Raro es el pueblo que no mantiene una tradición o varias a lo largo del año y en este caso nos vamos a centrar en la Fiesta de El Judas en Villadiego (Burgos) que se celebra en el día de Sábado Santo con la participación popular y que este año nos hemos acercado para conocer y ver en primera persona dicha tradición.
Parece ser que el origen de esta Fiesta en clave de farsa estaría en los ritos precristianos al dar comienzo el año lunar con la muerte y la resurrección de la Naturaleza, así pues veremos como se escenifica el bien y el mal a través de esta farsa que nos hará pasar la tarde entretenida.
En el siguiente vídeo te invito a ver de forma resumida todo lo que aconteció en Villadiego durante la Fiesta de El Judas, a través del cual te harás una idea bastante fiel de como se desarrolla esta actividad tradicional.
Como en muchos pueblos algunas tradiciones festivas fueron desapareciendo con la emigración de sus ciudadanos y así ocurrió también en Villadiego pero en el año 2002 con la iniciativa del Ayuntamiento y el apoyo del grupo de teatro local Espliego, peñas y asociaciones de la villa, así como de personas particulares se retomó de nuevo esta fiesta pagana en forma de farsa y que ha llegado a cumplir los veinte años solo interrumpidos por la pandemia del coronavirus.
La fiesta comienza al mediodía con la Bulla de los Cadenas que llegan acompañados de El Judas hasta la plaza Mayor dando guerra.
Nosotros llegamos por la tarde para los actos centrales y ahí que nos llegan de nuevo los Cadenas dando bulla. Son éstos unos personajes desarrapados que profieren gritos e insultos y dan mucho escandalo y de esta forma tratan de ganar adeptos a su causa de defender al Judas.
En un escenario colocado a tal fin, se encuentran a modo de Maestros de Ceremonias Eugenio de la Peña perteneciente al grupo de teatro Espliego y a Cristina Gutiérrez, técnica de la Oficina de Turismo Municipal y que van narrando lo que acontece en la plaza.
Así van llegando a la plaza Mayor las tropas reales, precedidas de la Banda de Música.
Llegan los ejércitos del Rey, ataviados con trajes rojos y van tomando sitio en la plaza.
Detrás llega la charanga Tocata de Burgos precediendo al ejercito azul.
Y por último llegan a la plaza los Miñones que representan al ejercito del pueblo y fieles al Rey.
El Rey rodeado de sus nobles pasa revista a los ejércitos que están colocados a lo largo de los laterales de la plaza Mayor.
Y a partir de este momento comienza la discordia cuando los Miñones realizan una serie de peticiones al Rey y que a la sazón son peticiones actuales, como mejores servicios para el mundo rural, como accesos, servicios sanitarios, etc. siendo éstos rechazados por el Rey...
...los Miñones retan al Monarca a la pelea en el Alto de la Riba a las afueras del pueblo.
El Rey abandona la plaza Mayor cabizbajo.
Así de chula estaba el centro de la plaza con la tropas formadas.
Hay que decir que a esta cita acudimos cientos de personas para ver en vivo la Fiesta de El Judas, además la tarde acompañaba con una buena temperatura.
La primera parte del espectáculo había terminado y todos nos dirigimos a través del Puente Romano sobre el río Brullés hasta la base del Alto de la Riba, donde ya se encontraba la Bulla de los Cadenas.
A ellos se les unen los Miñones que como hemos visto antes se han rebelado contra el Rey por no atender sus peticiones y se han echado al monte.
En lo alto de la ladera los Cadenas siguen montando bulla, "increpando y molestando" al personal, al fin y al cabo es su papel en esta historia.
Los ejércitos del Rey llegan al lugar y se disponen a atacar.
Después de una tracas y varios petardazos comienzan a subir por la ladera entre humos y disparos.
Los servicios médicos se tienen que emplear a fondo para atender a los heridos resultantes de la contienda que termina por ganar el Rey y su ejército arresta a El Judas...
...así que volvemos de nuevo hasta la plaza Mayor...
...en la que se celebrará el juicio sumarísimo a El Judas que lo llevan preso entre dos soldados.
El Rey a caballo abandona el lugar de la batalla.
De nuevo en la plaza se celebra el juicio y El Judas resulta declarado culpable y condenado a morir ahorcado y quemado.
Y hasta aquí sería la segunda parte de la Fiesta, momento que aprovechamos los asistentes para ir a tomar un piscolabis a los soportales del Ayuntamiento por un euro y medio, un trozo de morcilla, otro de chorizo, una cuña de queso, un casco de pan y un baso de vino, mientras se hace de noche para que la parte del espectáculo que faltaba por llegar fuese más vistoso.
El Judas ya estaba colgado y presto para ser pegado fuego, hecho que ocurrió en cuanto se hizo de noche y apagaran las luces del pueblo (al menos las de la plaza).
Acompañados por el redoble de tambores se dio fuego a El Judas que en pocos minutos estaba reducido a cenizas.
En las últimas llamaradas vi como algunas persona se acercaban al fuego y echaban dentro de él papeles doblados en los que se me antoja que llevaban escritas algunas peticiones y/o deseos.
A partir de este momento comienzan a encender tracas colocadas a lo largo de la plaza Mayor y en la fachada del Ayuntamiento...
...y los diablos correfuegos van de un lado a otro con su tridente lanzado llamas y fuegos de artificio por todo el recorrido en el que las personas nos agolpábamos para ver el espectáculo, que de haberlo sabido, me había llevado ropa adecuada y protector para la cámara y me había metido debajo. Que no me gusta a mi nada la pirotecnia.
El recorrido del correfuegos no solo fue en la plaza, sino que recorrieron todo el casco histórico y en algunas de las plazas por las que se pasaba también habían preparadas tracas más pequeñas.
La verdad es que pasamos una tarde noche, de lo más entretenido con la Fiesta de El Judas y aunque tienen algunas cosas que pulir según mi opinión, el hecho de que 300 personas del pueblo se unan para sacar esta tradición adelante ya merece la pena y la cantidad de gente que fuimos a verlo.
Además de por la Fiesta de El Judas a Villadiego se le conoce como la Villa de los seis Museos y que puedes ver en el reportaje que publiqué bajo el título de Me tomo las de Villadiego, la villa de los Museos.
Hola Abilio.
ResponderEliminarMe gustan este tipo de recreaciones y más, si son en pequeñas poblaciones, donde todos los vecinos se implican durante gran parte del año, para que todo salga bien el sábado Santo.
Viendo el nombre del pueblo, tendrá que ver algo con el, el dicho "Tomar las de Villadiego".
Un saludo
Hola Eduardo muchas gracias por tu comentario y tus palabras.
ResponderEliminarSi, el dicho viene de este pueblo y cuento de donde viene en otro reportaje que hice no hace mucho sobre Villadiego y sus museos.
Saludos