El trayecto natural por las calles del Born es ir a parar delante de la iglesia de estilo gótico catalán puro, sobria pero majestuosa de la basílica Santa María del Mar, construida en tan solo cincuenta y cinco años en el siglo XIV.
Cuando miras la fachada por primera vez desde la plaza de Santa María, no te imaginas lo que hay dentro.
Tres naves configuran la arquitectura interior, con altas columnas octogonales, haciendo "juego" con las dos torres de la fachada principal.
Austeridad por los cuatro costados, se respira dentro de la basílica, especialmente en las naves laterales carentes de decoración, resaltando mas aún su enormidad.
Mi interés principal en esta ocasión era subir a las terrazas de Santa María del Mar, para ver Barcelona desde allí.
Para ello hay visitas guiadas en distintos idiomas y distintos horarios. Por razones de tiempo hice la visita en inglés. Solo cuatro personas subimos a las terrazas, así que fue todo un lujo, casi guía particular.
Una vez arriba te explican la historia de Barcelona en general y del barrio en particular, ya que las vistas son excepcionales. Lo mismo casi tocas con la mano la catedral gótica...
...que la Sagrada Familia, con las enormes grúas, que se han convertido en parte del paisaje urbano.
En su origen la iglesia se encontraba a las afueras de la ciudad y era propiedad de los feligreses del barrio y del puerto, que fueron los que corrieron con los gastos de la construcción y en algunos casos con la mano de obra.
Las terrazas son amplias y se puede caminar perfectamente por ellas y asomarse si no tienes vértigo, para ver las calles y plazas que rodean la basílica, como la plaza de Santa María, la calle de Sombrereros o la plaza del Foso de las Moreras.
Los bastaixos o galafates de la Ribera, eran los encargados de llevar las piedras para la construcción de la basílica desde las canteras de Montjuic o desde el puerto donde estaban los barcos que las traían a Barcelona, pero en realidad eran los descargadores del puerto y su origen era el de esclavos, aunque ya para el siglo XIV eran ya hombres libres.
Una vez terminada la visita guiada y situado en el Foso de las Moreras fui a tomar un cerveza al bar restaurante Bastaix, un lugar tranquilo y con encanto y que con su nombre recuerda a los bastaixos.
La plaza del Foso de las Moreras, perteneciente a la basílica de Santa María del Mar, mantiene una llama encendida constantemente en recuerdo de los muertos en el asedio a Barcelona a principios de mil setecientos y que muchos de ellos fueron enterrados en este lugar.
Si quieres seguir viendo la basílica Santa María del Mar y las vistas desde las terrazas, aquí tienes una amplia galería fotográfica y hay que decir que dentro de la basílica dejan hacer fotos siempre que no utilices el flash.
Sin duda alguna es una visita obligada en un viaje a Barcelona.
Estoy de aceurdo con lo de la visita obligada cuando estás en Barcelona. Como muy bien dices la grandiosidad de la basílica se acrecienta al estar desnuda de los ornamentos barrocos que se perdieron durante la guerra civil y que no fueron repuestos.
ResponderEliminarUn abrazo Abi
Gracias por tus palabras Josep.
ResponderEliminarUn abrazo