A Tiedra se puede volver sin ningún motivo, ya que por si misma bien vale una visita pero cuando se unen más de un motivo, no te queda más remedio que volver, así que te vamos a contar cómo pasar un día en Tiedra en tiempo de lavanda pero además todo lo que hicimos, vimos y disfrutamos.
Llegamos a Tiedra el sábado por la mañana pronto, antes de que abrieran la Oficina de Turismo que los fines de semana de verano se traslada al castillo para poder atender mejor las visitas a este lugar emblemático y que muestra la seña de identidad de la localidad vallisoletana.
Así que mientras abrían el castillo nos dedicamos una vez más a recorrer sus calles y plazas, dentro de las que destaca la plaza Mayor, toda ella porticada, donde se encuentra el Ayuntamiento, que data del año 1866
Callejear por Tiedra nos muestra una serie de construcciones de arquitectura popular, aunque en la actualidad destacan más las casas hechas de ladrillo que desde el siglo XIX se comenzaron a construir.
Fíjate bien en a ras del suelo para ver las zarzeras por dónde se echaba la uva a la bodega que cada casa tiene debajo de ella.
La iglesia de San Pedro o lo que queda de ella junto a la muralla de la localidad es otra de las paradas que hay que hacer en el deambular por las calles. El templo se encuentra en ruinas y con los andamios puestos, pero así lo vimos la anterior vez que estuvimos.
Aunque el templo original data del siglo XII, lo que podemos ver en la actualidad gracias a una reconstrucción, es de cuatro siglos posterior, osea, del siglo XVI y contaba con una cubierta mudéjar.
Accediendo con cuidado dentro del recinto se aprecia la magnitud y la importancia que tuvo que tener el templo en su día. A ver si no tardan demasiado en rehabilitarlo para que no se deteriore más.
Entre el tiempo que dedicamos a pasear por el pueblo, nos dieron la hora de apertura del castillo de los Téllez de Meneses, aunque pasó por unas cuantas manos antes. Hay que tener en cuenta que ya figura en el Cantar del Mio Cid, aunque la fortaleza actual es del siglo XII.
Durante los fines de semana y festivos del verano la información turística de Tiedra está ubicada en el castillo para poder facilitar las visitas al mismo.
Allí nos atendió Esther que como la vez anterior no pudo ser más amable y me consta que es así con todos los visitantes y es de agradecer de que las personas encargadas de la información turística de un lugar sean personas conocedoras del lugar, amables, simpáticas y apasionadas con lo que hacen.
Aquí puedes ver la web de Turismo de Tiedra y contactar.
Como desde nuestra anterior visita había habido alguna novedad en el castillo, volvimos a entrar para conocer esas novedades que fundamentalmente se encuentran en el sótano, dónde unos personajes te reciben con una cara, que no se yo...
...algún chillido ya escuchamos al salir de las mazmorras.
La verdad es que las figuras están muy bien hechas y son realistas y como te claven los ojos, asustan un poco jijiji.
Como en la siguiente visita que hagamos le hayan puesto una locución y unas luces más tenues, no se yo si me atreveré a entrar sabiendo los personajes que aguardan en las mazmorras del castillo.
En una de las plantas superiores han colocado una enorme maqueta de como era Tiedra amurallada con la torre del castillo en uno de los lados.
Para conocer más del Castillo de Tiedra te invito que visites la entrada que escribí en el blog sobre él, con vídeo incluido y dónde damos toda la información sobre el mismo. Pincha sobre Castillo de Tiedra.
Otro de los lugares que no has de dejar de visitar es la Ermita de Nuestra Señora de Tiedra Vieja y no solo por las vistas que hay desde allí del castillo, que también, sino por la importancia que tiene en toda la comarca.
La ermita está situada sobre los yacimientos arqueológicos de la antigua Amallóbriga, ciudad vacceo romana, unos yacimientos de 50 hectáreas a lo largo del páramo y las laderas y que en la actualidad está declarado Bien Arqueológico de Interés Cultural.
Antes de entrar a la ermita te invito a que veas el vídeo que grabamos durante nuestra estancia en el lugar y que espero te guste.
La entrada a la ermita se realiza por un zaguán enorme que da a un patio con soportales de dos alturas en torno al cual hubo una hospedería.
La ermita fue reedificada en el siglo XVI y tuvo posteriores reformas en el siglo XVIII.
Una vez dentro del templo y bien cerrada la puerta (la entrada es libre y gratuita) para que no entren las avispas, tal y como nos dijeron varios paisanos antes de entrar, nos encontramos con una nave y bóveda de cañón.
El entorno del camerín de la Virgen está decorado con un buen número de detalles barrocos.
Dentro del templo destaca la pared dedicada a las fotografías y exvotos que se han ido enviando desde el siglo XIX los devotos de la Virgen para pedirle favores, muchos de ellos por razones de salud.
Llegado el mediodía había que hacer un alto en el camino y tomar algunas viandas que llevarse al estómago y nosotros elegimos El Refugio, con una terraza acogedora y más que agradable y dónde Julio nos atendió a las mil maravillas. Eso sí, mejor reservar, porque sino es muy fácil de que no puedas comer.
Aquí te dejo el contacto de El Refugio.
Dos primeros para compartir y dos segundos, fue lo que nos recomendó de un menú, que pintaba todo bien y que estaba mejor.
La tosta de pimientos con anchoa y la carne estaban de vicio, así como la cuajada casera con miel de Tiedra, que es lo que yo comí y la Mi Dueña el salpicón, bacalao y flan casero que también me dijo que estaba muy bueno todo, así que os damos una pista para cuando vayáis por la zona, nosotros sin duda repetiremos.
La tosta de pimientos con anchoa y la carne estaban de vicio, así como la cuajada casera con miel de Tiedra, que es lo que yo comí y la Mi Dueña el salpicón, bacalao y flan casero que también me dijo que estaba muy bueno todo, así que os damos una pista para cuando vayáis por la zona, nosotros sin duda repetiremos.
Dejamos pasar la tarde relajadamente para evitar las horas de sol fuerte de la hora de la siesta y dejar a las abejas que llevasen a cabo su trabajo en recoger el néctar de las flores de lavanda para preparar su rica miel y doy fe de ello de que está muy buena.
Te animo a ver el vídeo que grabamos en los campos de lavanda de Tiedra en las últimas horas de la tarde cuando ya las abejas habían bajado la intensidad de su trabajo y habían regresado a sus colmenas.
Al acercarse a los campos de lavanda para verlos y/o hacer fotos, es muy importante ser escrupulosamente respetuosos con el cultivo ya que de ello depende la economía de los agricultores que cultivan estos campos.
En Tiedra cuentan también con un Centro de Interpretación de la Lavanda y por lo que nos han dicho muy recomendable su visita, pero eso sí, reservando con tiempo como todo ahora por el tema del coronavirus y las medidas de seguridad.
Nosotros no llegamos a tiempo para la visita ya que nos surgió el viaje de un día para otro por motivos laborales y no pudimos hacer la reserva, así que otro motivo más para volver a Tiedra, como si hiciesen falta motivos.
Aquí te dejo el contacto de Tiedra de lavanda.
Algunas fincas son realmente grandes. A la derecha de la foto se ven algunas casas del pueblo.
Y no podíamos acabar mejor el día que visitando el Centro Astronómico de Tiedra Cielo y Tiedra, el único observatorio de este estilo en Castilla y León. Además tuvimos la suerte de que la visita al Centro que se realizaba era especial, ya que íbamos a poder ver a Saturno muy bien, ya que se daban las condiciones adecuadas para ello.
Entramos a las ocho de la tarde y tras una presentación con diapositivas, pasamos al planetario para ver las estrellas y las constelaciones, ver sus formas y aprender sus nombres.
Aquí ya no pude hacer fotos por motivos obvios de adaptación de los ojos (los míos y los de los demás).
Aquí ya no pude hacer fotos por motivos obvios de adaptación de los ojos (los míos y los de los demás).
Después de salir del planetario, llegó el momento de una cena fría a base de embutido, queso y empanada, regada de vino, cerveza o refresco al gusto.
Jacinto Pérez, estuvo todo el rato cortando jamón para que no nos faltase.
Mientras tanto el sol se iba metiendo en el horizonte y ese era uno de nuestros propósitos... que se escondiera para dormir y nosotros poder ver las estrellas y los planetas.
Las medidas de seguridad y distanciamiento las llevaron correctamente colocando las mesas para el ágape por núcleos familiares, así que estuvimos separados entre nosotros yen nuestro caso entre flores de lavanda.
Cuando se hizo noche profunda nos fuimos a ver el cometa Neowise con un telescopio, a continuación sentados en unos enormes bancos de piedra con una forma que más bien parecías estar tumbado para ver bien el cielo fuimos descubriendo las estrellas que habíamos visto previamente en el planetario y para finalizar la visita estuvimos viendo con telescopio los planetas Júpiter y Saturno con sus anillos, una verdadera pasada.
Te dejo la web de Cielo y Tiedra para que puedas verla y contactar con ellos.
Así fue como pasar un día en Tiedra en Tiempo de lavanda, pero que en cualquier otra época del año merece la pena acercarse a esta localidad vallisoletana, al final de los montes Torozos y muy próxima a la provincia de Zamora.
Buenas tardes viajeros!!! Espero tengáis colocado el cántaro de la novia en un lugar privilegiado!
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Israel buenas tardes, pues no sabemos a que cántaro de la novia te refieres, además tenemos más edad de abuelos, que de novios.
ResponderEliminarSaludos