Iglesia rupestre dedicada a los Santos Justo y Pastor en Olleros de Pisuerga

Visitar el norte de la provincia de Palencia, siempre te regala lugares sencillamente impresionantes como son Las Tuerces, su montaña, sus pueblos y en este caso su Iglesia rupestre dedicada a los Santos Justo y Pastor en Olleros de Pisuerga, una iglesia excavada en un montículo de roca arenisca, junto al río Pisuerga, a las afueras del la localidad de Olleros de Pisuerga, a escasos diez kilómetros de Aguilar de Campoo y declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Estoy convencido de que una visita a este lugar no te dejará indiferente, aunque con el paso de los siglos se ha ido reformando hasta llegar a nuestros días, tal y como la conocemos hoy y ahora y aunque no se sabe con exactitud las fechas de su construcción podría estar en torno a los siglos IX y XIII.

Antes de seguir adelante, te invito a que veas este vídeo que te dará una idea muy fiel de la Iglesia, tanto por fuera como por dentro e incluso subido a su coro, porque también cuenta con un coro.

Para acceder hasta la iglesia, hay que cruzar el pueblo siguiendo las indicaciones hasta un pequeño aparcamiento que hay, desde donde el acceso hay que hacerlo andando.
Nada más llegar lo primero que nos encontramos es la torre campanario, que data del siglo XVIII y nada nos hace adivinar lo que veremos más adelante.

Siguiendo el camino que asciende suavemente vemos la entrada a la iglesia tras subir unas escaleras que nos llevan a un pequeño porche, pero nosotros nos acercamos a ver la necrópolis que se encuentra junto a la roca de arenisca que alberga la iglesia.

Aquí vemos varias tumbas antropomorfas talladas en la roca junto a unas cuevas más bien pequeñas. Seguramente se debe a un cementerio junto a la iglesia de la época medieval.

Las escaleras facilitan el acceso a la iglesia, que en la actualidad se sigue utilizando para los actos religiosos, además de poder visitarla fuera de las horas de culto.

Lo primero que sentimos al entrar en el templo, fue admiración y curiosidad por como pudieron excavar en la roca por muy arenisca que sea y hacer esas columnas y esas cavidades con bóvedas incluidas. Sencillamente impresionante. 

Cuenta con un retablo plateresco del siglo XVI y en su parte central se encuentran los santos Justo y Pastor a los que está dedicada la iglesia. Todo el retablo está pintado al temple.

La luz natural que ilumina el interior entra por unas ventanas abiertas en la pared y por supuesto por la puerta. Al dar los rayos de luz sobre la roca del interior, destaca aún más los colores del grano de la arenisca.

Junto al altar mayor se abre otro habitáculo que en la actualidad hace las veces de sacristía.

Cuenta con dos naves terminadas en ábsides semicirculares y separadas por columnas. Posiblemente una tercera nave mucho más pequeña ya que nunca se llegó a terminar, (o eso se cree). También puede ser una capilla.

El coro construido en madera y al que se accede por unas escaleras te da otra perspectiva del templo, siendo más llamativo y espectacular si cabe, al ver más de cerca los trabajos de excavación de las bóvedas y los ábsides.

Son tres las columnas que separan las dos naves, siendo en la del interior donde se encuentra el púlpito de madera policromada y al fondo un Cristo Crucificado del siglo XVII.

La pila bautismal tallada en un mismo bloque de piedra tiene forma de copón. Está custodiada con una imagen de San Roque.

En un pequeño altar frente a la puerta tiene algunas imágenes.

Bajo la pila del agua bendita también hay algunas imágenes talladas en la arenisca.

Desde luego nos gustó mucho más de lo que nos esperábamos, es una obra en toda regla, además tuvimos la suerte de que no había mucha gente, más bien nadie, por lo que pudimos dedicarle todo el tiempo que quisimos sin necesidad de tener prisa para que entrasen los siguientes, al contar con el aforo limitado por el tema de la Covid19.

Después de visitar y admirar la Iglesia rupestre dedicada a los Santos Justo y Pastor en Olleros de Pisuerga, comimos en el bar del pueblo, donde la Feli, por cierto muy bien y muy a gusto y por la tarde para bajar la comida nos fuimos a ver el Cañón de la Horadada y que puedes ver el reportaje que publiqué si pinchas aquí.