Permíteme que te haga una pregunta ¿has estado alguna vez en Ferrol?, espero que la respuesta sea afirmativa y no necesites seguir leyendo este reportaje, pero en caso contrario te animo a que continúes y veas lo que te has estado perdiendo hasta ahora. Así que vamos a pasar un día en Ferrol.
Ferrol se encuentra al noroeste de la península ibérica en la desembocadura del río Jubía, que forma la ría de Ferrol, perteneciente a la provincia de La Coruña. Con una larga historia a sus espaldas, tanto como que en el año 1.087 apareció por primera vez el nombre de Ferrol en unos documentos de la Catedral de Santiago de Compostela, pero en tiempos muy anteriores ya había vida en la zona con un gran contacto humano y de mercancías por mar con Gran Bretaña, Francia e Irlanda.
Pero no te vamos a contar su historia, si no que te invitamos a que nos acompañes en nuestro día en Ferrol, al que si que te diremos que otro día más hubiésemos necesitado para ver todo lo que hay que ver en la ciudad, así que como solemos decir nosotros siempre hay que dejar algo para tener un motivo más para volver.
Nuestro recorrido comienza en el castillo de San Felipe, una antigua fortaleza militar a la que casi el que suscribe, en sus tiempos mozos va de inquilino a pasar una larga temporada y que por fortuna no fue así (historias de la mili).
Para llegar hasta el castillo hay que ir en coche pasando por los barrios de A Graña y San Felipe, dos barrios especiales y muy bonitos, a orillas de la ría.
El castillo de San Felipe fue construido en el siglo XVI bajo el reinado de Felipe II. En un principio era utilizado junto con con el castillo de San Martín, situado en la otra orilla de la ría para impedir la entrada de barcos enemigos en Ferrol para lo que tenían una cadena entre ambos castillos.
Casi enfrente, a la izquierda de la foto inferior se ve el castillo de La Palma, que estaba destinado como prisión militar para oficiales, donde ingresó Antonio Tejero después del intento de golpe de estado el 23 de febrero de 1.981.
Hoy en día el castillo de San Felipe pertenece al Ayuntamiento de Ferrol, tras comprarlo en el año 2.000 y si que es verdad que lo vimos un poco dejado.
Bien podrían utilizarlo como centro de interpretación o museo o algo relacionado con la zona, porque la verdad es que la ubicación no puede ser mejor.
En la actualidad está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
De regreso al centro aparcamos sin problema a cinco minutos de la plaza España donde se encuentra la Oficina de Turismo y dónde nos hicimos con un plano de la ciudad y una ligera idea de lo que nos daría tiempo de ver. Por cierto la persona que nos atendió fue de lo más amable, así da gusto.
Pues con el plano en la mano nos dispusimos a ir re descubriendo el "nuevo" Ferrol que nada tenía que ver con el que yo conocí tantos años años atrás, mucho más gris.
Si teníamos claro de que no nos daría tiempo de entrar en los museos, que muestran el mundo naval y de construcción naval, tan importante para la vida de Ferrol durante tantos años.
Continuamos nuestro recorrido hasta la plaza de Amboage, un amplio espacio rodeado de buenas terrazas donde tomarse un descanso y por supuesto un refrigerio que en tiempo de calor va muy bien.
Por la calle Real, en un periquete nos presentamos en los Jardines de Herrera, desde donde podremos ver situándonos en su mirador una panorámica del Arsenal Militar, que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).
En sus inmediaciones se encuentran el Palacio de Capitanía, el Parador Nacional y a sus "espaldas" la Parroquia Castrense de San Francisco.
Enfilamos la bajada por la calle de San Francisco para llegar hasta las orillas de la dársena y el Paseo Mariña...
...y el puerto deportivo.
De esta zona salen cruceros por la ría de Ferrol o paseos en lancha.
Después de reponer fuerzas en uno de los bares que por allí hay, nos pusimos a callejear por el antiguo barrio de los marineros, para volver a ir tomando altura por las distintas calles...
...para llegar al parque Reina Sofia, una zona muy ajardinada y muy agradable para echar un rato. Nosotros estos paseos por las ciudades nos los tomamos con tranquilidad.
Y con ésto nos llegamos hasta el Barrio de Canido, donde Las Meninas han tomado las fachadas de las casas, los rincones de las calles...
...convirtiéndolo en un espacio de arte, donde los artistas dejan volar su imaginación con un denominador común: Las Meninas.
El barrio de Canido en Ferrol se había convertido en un barrio un tanto decadente, pero ahora es un referente a nivel nacional, encontrándose en el Itinerario Cultural Europeo.
Pero... ¿a quien se le ocurrió llenar todo un barrio de Ferrol de meninas? Aquí tuvo todo que ver el pintor Eduardo Hermida, que para reivindicar el abandono en el que se encontraba su barrio, en el año 2.008 llamó a pintores amigos y a través de micro mecenazgo consiguió sufragar los gastos de la pintura.
Y de esta forma fueron llenando de color a lo largo de varias ediciones, las paredes de casas abandonadas.
Hoy en día se está convirtiendo en un barrio donde pintores, artesanos y artistas en general están fijando su residencia.
Viendo el tirón que está teniendo y el atractivo turístico que supone, lo que comenzó por la iniciativa de Hermida, ahora está apoyada por Turismo de Ferrol y por empresas privadas.
No te puedes ir de Ferrol sin visitar y callejear por el Barrio de la Magdalena, donde puedes seguir un itinerario de casas modernistas. Está declarado Conjunto Histórico Artístico y está incluido en la candidatura de Ferrol como Patrimonio de la Humanidad.
La última parada la echamos en la terraza del Casino, antes de irnos de una ciudad que después de muchos años he redescubierto viéndola con otros ojos y que de seguro volveremos.
Muy bonito artículo. Hay que revitalizar la ciudad departamental
ResponderEliminarMuchas gracias María José por tu comentario. Saludos
ResponderEliminarHermoso. Morriña a tope !
ResponderEliminarHola Alicia, muchas gracias por tu comentario y me alegro de que te haya removido la morriña
ResponderEliminarSaludos