Lourdes es una pequeña ciudad francesa, situada al norte de los Pirineos en la llanura de Bigorre, muy conocida por ser un importante centro de peregrinación desde finales del siglo XIX, pero hoy no vamos a hablar de eso, si no que vamos a visitar el Castillo y Museo Pirenaico de Lourdes, situado en lo alto de una roca y que domina toda la ciudad.
Lo primero que hicimos nada mas llegar a Lourdes fue buscar alojamiento y lo encontramos rápidamente cerca de la estación del tren y con aparcamiento libre.
Después nuestra visita fue la Oficina de Información para enterarnos de todo lo que podemos ver en la localidad, horarios y demás.
La parte céntrica de la ciudad está llena de tiendas de recuerdos, con casi un tema único: la Virgen de Lourdes, pero nosotros seguimos en dirección al castillo.
Una vez en la base del castillo, nos surge la duda de subir en el ascensor...
...o hacerlo por las escaleras de los Sarracenos. Elegimos la primera opción dejando la segunda para la bajada.
Ya por el año 778, Carlomagno sitia la fortaleza, que en esos momentos estaba ocupada por los sarracenos y en los siglos XI y XII que era prácticamente inexpugnable pasa a ser la vivienda del conde de Bigarre.
En su interior alberga el Museo Pirenaico desde principio de los años veinte del siglo pasado, contando con varias colecciones sobre la historia, vida y cultura de los Pirineos.
La fauna también cuenta con su espacio.
Desde alguna de las ventanas se tiene una estupenda vista de la explanada y la Basílica de Lourdes.
Reconstrucción de una habitación de la comarca con una cama baja y el baúl en el que se guarda el ajuar.
Prensas y útiles para el vino, la leche, mantequilla y quesos, así como carretas y arados, todo ello material imprescindible en la vida de la montaña.
El mobiliario, contaba con varias piezas, pero todas ellas con unos repujados en la madera de un enorme trabajo.
Trajes los hay de todos los estilos y condición de las familias, pero casi siempre de telas gruesas.
Viendo el Museo Pirenaico de Lourdes se puede uno estar un buen rato de dependencia en dependencia y leyendo todos los carteles de lo que es cada cosa. Terminado el recorrido salimos a los patios del castillo.
En Francia se tienen los cementerios dentro de los pueblos y ahí que le vimos junto al cine.
Desde allí no solo se divisa toda la ciudad, si no que se ve una buena parte del Pirineo.
Escaleras de caracol que nos llevan de unas alturas a otras.
Divisamos la plaza de Peyremale donde se encuentra la Oficina de Información y enfrente la iglesia del Sagrado Corazón.
Una de las zonas que mas nos gustó del Castillo y Museo Pirenaico de Lourdes fue la explanada de los Caballeros, donde no solo había un estupendo mirador, si no también una serie de maquetas realizadas entre los años 1921 y 1960 por Margalide Le Bondidier.
Las maquetas están construidas a escala de 1/10 y se pueden ver pueblos de ambos lados del Pirineo, caseríos, etc.
Allí y con las hermosas vistas aprovechamos para comer el bocadillo que llevábamos antes de decidirnos a bajar del castillo pasando por la puerta del Rastrillo y...
...siguiendo por las escaleras de los Sarracenos.
En una visita a Lourdes bien vale visitar su Castillo y Museo Pirenaico. A nosotros nos gustó.
¡Hola Abi1 Preciosa y vistosa entrada. Me ha encantado. Los castillos tienen algo que me atrae desde siempre. Como se ve, en Lourdes hay muchas cosas que ver.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio, gracias por tus palabras, efectivamente no solo en Lourdes está la basílica lugar imprescindible, si no que también el castillo fortaleza y museo.
ResponderEliminarUn abrazo