Éramos unos críos cuando comenzamos a hacer chocolate y regalarlo a las personas que madrugaban el día 15 para tomarlo y como la economía no era muy boyante lo hacíamos con agua en lugar de con leche, pues han pasado los años y seguimos haciendo la chocolatada con agua y cada año se hacen cinco perolas enormes y cada año se acaba el chocolate. Es lo que tienen las mañanas de las fiestas.
Todo comienza a las 7 de la mañana cuando se va a preparar tan dulce bebida (al principio comenzábamos a las 4 de la mañana, había que encender las hogueras) para que este preparado y listo para repartir a las 10 en punto de la mañana.
En este breve vídeo puedes ver como se prepara el chocolate y el silencio que hay para no molestar a los vecinos que duermen y como se reparte en la plaza Mayor.
Ahora con los infiernillos de butano va todo mas rápido y con el chocolate en polvo, eso si... vueltas hay que darle un rato para que no se pegue en el fondo de las perolas.
Hay quienes se levantan por la mañana para tomar el chocolate con bizcochos y guardan su hilera convenientemente...
...y hay quienes siguen la juerga todavía. Quien pillara esos años de nuevo!
La verdad es que me gusta el ambiente mañanero donde se mezclan personas de todas las edades a coger su baso de chocolate, unos para irse a dormir y otros para tomar el desayuno, después de levantarse.
Después de 45 años haciendo el chocolate y repartiéndolo después, sigue siendo muy gratificante ver como sigue teniendo la aceptación de todos los años.
Ahora habrá que ver si hay relevo generacional en la peña de Los Desesperaos, para que no haya que ir con la cachaba para tenernos de pie.
que bonito es que se puedan mantener las tradiciones un saludo
ResponderEliminarHola Angel, en primer lugar muchas gracias por tu comentario y desde luego hay que intentar mantenerlas, aunque a veces cuesta.
ResponderEliminarUn saludo