El domingo pasado sin duda alguna fue un día para recordar por mucho tiempo y voy a tratar de contar a continuación porqué, a ver si soy capaz.
Todo comenzó cuando los IgersGasteiz y José Ignacio Junguitu se pusieron de acuerdo para celebrar la quedada mundial de Instagran (WWWIM13) en La Rioja ya que esta edición estaba dedicada a la Tierra, así que decidieron que La Rioja y sus viñas era el lugar ideal y desde luego que lo bordaron.
José Iganacio Junguitu de los Vinos de Jungui, habló con Julio Grande de Sepinum y gerente de Ruta del Vino en La Rioja Alta, para prepararnos una jornada de primera categoría a los igers llegados de Vitoria Gasteiz, de Bilbao y la Mi Dueña y yo de Briviesca, pero adoptados como dice Idoya por los IgersGasteiz y nosotros que nos dejamos adoptar.
El punto de encuentro fue el Balcón de La Rioja, un lugar en lo alto del puerto de Herrera donde en un día despejado se ve la inmensidad del territorio que queda a los pies.
Nosotros previamente habíamos quedado con Junguitu, en Briñas donde tiene su Tienda Museo del Vino junto al Hotel Restaurante El Portal de La Rioja donde dejamos nuestro coche y nos fuimos con él, al lugar del encuentro.
Cuando llegamos ya estaba allí Julio Grande esperándonos. La mañana pintaba muy desapacible, lloviendo y con frío, pero aprovechamos la espera charlando y viendo andar por allí un zorro que vino a saludarnos (de lejos), pero sin inmutarse por nuestra presencia.
Comenzaron a llegar los igers y bajo un pequeño resguardo nos cobijamos para tomar el café, el bizcocho, las galletas y el orujo de café, que nos permitió entonar el cuerpo y tomar fuerzas para salir al balcón...
...a hacernos la foto de familia, cuando mas llovía. Si es que la vida del fotógrafo es muy dura y sacrificada.
Pero la mañana no había hecho nada mas que empezar. Bajamos el puerto y la lluvia se hizo mas suave mientras paseábamos entre las viñas del entorno de San Andrés de Hornillos en el término municipal de San Vicente de la Sonsierra, lugar en el que vimos...
...una prensa y lagares rupestres tallados en el suelo, allí nos contaron su historia y aprovechamos para afotar todo lo que se meneaba y lo que no... también.
Dejó de llover definitivamente y continuamos nuestro paseo hasta la necrópolis altomedieval de San Andrés, con un buen número de tumbas mirando al este y unas vistas extraordinarias.
Allí nos esperaba el almuerzo que nos llevó Fernando Junguitu del Restaurante El Portal de La Rioja, una paella recién hecha con pan y vino. Vaya rica que estaba y con el sistema de coger cuchara y paso atrás, fuimos dando buena cuenta de la paella...
...que se quedó temblando la pobre. Yo creo que no rebañamos por vergüenza, verdad Iker...
Los primeros brotes de vida en la viña estaban comenzando a salir, era el momento de presenciar el comienzo de la temporada que finalizará con un vino excelente salido de unas vides de primera categoría.
Vimos un guardaviñas muy bien conservado de finales del 1800 y que vale la pena desviarse un poco del camino principal para visitarlo.
Estas construcciones de piedra, de forma circular o cuadrada, se utilizaba para cobijar a los viñadores y jornaleros, mientras duraba la tarea, así como a las personas encargadas de cuidar de la viña.
Y llegamos a San Vicente de la Sonsierra y la visita era obligada al castillo que han restaurado un poco y se puede acceder a él con facilidad y desde donde las vistas de la ribera del Ebro y toda La Rioja Alta se ve de maravilla. La foto que se encuentra al principio de este post, está sacada desde ahí.
La iglesia fortaleza de San Vicente de la Sonsierra, dedicada a Santa María la Mayor que se encuentra junto al castillo, estaba abierta, donde un cantero del pueblo ya jubilado (siento no recordar su nombre) nos enseñó y explicó todo lo referente a su retablo del altar mayor que fue declarado Monumento Nacional en el año 1933.
Erik el Belga, también pasó por aquí y distrajo alguna de las imágenes de dicho altar.
Las calles y paseos que se encuentran intramuros, son de lo mas agradable, dejando estampas recortadas contra el cielo que aún se mantenía plomizo.
Y llegó el momento de la comida, que hicimos el el Hotel Restaurante El Portal del La Rioja, junto al Museo del Vino en las afueras de Briñas.
La comida casera cien por cien, unas patatas a la riojana, unas costillas con salsa de setas y una torrija de postre, todo ello acompañado de buen vino, café y orujo casero... como nos pusimos... creo que aún estoy haciendo la digestión.
Como dice Jungui de su hermano Fernando... cocina como una abuela de 90 años a fuego lento como se ha hecho siempre en La Rioja.
Aunque la sobremesa fue larga y durante la comida aprovechamos para recargar las baterías de los móviles y editar alguna foto para subir a Instagram, nadie quería despedirse aún de este lugar tan acogedor, así que nos fuimos a dar un paseo por las calles de Briñas y llegar hasta el Mirador del Ebro.
Bajamos hasta su orilla por donde discurre un paseo muy bien cuidado y un sencillo embarcadero para piraguas, donde aprovechamos para pasar un buen rato echando pan a los patos, que se acercaban a comer.
Y ahora como digo siempre y no me canso de repetirlo cada vez, sube el volumen de los altavoces y dale al play para ver este vídeo resumen de la jornada que pasamos tan ricamente haciendo fotos, comiendo, bebiendo y aprendiendo mas sobre la tierra riojana que tan buenos vinos da, en una compañía inmejorable y con ganas de repetir la experiencia.
Aprovecho para agradecer a IgersGasteiz a Ruta del Vino Rioja Alta, a los Vinos del Jungui y al Hotel Restaurante Portal de La Rioja por haber contribuido a que este día haya sido especial y que yo con sangre riojana al cincuenta por ciento disfruté como un chiquillo con zapatos nuevos.
Una entrada muy completa. Pena que sólo pude estar un ratito con vosotros.
ResponderEliminarMe ha encantado tu vídeo. Mil gracias por la mención.
Un besazo enormeee
Un besazo.
Hola Maku, ya sabes la próxima vez no te lo pierdas. Me alegro de que haya gustado el vídeo y por la mención no tienes que dar las gracias, es un placer.
ResponderEliminarBesos