Hoy vamos de mitos, personajes y leyendas en un entorno natural espectacular y que a pesar de la corta vida que tiene esta Senda Mitológica, estoy seguro de que se va a convertir en uno de los mayores atractivos turísticos de la zona, gracias a la iniciativa del municipio de Peñarrubia en Cantabria.
La mayoría de los personajes que vemos en el recorrido son de tamaño humano y han sido creados por el artista cántabro Fran Querol.
Nos vamos a recorrer la Senda Mitológica hasta el mirador de Santa Catalina en Cantabria dentro del monte Hozarco, un bosque de hayas y robles, un poco empinado pero que merece la pena y si no... júzgalo por ti mismo.
El recorrido no será de más de tres kilómetros entre subir y bajar. Nosotros tardamos una hora y media en subir haciendo fotos y grabando vídeo y una media hora en bajar, al no entretenernos tanto. ¿Te animas?
Antes de seguir adelante te invito a ver el siguiente vídeo y a disfrutar del recorrido cómodamente desde el lugar en el que estés leyendo ésto. Sube el volumen y dale al play.
Lo ideal es llegar hasta Piñeres y tomar la pista que sale justo enfrente del pueblo, pasar la ermita de Santa Catalina y dejar el vehículo en el aparcamiento que están haciendo unos metros más adelante. Siguiendo la pista nos llevaría hasta el mirador de Santa Catalina, pero... nos perderíamos la Senda Mitológica y por ende un agradable paseo por el bosque.
Una vez aparcado el coche convenientemente, andamos unos metros por la pista hasta llegar al cartel que nos indica el comienzo de la senda.
El primer ser mitológico que nos encontramos al comienzo es el Roblón, un enorme tronco viejo que parece de roble. Vemos que está engullendo a una joven que en un día de tormenta, trató de refugiarse en el tronco hueco del árbol.
El árbol al sentir el calo humano la abrazó mortalmente y de esta forma absorbió su esencia. Desde entonces va recorriendo los montes destrozando todo lo que pilla a su paso, pero sobre todo seca las fuentes para dar de beber a sus raíces.
Tiene una frente ancha y rugosa y una mirada... que es mejor seguir andando no sea que también nos abrace como a la joven.
Dejamos atrás el Roblón con el ánimo de seguir descubriendo a todos y cada uno de las criaturas del Monte Hozarco.
Al poco encontramos a la Ojáncana, es la pareja del Ojáncano y es mucho más mala. Tiene la cara achatada y el pelo sucio. En la boca sobresalen un par de colmillos como los del jabalí así que es mejor no acercarse mucho, no sea que muerda y no suelte.
Las verrugas que tiene por el cuerpo están llenas de pelos tiesos y duros.
Al correr para ir de caza, las grandes tetas que tiene, se le colocan en la espalda y su manjar preferido son los niños perdidos por el bosque, aunque no siempre los encuentra por lo que ha de cambiar su dieta por animales, pero ella sigue buscando y siempre está al acecho por si se pierde alguna criatura.
El Arquetu viste una túnica blanca y tiene el pelo rojo y largo. Es viejo y delgado y camina sin rumbo fijo cargado con un cofre de oro y un saco sobre el hombro.
A este personaje no le gusta que los humanos se gasten el dinero en vicios, así que cuando encuentra a alguien arrepentido de haber perdido sus pertenencias en juegos y juergas, le echa una buena bronca pero luego le consuela y le da una onza de oro pero si vuelve a recaer, le condena a pedir limosna por los caminos.
Hay que ir muy atentos para no dejarse ninguno de los personajes, porque algunos están volando sobre nuestras cabezas como es el caso del Pecu Ave, que es mitad hombre y mitad pájaro y tiene nueve dedos en una mano y solo dos en la otra, Es bizco y tiene un cuerno que le sale dela frente.
De niño tenía malformaciones y en la escuela sufría de bullying, vamos que los compañeros de clase se metían con él, así que un día se cansó y mató a uno de sus compañeros e hirió al maestro, así que se transformó y huyó para esconderse en los bosques. Desde entonces tira los huevos que encuentra en los nidos para poner allí los suyos, como hacen los pecus y que sus crías sean alimentadas por otras aves.
Además es muy malvado con las mujeres y decide cuando se pueden casar.
Por eso cantan "Pecu, Pecu, Pecu, colita de escoba ¿Cuántos años quedan para mi boda?"
El personaje con el que hice un dueto de flauta es el Musgoso, alto y delgado, con el pelo largo y barba oscura. Su ropa es de hojas y musgo y su calzado es de piel de lobo.
El Musgoso cuida del bosque y ayuda a los pastores a arreglar las cabañas, también avisa de la llegada del Ojáncano y de las tormentas tocando la flauta.
Lleva toda la vida vagando por el bosque y tocando la flauta con melodías tristes y armoniosas y por las noches deja la flauta y se pone a silbar.
Agachado y vigilante nos encontramos al Trenti, preparado para tirar de las faldas y pellizcar las pantorrillas de las mozas que andan por el monte.
Viste con hojas, raíces y musgo y se alimenta de arándanos, endrinas y moras y ayuda a los pastores a buscar el ganado perdido y también ayuda a las personas mayores que no pueden valerse por si mismas.
Nuestro siguiente encuentro es con dos personajes a la vez, uno de ellos en tierra y el otro volando. Vamos a verlos de cerca pero con cuidado por si acaso.
Una vieja bruja y pequeña nos espera con un aspecto de lo más siniestro. Se llama Guajona, viste con un manto negro de pies a cabeza.
La verdad es que da miedo con su cara amarillenta y arrugada llena de verrugas y pelos y esos ojos tan brillantes y ese único diente que le sale de la boca. Mejor nos alejamos, no sea que nos chupe la sangre antes de darnos cuenta como hace por las noches al entrar sigilosamente en los hogares para chupar la sangre de los niños y jóvenes dejándolos muy pálidos. Eso si, no los mata, solo se alimenta de ellos.
Mirando hacia el cielo vemos una especie de libélula gigante, no es otro que uno de los Caballucos del Diablo, que salen en la noche de San Juan entre las llamas y el humo, haciendo mucho ruido con bramidos después de todo un año sin verlos. Sus ojos brillan como las brasas.
Se dice que los Caballucos son siete y que vienen directamente del infierno. Parece ser que eran hombres que perdieron su alma debido a sus maldades y están condenados a recorrer Cantabria por toda la eternidad. Cada uno es de un color y el rojo es montado por el diablo.
A su grupa van unos jinetes diabólicos que vuelan por los cielos de Cantabria.
El siguiente duende lo encontramos sentado en la rama de un haya, pero hay que ir muy atento y en silencio porque el Tentirujo tiene la habilidad de hacerse invisible y es muy posible que si te oye, pase desapercibido.
Se viste de color rojizo y en la cabeza lleva una boina con un rabo tieso.
Al Tentirujo le gusta pervertir a las mozas solitarias, buenas y obedientes a base de caricias que las hace con una raíz de mandrágora, volviéndose alegres y apasionadas.
A lo largo de la empinada senda vamos por dentro de un precioso bosque donde abundan las hayas jóvenes y también alguna de un porte que delata unos cuantos años de edad, lo cual hace que la mayoría del recorrido se haga por sombra que en días de calor se agradece.
También pueden verse robles rebollos mezclados con las hayas y algún que otro castaño, acebo y espino albar.
Y por fin encontramos al marido de la Ojáncana, el Ojáncano, un ser cruel y malicioso, es muy grande y solo tiene un ojo encima de la nariz. Tiene dos filas de dientes y es feo como él solo, con diez dedos en cada uno de sus pies y manos y afiladas uñas.
Hay que tener mucho cuidado con él, pero... tiene una debilidad que es la cana blanca y larga que tiene en la barba.
Derriba árboles, roba ovejas, ciega las fuentes, destruye puentes y rapta a las jóvenes pastoras, además siembra en rencor, la soberbia y la envidia entre las personas del lugar.
Se alimenta de bellotas, hojas de acebo, vacas y ovejas, además caza golondrinas y murciélagos y pesca truchas. El bastón negro que lleva en la mano se puede convertir en lobo.
El hada buena se llama Anjana y está llena de virtudes, se viste con túnicas y se calza con sandalias. En su mano lleva un báculo mágico para apaciguar a las bestias y para hacer curaciones.
Cuida del bosque y de los animales que en él viven y hace hechizos que curan el alma y calman el dolor.
Se perfuma con romero, manzanilla y laurel y tiene una voz muy parecida al canto de un ruiseñor. Párate un poco a escucharla.
Sus habitáculos son cuevas de oro con paredes de plata y rodeadas de flores silvestres. Es respetada por todos e incluso el Ojáncano huye cuando la Anjana hace acto de presencia.
Anduve buscando el resguardo del hada buena Anjana, escapando del Ojáncano, ladera arriba.
El Trastolillo lo encontramos sobre una rama vigilando desde lo alto. Le gusta vivir cerca de los humanos y protegen el hogar. Es un poco pícaro y le gusta hacer trastadas esparciendo la harina, se beben la leche recién ordeñada y esconden las cosas.
Uno de sus entretenimientos favoritos es abrir los cerrojos de las ventanas para que se abran por la noche.
El Enanuco Bigarista en generoso y no le gusta nada la avaricia, además en muchos casos se alía con las Anjanas.
Es pequeño y tiene las orejas puntiagudas y las manos y los pies grandes. Perfectamente podríamos confundirlo con un gnomo y aunque es bonachón si alguien le ofende o le engaña se vuelve muy malvado.
Le gusta tocar el bígaro, que es un instrumento de viento construido con una concha marina y se dedica a ayudar a la gente necesitada y da consejos a los humanos cuando tienen problemas.
Tomado el sol sobre una piedra nos encontramos al Cúlebre mitad dragón mitad culebra, con una cabeza ancha y enormes mandíbulas llenas de colmillos y lengua bífida.
Desde la cabeza a la cola tiene una cresta con espinas y cuenta con unas fuertes patas y garras afiladas. El cuerpo está cubierto de escamas y sus alas son como las de los murciélagos. Con la cola, dicen que tiene tanta fuerza, que puede partir en dos a un caballo.
Al salir de la cueva en la que vive provoca tempestades y lleva el terror entre las gentes del lugar. Come vacas enteras y una vez al año devora a una doncella.
La mujer osa, se la conoce como Osa de Ándara y vive en el macizo de Ándara en los Picos de Europa y aunque es brava y forzuda nunca ataca.
Viste con un vestido viejo y tiene la cara arrugada. Sus enormes manos están cubiertas de pelos.
Es de comer de todo como castañas, leche y raíces pero también le gusta la carne de corderos y rebecos.
Al poco de dejar atrás a la Osa de Ándara se nos presenta ante nuestros ojos al fondo los Picos de Europa aún con nieve en las cumbres y bajo nuestros pies el desfiladero de la Hermida creado por el río Deva.
Nos encontramos en la Bolera de los Moros, una castillo altomedieval que según las excavaciones, tuvo una fase de ocupación desde mediados del siglo VIII, hasta finales el siglo IX y probablemente el castillo continuó hasta el siglo XII en activo.
El castillete ocupaba una planta rectangular adaptada al terreno con una plataforma de vigilancia sobre el desfiladero. Ahora hay unos bancos de madera que sirven para el descanso y para disfrutar de la panorámica.
El desfiladero de la Hermida con sus 21 kilómetros de longitud es el más largo de España y es la única salida por carretera desde Liébana hacia el mar Cantábrico.
Según alguna revista de motor el desfiladero de la Hermida se encuentra entre las diez carreteras más impresionantes del mundo. Desde luego es espectacular y circular por ella, toda una gozada.
Llegamos a nuestro objetivo final que no es otro que el mirador de Santa Catalina, también conocido como el mirador de la Bolera de los Moros, seguramente es el mejor mirador sobre el desfiladero de la Hermida.
Es un pequeño balcón voladizo con rejillas, no apto para personas con vértigo y las vistas desde allí son sencillamente sobrecogedoras y majestuosas.
Pasamos una mañana estupenda disfrutando de la Senda Mitológica y del Mirador de Santa Catalina en Cantabria y no nos hubiéramos ido de allí nunca, así que no será la última vez que vayamos, eso sí buscando temporada baja para evitar la posible aglomeración de gente, porque tanto el bosque como las vistas desde el mirador tienen un plus disfrutándolo en silencio.
Nota.- Toda la información ha sido sacada de los paneles informativos que hay a lo largo del recorrido y junto a cada uno de los personajes mitológicos.
Mañana vamos a verlo... gracias por enseñarnos
ResponderEliminarestas rutas tan bonitas
Seguro que os gusta y si os hace buen tiempo lo disfrutaréis mucho.
ResponderEliminarSaludos
Hola Abilio, muy bien descrito todo el pasaje, estuve hace un mes más o menos por allí y es un sitió precioso. Saludos. Ah, y si te comes por allí un buen chuletón de vaca Tudanca, ya alucinas. Nuevamente saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por lo que me toca. La verdad es que es un lugar precioso como bien dices.
ResponderEliminarLa vaca Tudanca mira que está buena pero en esta ocasión comimos un buen cocido lebaniego en el Remoña, así que fuerzas para subir tuvimos.
Saludos
Que lugar más curioso. Realmente es como pasear por un cuento!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo.
Es un recorrido de lo más agradable dentro del bosque para llegar a un mirador espectacular sobre el desfiladero de la Hermida. Saludos
ResponderEliminarEste recorrido es una linda manera de dar a conocer la mitologia del lugar. Muchas gracias por mostrarlo
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario. Es un recorrido precioso con un final estupendo en el Mirador de Santa Catalina sobre el Desfiladero de la Hermida.
ResponderEliminarSaludos
Espectacular pero como siempre gente incivica dejando basura , no lo entiendo
ResponderEliminarEl día que estuvimos nosotros no vimos ni un solo signo de basura ni de dejadez. Espero que siga estando así y que la educación de los visitantes siga siendo estupenda, de no ser así pues quien corresponda tendrá que tomar medidas para preservar el lugar.
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