Monasterio de Santo Domingo de Silos

Hoy si te parece bien vamos a entrar en el Monasterio de Santo Domingo de Silos a visitar su extraordinario claustro románico, que aunque estoy seguro de que ya lo conoces, bien porque lo has visitado o bien porque lo has visto en los grandes medios de información, creo que no cansa de verlo una y otra vez, de hecho yo creo que habré estado dentro docena y media de veces y cada una de ellas descubro un nuevo detalle.

Este viaje se enmarca dentro de la promoción de Sodebur (Diputación de Burgos) bajo el hashtag #DestinoBurgosTrip organizado por la Agencia de Promoción Turística RV Edipress y en la que participamos blogueros de viaje de toda España.

Antes de seguir adelante te invito a que subas el volumen de tu reproductor y le des al play para ver este breve vídeo que te introducirá en lo que vamos a ver a continuación.

Uno de los muchos lugares que tiene la provincia de Burgos que son imprescindibles visitar, es sin duda Santo Domingo de Silos y su Monasterio benedictino y dentro del Monasterio, el claustro románico que es de las joyas de este arte y estilo de construcción mas importantes de España.

La visita, siempre se hace guiada y se puede visitar todos los días en horarios de mañana y tarde todos los días excepto los lunes, el día 1 de enero y el 25 de diciembre, así como jueves santo y viernes santo por la tarde y el domingo de pascua por la mañana.

En todo caso puedes consultar todos los horarios y precios en la web abadiadesilos.es.

El claustro tiene dos plantas siendo la planta inferior la que se visita y que data de la segunda mitad del siglo XI y la primera mitad del siglo XII. La planta superior fue construida en la segunda mitad del siglo XII.

Otro elemento singular del claustro es sin duda el ciprés que se encuentra en su jardín y que posiblemente es uno de los árboles mas populares del mundo y sobre todo a raiz de la extraña enfermedad que le acusó hasta el punto de que casi da con su vida.

Hasta que José Tuset, ingeniero agrónomo dio con el diagnóstico adecuado y por tanto pudo ponerle remedio. El exceso de riego con el agua caliza de la zona iba ahogando las raíces y por tanto debilitando el árbol. En estos momentos vuelve a estar sano y lozano con sus 135 años y sus 28 metros de altura.

No podía salir de allí sin llevarme el recuerdo de un selfi en tan místico y artístico lugar y con tantos siglos de historia.

La verdad es que mientras que el guía hacia sus explicaciones, nosotros aprovechábamos para ir fotografiando todos los rincones y esquinas del lugar y poderlos mostrar al mundo, como el relieve que muestra el Descendimiento de la Cruz.

La visita se comienza siguiendo la construcción del claustro para de esta forma seguir el hilo cronológico de su historia y viendo la evolución de los artistas que a lo largo del tiempo participaron.

La Puerta de las Vírgenes que se encuentra al final de las escaleras se conserva muy bien y que daba acceso al desaparecido templo románico.

A la izquierda según miramos la puerta se encuentra una estatua de piedra de la Virgen de Marzo.

En la escultura del Entierro y Resurrección, podemos ver a las tres Marías que se encuentran frente al ángel que les da la noticia de la Resurrección y bajo el sepulcro se encuentran siete soldados dormidos mientras se obra el milagro.

La tapa del sepulcro de Santo Domingo de Silos, no pasa desapercibida en el claustro, con el cuerpo yacente junto con el báculo, mientras que un ángel le está coronando.

Entre los trabajos del taller que se encargó de la segunda parte del claustro se encuentra la Coronación de la Virgen.

Entramos en el museo para ver la exposición temporal que había y en la botica del Monasterio, pero en ninguno de los dos lugares pudimos hacer fotos, por lo que salimos rápidos de allí y con el tiempo justo para entrar en la iglesia y escuchar los cantos gregorianos que tanta fama y nombre han dado a los monjes de Silos.

La verdad es que siempre merece la pena una visita al Monasterio de Santo Domingo de Silos y poder ver de primera mano el claustro, joya del románico.

Y sin mas llegó, la hora del aperitivo que lo hicimos en el hotel restaurante Arco de San Juan, donde nos atendieron de maravilla en un entorno de naturaleza muy de agradecer en días de calor y luego fuimos a comer al hotel restaurante Tres Coronas de Silos, donde comimos un estupendo lechazo asado.