Una de las visitas que tenía pendientes de toda la vida, era el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, nunca encontraba el momento y no será por no pasar por la puerta y por no tomarme algún que otro café el bar de enfrente, el Café de L'Opera, que mantiene su sabor y ambiente desde 1.929.
Pero no es del café de lo que voy a hablar en esta entrada del blog, si no como decía al principio... de El Gran Teatro del Liceo de Barcelona.
El caso es que tiene unos horarios de visitas guiadas de lunes a domingos a las 10 de la mañana y en la que incluye visita al Círculo del Liceo, así que se lo propuse a la Mi Dueña y al día siguiente por la mañana tomamos la linea roja del metro hasta Plaza Cataluña para bajar disfrutando de la mañana por Las Ramblas hasta la puerta del Liceo.
Aún nos dio tiempo de saborear un chocolate en el Café de L'Opera, eso sí a las diez en punto comenzó la visita con el escaso número de visitantes en castellano, el resto y mas numeroso era en inglés.
Un jubilado por lo que él dijo hacia de guía voluntario y a fe que disfrutaba de la compañía y del lugar con el cariño que lo explicaba todo, sin ser un loro repetitivo como en algunas ocasiones se da en los guías. Era un señor que nos enseñaba su casa.
Después de una breve presentación en el vestíbulo basado en el renacimiento y especialmente llamativo por el color especial de sus paredes y suelos, convenientemente iluminadas con unas vistosas lámparas de techo, nos dirigimos a la escalera que nos lleva a la parte superior...
...para entrar en el Salón de los Espejos, sala que se utiliza para los descansos, con una serie de pinturas en el techo...
...y con escritos alrededor de la sala con referencias a la música y al arte en general. Todo ello en un ambiente que muestra elegancia y buen gusto.
No pude resistirme en ponerme debajo de una de las lámparas y sacarle una foto y éste fue le resultado.
El Liceo, como se le conoce popularmente fue inaugurado en 1.847 y ha sufrido dos incendios y un atentado en 1893 por Santiago Salvador que tiró una bomba en la platea, muriendo veinte personas.
A partir del segundo incendio en 1.994 y su posterior restauración, se respetó el ambiente de la sala y el escenario se amplió de forma considerable de tal manera que se puede estar representando una obra y tener varios escenarios montados simultáneamente. Desde luego es mucho mas grande lo que no se ve que lo que si se ve, con una enorme "chapa" que blinda el escenario de la sala.
En el techo esta impresionante lámpara foco de los móviles y cámaras de fotos desde el patio de butacas antes de comenzar las funciones.
En la última restauración aunque se ha mantenido el estilo anterior se han reducido el número de asientos para estar mas cómodos y en los extremos de los pisos cuatro y cinco en los palcos que no tienen buena visibilidad hay instaladas pantallas de televisión, que en circuito cerrado transmiten en directo lo que acontece en el escenario y evidentemente estas localidades son mas asequibles.
Llama la atención que no hay palco presidencial o real o nada que se le parezca, pero el motivo es que nunca fue teatro real, si no promovido por la propia sociedad barcelonesa a base de donaciones particulares. El caso es que en la actualidad pertenece a la Generalidad, a la Diputación, al Ayuntamiento y al Ministerio de Cultura y la Fundación del Gran Teatro del Liceo es quien lo gestiona.
Después pasamos por los salones del Círculo del Liceo, club privado que tiene su sede en el propio Liceo, con unas cuantas joyitas colgadas en las paredes y en el que hasta hace bien poco no se permitía entrar ni pertenecer a él a las mujeres, siendo incluso negada la entrada a la mismísima Montserrat Caballé que tantas veces había cantado en su escenario.
En el año 2.001 ingresaron Magda Ferrer Dalamu y Adela Subirana siendo las primeras mujeres en pertenecer al Cículo.
El salón circular conocido como la Rotonda con doce cuadros colgados de sus paredes, obra del barcelonés Ramón Casas que fue miembro de la Sociedad de Artistas Franceses y la influencia francesa se nota en algunas de sus obras.
Volvimos a pasar por el Salón de los Espejos momento que aproveché para fotografiar de nuevo los techos...
...para bajar por las escaleras hasta el vestíbulo, donde sobre un plano pudimos apreciar la grandiosidad del edificio y de las partes que no se ven. Es impresionante.
Aún descendimos más para visitar el Foyer, un habitáculo que se encuentra debajo de la platea del teatro y en el que también se pueden ver espectáculos variados y montajes que no tienen su espacio en el escenario principal.
Algo que me llamó la atención es que se puede alquilar todo el Liceo o por partes. Hay una tarifa para ello, así que el día que sea millonario haremos una fiesta allí para celebrarlo, para que vamos a andarnos con tonterías.
Si quieres ampliar información, conocer su cartelera o alquilarlo, pincha sobre Gran Teatro del Liceo.
Excelente e interesante reportaje en torno a este precioso Teatro.
ResponderEliminarMuy buenas tus fotografías.
Un abrazo Abi y buena semana.
Ramón