Siempre me habían dicho que por mal camino, nunca se llega a buen pueblo y te puedo asegurar que a medida que nos íbamos acercando a nuestro objetivo, no teníamos muy claro si el refrán iba a ser cierto o no.
Nosotros accedimos desde San Esteban de Gormaz y tras pasar por Carrascosa de Abajo llegamos a Caracena, donde acaba la carretera (ahora hay un camino asfaltado que continua hacia Valderromán). Dos opciones para dejar el coche, una, antes de entrar en el pueblo y la otra, al final del mismo, en la campa que hay junto a la iglesia de San Pedro.
La verdad es que este pequeño pueblo de Soria, muy cercano a la provincia de Guadalajara tiene un gran encanto, tanto paisajístico como histórico y arquitectónico, amén de su castillo, por lo que es más que recomendable hacerle una visita y pasar por allí el día, estamos seguros de que no te arrepentirás.
Nosotros estuvimos visitando Caracena y su Castillo y te lo vamos a mostrar en este reportaje, si te animas a seguir con nosotros.
Antes de seguir adelante te invitamos a ver el vídeo que hay a continuación y que grabamos cuando estuvimos por allí, así que sube el volumen y dale al play.
Nuestro primer contacto con Caracena no pudo ser mejor, en la Plaza Mayor nos encontramos con el Rollo de estilo barroco del siglo XVI, también llamado picota, de ahí viene lo de estar en la picota, dónde se encadenaban a los reos.
En el centro de la imagen vemos el edificio de la Cárcel, cuenta con dos plantas y un sótano donde se encerraban a los presos dónde se encadenaban a los presos con cadenas de hierro forjado. Se uso para tal fin hasta principios del siglo XX en que cambió el sistema penitenciario en España.
Y por si aún no nos habíamos dado cuenta de que esa mañana hacía mucho... pero que mucho frío, los chuzos de la fuente nos lo dejaron cristalino en un momento. Hasta para unos de Briviesca donde solo tenemos dos estaciones, la de invierno y la del tren, hacía mucho frío.
Utilizamos la Plaza Mayor como punto de partida para ver el patrimonio de Caracena y primero fuimos hacia la iglesia románica de Santa María. Fue una pena que tanto la iglesia de Santa María como la de San Pedro estuviesen cerradas y no poder entrar a ver su interior.
Desde esta parte se puede ver el paisaje calizo por el que hemos llegado, pero también podemos ver...
...por donde comienza (o termina) la ruta de senderismo que lleva por el Cañón del río Caracena hasta la localidad de Tarancueña. Nosotros esta posibilidad la dejamos para otra ocasión y nos limitamos al pueblo y su castillo.
La iglesia románica de Santa María, data de la primera mitad del siglo XII y consta de una nave y una torre. La ventana del ábside tiene doble arquivolta y es una de las dos ventanas con las que cuenta la iglesia.
Subiendo hacía la iglesia de San Pedro por la calle del mismo nombre, nos encontramos con los restos de la Casa de la Tierra, donde se celebraban las Juntas vecinales.
También pudo servir de hospital de peregrinos ya que por Caracena pasa el Camino de Santiago conocido como el Camino de la Lana, enlazando en Burgos con el Camino Francés.
Frente a la Casa de la Tierra nos encontramos con el ábside de la Iglesia Románica de San Pedro del siglo XII cuenta con una de las galerías porticadas más bonitas de la provincia de Soria y tu mismo lo podrás ver en las siguientes fotografías.
La iglesia tuvo varías reformas en los siglos XVII y XIX adosando la sacristía y acortando la nave, por lo que se cree que también pudo sufrir el recorte de dos arcos de la galería.
Los capiteles tallados con diferentes temas, pueden recordar a los capiteles de la ermita de Santa María de Tiermes junto a los Yacimientos arqueológicos de Tiermes, conocidos como la Pompeya española, muy cerca de Caracena.
La iglesia de San Pedro está declarada Monumento Nacional desde diciembre del año 1935 por sus valores históricos y artísticos.
Dejamos el pueblo atrás y comenzamos la subida hacia el castillo que según el cartel indicador se encuentra a 600 metros de la localidad. Una vista atrás, nos muestra una panorámica de Caracena y su entorno, marcando los límites de la villa, las dos iglesias románicas.
En cuanto terminamos de subir la cuesta se presenta ante nuestros ojos el Castillo de Caracena del siglo XV construido sobre una fortaleza anterior posiblemente musulmana.
El castillo cuenta con dos recintos, uno de ellos conformaría la parte principal de la construcción y el otro la puerta principal y la torre del homenaje.
Nosotros optamos por darnos una vuela por su exterior antes de decidirnos a entrar.
Solo al toparnos con uno de los cañones que lo flanquean, concretamente el Barranco de las Gargantas a cuyo borde se encuentra el castillo, decidimos entrar por un agujero hecho en el muro.
Aquí nos encontramos con una galería intermedia entre el núcleo interior y la muralla exterior donde se encuentran ubicadas las defensas artilleras.
En muchas de las dependencias se puede entrar con mucho cuidad y asumiendo el riesgo que ello supone al encontrarse el castillo en un total abandono y ruina.
Con el frío que hacía como ya te he contado al principio, por allí no estaban ni los grajos volando bajo, así que nos recreamos bien e imaginamos las batallas de los soldados de los Reyes Católicos contra las huestes musulmanas.
Pasadizos de entrada y salida que llevan a la Torre del Homenaje, con un importante agujero como hemos visto en la foto anterior.
El núcleo principal del castillo se encuentra en el centro del recinto por donde discurre la muralla medieval...
...donde la hiedra se va haciendo fuerte y se apodera del muro...
...y de todo lo demás.
Volvimos a salir al "pasillo" y desde un montículo de tierra, tuvimos una buena vista del muro que cierra el núcleo principal.
De nuevo en el exterior del Castillo, pero saliendo por la Barbacana y la Puerta de acceso, el sol hizo acto de presencia y aunque no tenía la suficiente fuerza para calentar, lo agradecimos enormemente, ya que en el interior del castillo en las partes umbrías no había quien parase.
En la foto inferior vemos la "doble" puerta de entrada. Ambas puertas disponen de cubos circulares con cámara de tiro y las dos puertas orientadas de forma distinta para dificultar el ataque y entre ellas se encuentra la barbacana, entre la segunda puerta, la muralla y el barranco. Vamos, que no había quien entrase.
En la foto inferior se puede ver el Barranco de las Gargantas con la muralla que llega hasta él y en cuyo borde se encuentra enclavado el Castillo, totalmente inexpugnable.
Éste fue nuestro paso visitando Caracena y su Castillo, un lugar que merece una visita, por su belleza, historia, arquitectura popular y arte.
Los datos están tomados de los paneles informativos que se encuentran junto a cada uno de los lugares significativos de la villa.
Excelente reportaje. Es un pueblo de fantasía, con actividad ganadera todavía (debe haber unas 500 ovejas), y que se resiste a desaparecer. Mucha pena por el abandono de tan espléndido castillo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, desde luego el castillo necesita una rehabilitación más pronto que tarde, porque sino, se perderá y sería una pena.
ResponderEliminarEl entorno es espectacular.
Saludos
Siguiendo tu crónica es como si lo visitamos a la vez que tú. Muy buen reportaje. Se nota la soledad y el abandono de la España vaciada.
ResponderEliminarDesde luego ese día no había en el pueblo nada más que frío y eso que tiene varias posibilidades de rutas por allí, como el propio cañón del Caracena. Saludos
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