La provincia de Palencia nos ofrece un buen número de lugares para conocer y disfrutar recorriendo y descubriendo cada uno de sus rincones, alguno de ellos en plan aventurero traspasando la roca para acceder a la parte de arriba.
Descubre el Cañón de la Horadada cerca de Aguilar de Campoo y estamos seguros de que disfrutarás de un placentero paseo por la Naturaleza entre el río Pisuerga y el Monumento Natural de las Tuerces que se enclava dentro del Parque Geológico de las Loras.
Nosotros estuvimos visitando primero la Iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor en la cercana localidad de Olleros de Pisuerga y después tomamos dirección del pueblo de Mave, pero antes de entrar en el pueblo y nada más pasar el puente sobre la vía del ferrocarril, tomamos un camino de tierra a la izquierda y llegamos por él hasta un pequeño aparcamiento donde dejamos el coche. A partir de aquí el recorrido hay que hacerlo andando.
La primera parte del recorrido se hace por una pista muy cómoda y en sombra lo cual en días soleados es de agradecer, mientras vamos viendo como nos aproximamos a los farallones rocosos sobre el río y en nuestro caso nos íbamos preguntando si se podría subir hasta allí (apenas habíamos recabado información del lugar).
Para cuando quisimos darnos cuenta ya habíamos llegado a unas construcciones a la orilla del Pisuerga que en su día fueron una fábrica de harinas y a partir de aquí la pista se convierte en sendero y ya comienzas a divisar con cierta claridad la parte alta del Cañón.
Nuestra intención era intentar subir para obtener unas panorámicas del Cañón de la Horadada y de esta manera poder ver la magnitud del lugar pero desconocíamos la dificultad que podría tener.
Vimos a unas personas que iban por delante de nosotros que andaban pegados a las rocas y que se adentraban en una cueva (¿a quien no le llama la atención una cueva e intenta entrar en ella?), así que miramos la forma de llegar hasta allí.
La cosa era fácil, solo había que seguir el sendero que iba hacia el farallón (otro sendero bajaba hacia la orilla del río, o eso parecía, pero no lo cogimos) y enseguida estábamos dónde habíamos visto a nuestros predecesores, pero... no nos los cruzamos y no los vimos salir de la cueva.
Pensamos que mucho no íbamos a poder ver ya que no llevábamos linterna y con la del móvil... poca cosa, pero aún así nos acercamos a la boca, total ya estábamos allí, así que había que asomarse.
Poco a poco habíamos ido ganando altura casi sin darnos cuenta, y al mirar hacia atrás vimos la presa que tiene el río a la altura de la vieja industria harinera y agradecimos la sombra de los árboles que nos había acompañado hasta allí.
Nos asomamos a la boca de la cueva y nuestra sorpresa fue que no era tal, sino que era un paso hacia la parte alta, (así que no veíamos salir a los que habían entrado).
Ésto, nos facilitaba las cosas para subir y además con el hedor que desprendía un pequeño zorro muerto y en descomposición, nos animó a pasar rápidamente.
Aunque aguantando la respiración y con ayuda de la mascarilla pudimos hacer alguna foto desde dentro del pasadizo, aunque no tantas como nos hubiese gustado.
Lo que visto desde lejos parecía imposible o al menos mucho más costoso, a través del "paso" fue algo muy sencillo y ya estábamos en la parte de arriba. En cuanto anduviésemos un poco más tendríamos unas buenas panorámicas del Cañón.
Lo primero que vimos fueron las cornisas que asoman del Monumento Natural de las Tuerces y dónde se ven algunas de las formas caprichosas de las rocas talladas a lo largo de los siglos por el viento y el agua. Otro de los lugares a visitar en la provincia de Palencia.
Fuimos siguiendo el sendero que va junto a la cornisa y que nos iba mostrando píldoras de la belleza de este espectáculo de la Naturaleza a cada paso que damos por el lugar.
Mirando hacia el norte, vemos al fondo la Montaña Palentina con una pequeña boina de nubes que cubre algunas de sus cumbres.
Nos parábamos cada poco para mirar y admirar el trabajo que había hecho el Pisuerga y hacer algunas fotos, por si algún día nos falla la memoria. Como lo disfrutamos, ya nos habíamos cruzado con los que se habían metido en "la cueva" y nosotros seguimos avanzando hasta que el tajo se iba abriendo y ya no era tan espectacular, además ya llevábamos como un par de horas o tres, andando y había que volver.
El regreso lo hicimos por el mismo lugar por el que habíamos ido pero ya nos entretuvimos menos al sabernos el camino, así que la vuelta fue más rápida.
El aire y el sol nos había pegado bien por el borde la cornisa, así que cuando descendimos y volvimos a ver cerca las viejas construcciones, pensamos en la sombra que nos iba a acompañar hasta el aparcamiento donde habíamos dejado el coche.
Un recorrido no muy largo hasta el mirador (siempre lo puedes alargar y ajustar a tus ganas y posibilidades de andar) y de lo más agradable para disfrutar de unas horas de campo junto a uno de los ríos que nacen en la Montaña Palentina.
Fantástico trabajo! Nos encanta esta zona, somos unos locos de la montaña palentina y este lugar es increíble. Enhorabuena por las fotos y el texto, ambos son geniales.
ResponderEliminarMuchas gracias pareja, me alegro de que os haya gustado y más siendo conocedores de la zona. La verdad es que el Geoparque Las Loras y la Montaña palentina son de una riqueza tremenda para visitar una y mil veces.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonito trabajo. Yo vivo muy cerca y lo conozco bien. La montaña Palentina no tiene desperdicio. Gracias por compartirlo.
EliminarMuchas gracias por lo que me toca.
ResponderEliminarDesde luego la Montaña Palentina, tiene para todos los gustos y todo bueno.
Saludos