Si hay un pueblo bonito en el Pais Vasco y mira que tiene muchos pueblos bonitos, ese es sin duda Hondarribia, donde se unen murallas, castillos, calles de corte medieval, historia y una gastronomía que quita el sentido, así que no puedes dejar de visitar este lugar que ostenta el título de ciudad desde el siglo XVII otorgado en reconocimiento a ganar a los franceses en varias batallas.
Así que te vamos a enseñar el recorrido que hicimos nosotros para no dejarnos casi nada en el tintero en una visita a este pintoresco y singular pueblo de la Costa Vasca y que damos en llamar Hondarribia, que ver en un día.
Lo mejor al llegar es dejar el vehículo fuera de las murallas en un aparcamiento publico y gratuito que se encuentra cerca de la Puerta de Santa María por la que entraremos a la ciudad de Hondarribia bajo el escudo de la ciudad, del año 1694, pero antes nos da la bienvenida el Hatxero, el zapador que abría el paso a las tropas.
Atravesamos la puerta y nos damos la vuelta para verla por dentro, dónde destaca la casa con almenas en uno de los laterales.
Allí mismo se encuentra el Rincón de los Pintores.
La calle Mayor nos muestra algunos de los edificios más bonitos de Hondarribia de camino hacia la Plaza de Armas.
Aquí nos detenemos delante de la Casa Consistorial de estilo barroco del siglo XVIII...
...y nos llama la atención la puerta del restaurante Sebastian...
...pero más aún cuando nos acercamos a uno de sus escaparates y vemos una especie de exposición de latas de dulces de varias clases y entre ellas dos de Almendras de Briviesca, mi pueblo, así que no pude dejar de fotografiarlas y hacer mención expresa de ello.
Seguimos por la calle Mayor subiendo la cuesta y cerca ya de la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano, seguimos viendo casas con unos alerones tremendos.
¿Sabes cual es el motivo de los alerones de distintos tamaños?
Todo depende del poderío de la familia, a mayor alerón mayor poder, por eso vemos alerones de distintos tamaños.
Hemos subido por toda la calle que se ve en la fotografía inferior y nos encontramos a la altura de la iglesia, que por cierto a esa hora estaba aún cerrada.
Desde la Plaza de Armas vemos una de las bajadas al Barrio de la Marina, pero lo dejamos para más adelante.
La Plaza de Armas es el lugar en el que se encuentra el castillo de Carlos V que también fue palacio y hoy en día alberga al Parador Nacional.
Justo enfrente está el edificio Arma Plaza dónde se está alojada la Oficina de Turismo, así que nos enfilamos a ella para pedir información y un plano de la ciudad.
De paso nos apuntamos a una visita guiada que iba a dar comienzo en unos minutos y en la mayoría de los casos es una buena opción para conocer los detalles de un lugar y luego terminar de verlo a tu ritmo.
Zarika, que así se llamaba la guía, era una persona cercana y daba gusto escucharla. Nos hizo una introducción frente al castillo mostrándonos unas láminas para empezar desde el "principio".
El primer lugar a visitar fue la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano, que seguía cerrada, pero... Zarika llevaba las llaves, así que pudimos entrar antes de que se abriese al público.
Si por fuera parece grande por dentro lo parece aún más.
Construida entre los siglos XV y XVI sobre las ruinas de una antigua iglesia romana.
Está llena de detalles como la Santísima Trinidad que vemos en la foto inferior.
A destacar la pila bautismal en madera y con tapas para cerrarla haciendo la forma de una boya marina.
La iglesia consta de tres naves, siendo la central más alta que las otras dos.
El siguiente lugar que visitamos fue el castillo de Carlos V y aunque evidentemente no se pueden visitar todas las dependencias para no molestar a los huéspedes, si que pudimos ver algunas de las estancias más significativas.
La enorme terraza con vistas a la Bahía y a la vecina Hendaya.
En este castillo estuvo alojada la Familia Real Española en 1660 con motivo de la boda de la infanta María Teresa con el que luego fuera Rey de Francia, Luis XIV.
Con esta boda y la firma del Tratado de los Pirineos, se puso fin a los conflictos que mantenían España y Francia.
Vista de la Plaza de Armas desde una de las ventanas del salón.
Dejamos el Parador para ir hasta la Puerta de San Nicolás, bueno una de ellas, la más nueva que se construyó en el siglo XVI y que cuenta con un paso elevado, antiguamente era levadizo.
Y la otra puerta de San Nicolás, más antigua y que pertenece al recinto medieval, estando al final de la calle de San Nicolás.
Así que volvimos a entrar al casco medieval a través de la puerta.
Y durante unos metros fuimos por la calle de San Nicolás, hasta que la dejamos para irnos a ver otra plaza.
La plaza no es otra que la Plaza de Guipozcoa, de construcción moderna, pero manteniendo el estilo de Hondarribia por todos los lados. El arquitecto fue Manuel Manzano Monís, que creo una plaza de "diseño".
Desde esta preciosa plaza bajamos hasta el Barrio de la Marina y nos ubicamos en su calle más popular y populosa, la calle de San Pedro.
Este es el barrio marinero de toda la vida que ha ido transformándose en la zona de bares de tapas y que tapas y de restaurantes donde se come de maravilla, pero... aún no es la hora.
Yendo de camino hacia el mar vimos una serie de postales del Archivo Municipal de Hondarribia en las que se podían ver varios lugares de la ciudad de principios y de mediados del siglo pasado.
La visita guiada terminó junto al barco Mariñel el último barco de madera de la flota de Hondarribia. Posiblemente en un futuro próximo se pueda acceder a él.
Una vez que terminamos la visita, estuvimos tentados de tomar el barco que cruza a Hendaya y echar allí la tarde, pero tomamos la decisión correcta y nos quedamos a comer en Hondarribia. Haber hecho otra cosa hubiera sido un error.
Cómo el día acompañaba y las terrazas estaban puestas elegimos una de ellas para comer entre sol y sombra. Comimos de maravilla en el Restaurante Jauregui y tanto la carne como el pescado estaban deliciosos. Nos sentimos muy cómodos.
Para bajar la comida nos dimos un buen paseo por el Barrio de la Marina, antes de regresar a coger el coche para subir hasta el monte Jaizkibel y visitar el Santuario de Guadalupe, patrona de Hondarribia.
El Santuario ha sido destruido y construido varias veces desde el siglo XVI en el que se construyó por primera vez, debido a los asedios que sufrió Hondarribia. El edificio actual es del siglo XIX.
El 8 de septiembre se celebra una romería en las campas que se encuentran junto al Santuario.
Las vistas desde allí arriba son estupendas sobre la Bahía de Txingudi y la vecina Francia.
Precioso resumen de mi pequeña gran ciudad!!
ResponderEliminarY si tienes qu volver por que aun te faltan muchos lugares que conocer. 😉
Muchas gracias Amaia por tu comentario y por tus palabras. Desde luego que volveremos y como no puede ser de otra manera, lo contaremos.
ResponderEliminarSaludos
Cuántas cosas para ver.
ResponderEliminarHola Trini, es un pueblo precioso, uno de los más bonitos de Euskadi y que se come de maravilla.
ResponderEliminarBesos
Me encantó Hondarribia. Sin duda, creo que es uno de los pueblos más bonitos de España y aunque yo solo visité sus calles y comí pinchos (que por cierto, menuda pasada), me quedan ganas de volver porque es precioso y veo que tiene muchas cosas que ver.
ResponderEliminarHola Olga, yo hacía mucho años que había estado y no lo recordaba muy bien y estuvimos a punto de pasar a Francia, pero al final nos decantamos por Hondarribia y desde luego que no nos defraudó y como dices... la gastronomía es top con sus pinchos.
ResponderEliminarBesos
Una de los pueblos más bonitos de Euskadi. Nosotros estuvimos en Hondarribia y nos gustó todo: sus casas, los pinchos, sus calles, sus gentes... Un lugar ideal para desconectar unos días.
ResponderEliminarHola familia la verdad es que si que es un lugar estupendo para desconectar de todo, bueno... menos de la comida jajaja, que es estupenda.
ResponderEliminarSaludos
Para la proxima os recomiendo una visita al puerto.al faro y a la playa d los frailes k aunk es d dificil acceso merece la pena.Ah y en Guadalupe visitar el fuerte.Y comer en el Maitane.al principio d La Marina.Se come barato y bien y el local es una monada.Musus
ResponderEliminarMuchas gracias Miren, nos lo apuntamos para una próxima visita. La verdad es que fue un viaje relámpago y nos quedamos con ganas de más.
ResponderEliminarBesos