antes comprobar de que la puerta ha quedado bien cerrada y nos disponemos a callejear por este histórico pueblo.
Nosotros optamos por ir bordeando el pueblo y llegar hasta un mirador que hay por detrás de la plaza Mayor, para luego regresar a ésta, donde se encuentra el único bar del pueblo, pero que en invierno solo abre los fines de semana.
Y así llegamos hasta la Iglesia de San Miguel Arcángel, un edificio que tiene elementos románicos y góticos y como era de esperar, estaba cerrada, así que no pudimos ver el retablo del siglo XVI, con el que cuenta, ni el resto de elementos de su interior.
La iglesia se encuentra adosada a la muralla que da al sur, siendo esta parte la mejor conservada del recinto amurallado, junto con el Torreón.
La portada de la iglesia tiene varias arquivoltas, sujetas por sendas columnas y capiteles con hojas de parra.
Terminamos de dar la vuelta por el pueblo y nos acercamos a la ladera en la que se encuentra el barrio de las bodegas para hacer la última foto del pueblo antes de marchar.
El día era frio como corresponde al invierno burgalés y apenas vimos tres personas en el pueblo de las pocas más de dos docenas que viven en él. Se me antoja que en buen tiempo ha de haber ambiente en esa plaza tomando una cerveza fresquita
Gracias por dar a conocer este pueblo de Haza y su sistema de Museos Vivos.
ResponderEliminarA ti por seguir el blog y comentar. La verdad es que es un pueblo de lo más coqueto y aunque no pudimos disfrutar de la terraza del único bar del pueblo por estar cerrado, me da que es uno de los lugares más agradables donde tomar un refresco en verano y hacer una buena tertulia.
ResponderEliminarEl sistema de los Museos Vivos me parece una fórmula estupenda para poder visitar estos lugares en pueblos pequeños que de otra forma estarían cerrados y no podríamos disfrutarlos.
Saludos
Mucha gracias por tus comnetrios y fotos de Haza. Tengo el apellido Daza por line paterna y tengo entendido que su origen es ese pueblo. Mi antepasado migró desde Extremadura al norte de Colombia en 1697.
ResponderEliminarMe alegro que te haya servido para conocer un poco más del pueblo de tus antepasados. Saludos
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