Recorremos los Paisajes de Barcelona por la Comarca de Anoia

Llegamos a Igualada con la intención de ir a recorrernos los Paisajes de Barcelona por la Comarca de Anoia, así que comenzamos nuestro cuarto y último día del blogtrip con Barcelona mucho más y como cada día, llegamos a la comarca de víspera para cenar y dormir en la zona para estar listos al día siguiente.

Aquí vamos a descubrir uno de los proyectos más sorprendentes de cuantos hemos visto con la intención de dar valor al patrimonio industrial de Igualada, pero... vamos por partes.

Como digo, llegamos a Igualada de noche para cenar y dormir y aquí es donde tenemos el primer contacto con el barrio del Rec, una zona de la ciudad con una larga trayectoria industrial y que no pasa por sus mejores momentos, pero veremos a continuación proyectos nuevos y con futuro.

Nos llevaron hasta el Hotel Restaurante Somiatruites, dónde pasaríamos la noche. Un hotel moderno y funcional construido sobre una de las fábricas de pieles del Rec.

Vamos a recordar de dónde venimos con este reportaje Recorremos los Paisajes de Barcelona por la Comarca del Bages.

El proyecto lo crean los hermanos Andrés. Xavier es arquitecto y es el que construye el hotel aprovechando el antiguo edificio de la fábrica de sus abuelos y David es cocinero, que se encarga de que todo el mundo como bien y de calidad, junto con su pareja Zhou Mengxin.

Hay que destacar que David está considerado como el mejor cocinero joven de España y Portugal.

Desde la calle ya te llama la atención pero cuando entras, la madera y la piel se adueñan de ti por todas las partes del edificio y de las habitaciones, a las que se accede con la huella dactilar de cada cliente.

Una amplia y bonita terraza en el primer piso nos estaba esperando, pero no era noche de estar al raso y nos quedamos en el restaurante para dar buena cuenta de los platos que nos habían preparado para degustar.

El servicio era de lo más amable y atento y la comida fue una experiencia extraordinaria. Nos sacaban platos y platos a cual más bueno, así que entre plato y plato, cerveza y cerveza, la charla y la sobremesa con mis compañeras de viaje nos fuimos a descansar con energía renovada pero con ganas de pillar la cama, que por cierto era muy cómoda.

Yo dormí de lujo en una cama colgada del techo y que se balanceaba tan suavemente que daba la sensación de que te estaban acunando. Solo faltaba el canto de la nana, que no de la rana.

El desayuno fue generoso y podías elegir entre dulce, salado y mixto. Yo como soy soso pero dulce, me elegí el primero, zumo, mermeladas, pan, frutas, queso, repostería casera y por supuesto café con leche. Me puse como el Quico. 

Mientras que venían  a buscarnos para comenzar el día subimos con Xavier (el arquitecto) a la azotea donde cultivan una huerta para el consumo del restaurante, aunque no era la época y estaban pendientes de arrancar las plantas ya secas y poner otras para la temporada pero la idea es estupenda y siempre tienen producto fresco y de temporada de su propia huerta.

Xavier nos explica la idea del proyecto y su intención de que sea sostenible, por lo que utiliza materiales nobles. Escuchándole te contagia la ilusión que han puesto en Somiatruites.

Nos disponemos a recorrer las calles del Rec de Igualada y nos explican que una vez al año, allá por mayo, se celebra el Rec.0, un festival de música, comida y primeras marcas de ropa que aprovechan los locales de las fábricas para vender sus prendas a buenos precios en un gigantesco outlet y donde se reúnen miles de personas.

Rec, que traducido del catalán significa riego, le viene el nombre por el canal (ahora seco) por el que discurría el agua para el lavado de las pieles, ya que en este barrio se encontraban las fábricas de curtidores, ahora en decadencia ya que la mayoría de ellas están cerradas y las empresas que están en funcionamiento, al pasar por ellas, no dan ningún signo de vida desde el exterior.

También es verdad que el día que estuvimos nosotros viéndolo, era domingo por la mañana y estaba todo muy tranquilo, casi parecía un barrio fantasma.

Allí se han instalado algunos artistas que utilizan las naves para crear sus obras y poder tenerlas allí, porque... será por espacio.

Otro de los proyectos que están funcionando en el barrio es el Espacio Co-Creativo Compartido, de la Asociación Manel Caro, conocido como La MaCa.

En una de las fábricas en desuso han creado un espacio de coworking que por lo que nos explicaron está funcionando muy bien y con unos precios muy asequibles para poder ir allí a trabajar y colaborar entre las personas que allí tienen su "oficina".

Cuentan con planta baja y dos pisos de altura, estando en la primera planta, talleres y sala de reuniones y en la parte alta, una sala diáfana, donde trabajar.

Hasta cuentan con una terraza enorme, que se me antoja estupenda para tomar el sol en verano.

Después de visitar La MaCa, nos fuimos siguiendo el cauce del Rec, un poco abandonado por cierto y no se si eso le confiere atractivo por la decadencia que supone o puede suponer rechazo.

Nuestra siguiente visita es a Cal Granotes, una adobería del siglo XVIII, donde se muestra la actividad más singular de Igualada, como se transformaban las pieles crudas en cuero. 

Un lugar imprescindible estando en la localidad.

En este edificio vamos a ver como se trabajaba la piel antes de la industrialización, un trabajo que se me antoja muy duro y poco salubre. 

En los hoyos, se mojaban, pelaban y descarnaban las pieles para luego subirlas a la planta de arriba para secarlas, estirarlas y pulirlas y todo el proceso venía a durar un año. En la actualidad, en siete u ocho días está listo.

Desde luego con las explicaciones, las pieles, el decorado y las figuras de tamaño natural, entiendes perfectamente el trabajo que allí se llevaba a cabo.

Y si Cal Granotes es imprescindible, que quieres que te diga del Museo de la Piel, que por cierto están muy cerquita el uno del otro.

Allí encontramos un enorme espacio en el que se realizan exposiciones, como la que se ve en la foto inferior, lo que le da un plus al museo.

El Museo de la Piel, comenzó por el año 1949 siendo el museo de de la ciudad, siendo unos años más tarde cuando con el apoyo de los curtidores, se dedicó una sección a las pieles.

Pasan los años y el gremio de curtidores, compra Cal Granotes y el Ayuntamiento compra la antigua fábrica textil, Cal Boyer y es aquí donde se instala el actual Museo de la Piel.

Aquí vamos a recorrer varias salas en las que vemos los trabajos que se realizan con la piel y algunas verdaderas obras de arte...

...como las que vemos en la fotografía inferior.

En este museo puedes estar un buen rato y no te lo terminas de ver todo. A cada paso hay algo que te invita a parar.

Algunas "piezas de museo" también pudimos ver como estas dos sillas de montar de mujer. Supongo que sabes que antiguamente las mujeres montaban a caballo de medio lado.

También cuenta con un espacio de talleres para niños en el que cuentan con retales de piel de diferentes colores y texturas con los que crean trabajos más o menos artísticos dependiendo de sus habilidades.

A mi me faltó tiempo para ver y disfrutar mejor del museo, lo que me anima a volver otra vez con más tranquilidad.

Llegada la hora de comer, nos llevaron al restaurante El Cubs de Odena, donde los arroces son una de sus especialidades y los degustarás en un entorno inmejorable.

Yo comí en plan tapeo degustación y no veas que bueno estaba todo.

Y después de comer nos fuimos a las faldas de las montañas de Montserrat para hacer un poco de oleoturismo con cata incluida.

La finca se encuentra en el municipio de El Bruc y no solo cuenta con olivos, sino también con viñas, en un entorno privilegiado y un proyecto de alojamiento turístico en una masía con elementos góticos en sus ventanas.

La cata de aceite la hicimos junto a los olivos en la propia finca, así que teníamos ante nosotros no solo los árboles que dan el fruto para elaborar el aceite, sino también la mágica montaña de Montserrat.

Para elaborar el aceite virgen extra utilizan las variedades de aceituna, vera, palomar y arbequina, dando como resultado un aceite muy agradable al paladar.

El entorno invitaba a comerse una chuletas al sarmiento acompañadas de una buena ensalada regada con este aceite de Can Farrés, pero no había tiempo para tanto.

Y hasta aquí ha dado de sí, mi experiencia por las cuatro comarcas que conforman los Paisajes de Barcelona, Osona, Moianès, Bages y Anoia.

Si las has disfrutado leyéndolas y viendo las fotos, tanto como yo haciéndolas y escribiéndolas, no te va a quedar otra, para que el disfrute sea completo, que irte a visitarlas en persona humana. Estoy convencido de que no te van a defraudar.