Uno de los lugares que hemos visitado últimamente y que mas nos ha gustado, por la original "manipulación" del hombre en la naturaleza dándole un valor añadido al lugar, ha sido la Ruta de las Caras de Buendía, estrategicamente esculpidas en la roca arenisca que linda con el embalse de Buendía en el río Guadiela, distribuidas en tres grupos escultóricos.
La mejor forma de llegar al punto de partida es siguiendo las indicaciones desde el pueblo de Buendía, tanto en coche por una pista asfaltada o si te gusta el senderismo siguiendo el sendero de pequeño recorrido (PR) 46, el caso es llegar al comienzo de la Ruta de las Caras.
Una vez situados en la puerta de entrada no hay mas que dejarse llevar por los carteles e indicadores que indican la mejor forma de hacer el recorrido de apenas un kilómetro y medio de longitud y que nosotros tardamos poco mas de una hora, disfrutando de cada rincón, de cada escultura y de un entorno que se me antoja privilegiado.
En el siguiente vídeo puedes darte un paseo por la Ruta de las Caras de Buendía en apenas tres minutos y medio, acompañándonos bajo la lluvia que nos acompañó en la última parte del recorrido, así que como digo siempre: sube el volumen y dale al play.
Nada mas pasar la puerta de entrada nos encontramos con bancos y alguna mesa donde poder comer el bocadillo, antes de comenzar o bien al terminar, ya que el recorrido es circular y termina donde empieza.
Nosotros habíamos ido desde Briviesca para ver en persona este lugar del que tanto habíamos oído hablar y solo pensábamos en que la lluvia que nos acompañó a lo largo del viaje nos diese un poco de tregua, como así fue en la primera parte del recorrido, lo bueno que tuvimos es que estuvimos completamente solos en el entorno, nadie se aventuró ante la posibilidad de mojarse.
Siguiendo las flechas y las marcas indicadoras en imposible perderse en medio del bosque, estando todo perfectamente indicado.
El desnivel es prácticamente inexistente, aunque si que hay que salvar algunas escaleras de bajada y subida para llegar de un lugar a otro en un par de sitios.
Los artífices de este museo escultórico al aire libre son Eulogio Reguillo y Jorge Juan Maldonado que entre los años 1.992 y 2.007 estuvieron esculpiendo las rocas areniscas para crear este lugar referente y visitado por miles de personas al cabo de año.
Dieciocho esculturas dividas en tres grupos, conforman la obra, siendo en el primer grupo donde mas cantidad de caras hay, aunque las primeras que nos encontramos son la Moneda de la Vida y una cruz templaria, para ir abriendo boca.
Krishna, con una altura de tres metros y ochenta centímetros llama poderosamente nuestra atención y pensamos que como todo sea así a lo largo del recorrido, hemos acertado de pleno en venir a verlo.
Maitreya fue la siguiente con mas de tres metros también. Basada en la imaginería budista china.
Y junto a Maitreya está Arjuna, un poco mas pequeña la escultura, pero también de grandes dimensiones, siendo éste el heroico guerrero.
La Espiral del Brujo, es una talla de dos metros de altura que representa el movimiento sobre una espirar que no termina...
...y que el Brujo controla.
El Gigante dormido de nombre Chemari (aquí cada escultura tiene su nombre como debe de ser) pasa los dos metros de altura, aunque el flequillo le cubre los ojos, así que no se si está dormido o está expectante y vigilante de los sonidos del bosque.
La Monja es una de las esculturas mas pequeñas pasando pasando apenas el metro de altura, siendo un rostro austero de mirada mística y sosegada.
El Duende Negro, es el rostro mas oscuro del recorrido y tiene una altura de setenta centímetros.
El Chamán es la mirada de la sabiduría con una altura de casi cuatro metros por dos de ancho.
Una flecha indicadora nos decía que ya estábamos cerca del tercer grupo escultórico y del mirador del embalse.
Antes de ir hasta el tercer grupo teníamos que ver a Beethoven con un metro de altura y el semblante de un genio. Solo faltaba el sonido de la quinta sinfonía.
Sobre los siguientes indicadores que vimos de lejos se erguía una calavera, ¿seria un mal presagio?.
Detrás de al cabeza seca se encuentra el mirador sobre el embalse de Buendía. Aún no había llovido lo suficiente para recuperar el agua y se le veía muy bajo. Unos bancos de madera invitan a sentarse para disfrutar de las vistas, pero nosotros no lo hicimos. Llevaba ya un rato lloviendo de nuevo y como que sentarse bajo la lluvia no era lo mas apetecible en ese momento y las botas se iban cargando de "zapata" con el barro lo que hacía que tuviéramos que extremar las precauciones para no terminal en el suelo tras un resbalón.
Esta escultura con el nombre que le viene que ni pintado, De Muerte tiene una altura de mas de dos metros y medio y desde su altura "controla" el resto de las caras.
La Vírgen de Lis inspirada en la Virgen del mismo nombre en la Catedral de la Almudena de Madrid y la Virgen de las Caras en honor a la patrona de Buendía, siendo la Virgen de los Desamparados, se encuentran una junto a la otra.
La lluvia se nos estaba poniendo cansina y no por nosotros, si no por poder hacer las fotos y los vídeo con mas tranquilidad y que no se nos mojasen mucho, que la electrónica y la humedad están muy reñidos.
Sin tener nada que ver con las esculturas o eso me parece a mi, alguien vio la cara de un "bicho" y le dibujó el ojo y los dientes.
Terminamos de ver todas las figuras esculpidas en la arenisca y por un sendero que atraviesa el bosque de pinos, volvemos al punto de partida, donde aprovechamos los charcos para limpiar el barro acumulado en el calzado.
Solo podemos decirte que es una visita totalmente recomendable, así que para que amplíes la información te dejo el enlace a la web de Turismo de Buendía.
Con este mapa puedes ubicar perfectamente el lugar en el que se encuentra la Ruta de las Caras de Buendía junto al Embalse de Buendía.
Después de hacer el recorrido y de disfrutar del entorno todo lo que nos permitió la lluvia, seguimos nuestro camino hacia Uclés, ya que nos esperaba un fin de semana intenso cuenqueando y que puedes ver en el reportaje que hicimos si pinchas en Fin de Semana en Cuenca.
Genial, el post, muy completo en todos los sentidos. A ver cuando nos animamos a recorrerlo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por tus palabras rocmat. Seguro que os gustará, tanto el recorrido de la Ruta de las Caras como el entorno.
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante,no sabía nada de la existencia de estas caras. Muy bien explicado y sobretodo fotografiado.
ResponderEliminarBuen reportero Abilio Estefania.
Trinitat Caballé
Hola Trinitat, muchas gracias por tus palabras, pero en este lugar es fácil fotografiar, posan muy bien las caras y como no había nadie nos pudimos mover a nuestras anchas hasta que la lluvia volvió a hacer acto de presencia.
ResponderEliminarBesos
Bella ruta.
ResponderEliminarTomo nota...muchas gracias por acercarnos estos lindos lugares.
Un abrazo Abilio.
Ramón
Si lo que lo es Ramón, seguro que cuando vayas la disfrutarás mucho, por las esculturas al aire libre y por el entorno.
ResponderEliminarUn abrazo
Un sitio muy chulo y por lo que veo, mucho mejor preparado para visitar que cuando yo lo vi.
ResponderEliminarY a mi no me pilló la lluvia, pero si una gran tormenta justo al llegar al coche.
Hola Pedro, la verdad es que está muy bien y para dar un paseo viendo las esculturas está genial.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy interesante. Lo añado a mi agenda de viajes. Gracias Abilio
ResponderEliminarHola Paco, es un recorrido de lo más original y muy agradable para echar la mañana, aunque el día que estuvimos nosotros nos llovió.
ResponderEliminarEl pueblo de Buendía también está muy bien.
Saludos