Ha llegado el otoño y hay que salir al campo para disfrutar de los colores que nos brinda esta estación, así que después de mirar el tiempo nos decidimos por por ir a la Sierra de la Demanda pero en La Rioja, a pesar de no tenerlas todas con nosotros.
En este caso elegimos la ermita de la Soledad, una pequeña ermita en medio de la sierra, perteneciente al municipio de Canales de la Sierra en la Comarca del Alto Najerilla, donde se pude disfrutar de tranquilidad y un entorno de lo mas acogedor.
La ermita data del siglo XVIII y está construida en mampostería y sillarejo. También se celebra el último fin de semana de Agosto, una romería datada en 1577 y era realizada por una cofradia que se llamaba "Esclavos de la Virgen de la Soledad".
Haciendo honor a su nombre el lugar estaba en completa soledad, solo nosotros rompíamos la tranquilidad, que incluso hablabamos bajito para no molestar a los moradores de tan bucólico lugar.
Los árboles estaban empezando a cambiar el color de las hojas, pero aún le faltaba una semanita, o al menos eso calculamos nosotros.
A pesar de que estaba el día gris y con la neblina casi encima, decidimos dar un paseo por los alrededores, viendo que estaba bien preparado para las visitas con puentes, merenderos y todo muy limpio, lástima que se vea la viga de hierro en el puente sobre el que "posa" la Mi Dueña.
El arroyo aunque con poca agua bajaba alegre, como corresponde a un buen arroyo de montaña creando rincones tan agradables que no nos dábamos cuenta de que empezaba a chispear. Así que nos volvimos hasta donde habíamos dejado la furgoneta y aprovechamos para comer el bocadillo debajo del portón trasero.
Por la tarde y ya ataviados de un paraguas para resguardarnos del "calabobos" continuamos con el paseo que habíamos dejado al mediodía.
Esos colores están a punto de caramelo.
Alguna haya crecía fuerte y robusta a orillas del arroyo, formando un conjunto que... ¿como será en primavera cuando baje mas agua?
Aquí ya se animaba la lluvia y se ponía "chulita" con intención de mojarnos, pero yo no estaba por la labor de calarme y menos con la media "ortopédica" que luego tengo que llevar la humedad el resto del día, así que sacamos la última foto debajo del paraguas y regresamos a la furgoneta, con la sana intención de volver a visitar el lugar en breve, para ver si podemos hacer alguna foto guapa del cambio de color de la hoja.
Desde luego el tiempo que pasamos en el entorno de la ermita de la Soledad, fue de lo mas agradable, respirando esa humedad que hace característicos estos días y que si uno se lo piensa demasiado y no sale de casa es algo que nunca podrá experimentar.
¡¡ Qué lugar mas chulo !!! me encantan todas las fotografías que tienen agua, y ya se empieza a ver las diferentes tonalidades en las copas de los árboles...
ResponderEliminarUn abrazo Abi
La ermita es una maravilla !
ResponderEliminary los fotos no digamos .
El otoño es una explosión de miles de colores .
Gracias por hacernos partícipe de esta belleza .
Besos desde Málaga.
Que reportaje más bonito con esos lugares de ensueño y bien relatado.
ResponderEliminarSaludos y abrazos.
Qué felicidad disfrutar de ese paseo en tan bella naturaleza, contagiados por su soledad y silencio. Un paraje precioso, que se tornará muy pictórico con las mutaciones coloristas.
ResponderEliminarUN abrazo,
Luis.
Hola Abi,
ResponderEliminarprecioso lugar, me encantan estos sitios en plena naturaleza donde el maximo sonido es el murmullo del rio o el cantar de los pajaros
fuerte abrazo
¡Precioso lugar! Sin duda, los bosques de hayas de Urbión, Cebollera y Cameros son espectaculares. Es extraño que no os hayáis cruzado con algún jabalí, venado, o el príncipe de esas sierras, el corzo. Dentro de nada, el otoño cubrirá el hayedo de colores, y los musgos, quejigos, aulagas, contrastarán en verde y agua con los marrones y violetas de las hojas muertas. Maravilloso paisaje de quietud y vida; y si en cualquier paseo, a la caída de la tarde, os apostáis en alguna cumbre, puede que tengáis la suerte de ver el paso de paloma y zorzal. En fin, gratos recuerdos me han traído esta entrada tuya. Gracias y un saludo.
ResponderEliminarEl lugar promete, y mucho. Agua y una masa forestal frondosa que deja entrever la luz, poca concurrencia, silencio, lo tiene todo. Unos días más que se transforme en un batiburrillo de colores y ya acaba por ser lugar necesario al que volver (porque este lo tienes en la agenda otoñal, seguro). Vivir en la puerta de cien paraisos y olvidarlos sería de necios, envidia amigo Abi, que mis pinos no cambian de traje en otoño.
ResponderEliminarSaludos
Joe, pero que chulada de paisajes...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Un hermoso lugar.
ResponderEliminarjo que bien te lo pasas chaval
ResponderEliminarQue precioso paraje este que nos enseñas ,una maravilla. Yo también tenía ganas de que llegara el otoño "mi estación favorita" aunque a diferencia de allí arriba por aquí en levante aun no se nota mucho.Saludos
ResponderEliminarAquí pasa lo mismo, Abi: agua, la justita y colores a punto de caramelo... pero todavía falta un poquito.
ResponderEliminarHabrá que ver la romería, también.
Un abrazo, Abi
Que fotografías tan bonitas Abi.
ResponderEliminarEstá a puntito y no le falta más que un suspiro, esta para mí es de las épocas más bonitas del año, por su colorida, su melancolía...
Genial, enhorabuena¡¡¡
Un fuerte abrazo y, una vez más, mil gracias por todo.
A Salto De Mata
Viajeros Sin Límite
Menudo reportaje te has marcado, Abi.
ResponderEliminarNo sabría decantarme por una sola foto, todas son una preciosidad con un perfecto procesado.
Dentro de muy poquito ese lugar se vestirá de colores otoñales que aumentará su belleza.
Felicidades, y gracias por compartir tanta belleza
Besos
Hola Abi! Como bien dices, esta estación que acaba de comenzar es especial. Los colores que se ven en ella son espectaculares.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir con nosotros parajes tan bellos como éste que has descrito en esta entrada.
Sin lugar a dudas, un lugar que merecerá la pena poder conocer algún día.
Un abrazo.
preciosos los colores que vienen, por tus magnificas imagenes, seguro que fue un estupendo paseo...un abrazo Abi
ResponderEliminarHola Abi : el otoño tiene algo mágico en el bosque y para el aficionado a la micología mas aún. Todavía apenas hay setas por la falta de humedad. El viernes pasado cogí un puñado de champiñones en Espinosa de los Monreros y días anteriores cuatro níscalos y galampernas, total nada. Yo no voy escíficamente a por setas , sino que haciendo montaña o senderismo los tropiezas sin mas, pero como objetivo nunca me lo marco, el coger setas. te diré que los ríos bajan casi secos : el Trueba , el Bayas, etc. que son los que he visto estos días. Hoy hablando con un tío que tengo en Poza, me decía , que no se explica como viven los arboles con lo poco que ha llovido ( 93 años tiene). Un abrazo.
ResponderEliminarLa naturaleza no entiende de fronteras, pero si esa ermita, que desconozco y ni se dónde se encuentra, pertenece a La Rioja, estará bien conservada así como su entorno. Ventajas de ser Autonomía uniprovincial.
ResponderEliminarSaludos, Abi
No se si lo sabes, pero a los de Burgos les cobramos un canon por afotar en La Rioja...
ResponderEliminar¡Que lo sepas!
LUGARES CON ENCANTO... AGUA,VERDE...EN FIN ,NATURALEZA
ResponderEliminarSALUT
JOAN
¡Hola! Que lugar más bonito me han encantado las fotos de los riachuelos. Por cierto, tienes razón es una lástima lo de la viga de hierro le resta bucolismo a la foto pero esta muy guapa! besos
ResponderEliminarLas fotos de naturaleza son espectaculares, enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo