Roadtrip por El Ebro Escondido

Que la provincia de Burgos es grande y extensa, todo el mundo lo sabe, así que hoy nos vamos a hacer un roadtrip por El Ebro Escondido, una mancomunidad formada por tres de los valles más bonitos plagados de arte e historia y a la vez más desconocidos de la provincia. Me refiero a los Valles de Valdivielso, Manzanedo y Zamanzas.

La verdad es que se puede comenzar lo mismo por un valle que por otro, pero nosotros comenzaremos por el Valle de Valdivielso, sencillamente porque nos pilla mejor desde la cercana Briviesca en la que vivimos y saldremos de la Mancomunidad por el Valle de Zamanzas, dejando en el centro al Valle de Manzanedo. Creo que es un recorrido para hacerlo con tranquilidad, parando siempre que sea necesario para disfrutar de toda la belleza de El Ebro Escondido.

Entramos al Valle de Valdivielso por Cereceda y su embalse, la carretera es estrecha y obliga a estar atento pero enseguida de pasar la presa encontramos un puente por el que atravesamos el río Ebro embalsado y aquí hacemos nuestra primera parada para disfrutar del entorno y caminar un poco siguiendo el GR99 en dirección a Fontibre (Nacimiento del Ebro) para llegar hasta la cueva de Fuente Sagredo. 

Una vez vista la cueva y estiradas las piernas volvemos sobre nuestros pasos para continuar camino.

A la altura del pueblo de Panizares veremos a nuestra derecha unas formas rocosas que llaman nuestra atención, son las Agujas de Panizares.

Desde Panizares salen algunas excursiones de senderismo muy chulas como la subida a los tejos.

Al llegar a Hoz de Valdivielso, nos desviamos hasta Tartalés de los Montes para ver su cascada y posiblemente el pueblo más remoto del valle al terminar allí la carretera, por lo que deberemos de regresar a Hoz de Valdivielso para continuar por el resto del valle.

En la foto inferior vemos el túnel de acceso a Tartalés de los Montes, visto desde el lado de Tartalés.

Otra de las alternativas del Valle de Valdivielso es seguir el recorrido de la Ruta del Arte a través de las quince esculturas creadas por el artista Carlos Armiño, natural de Tartalés de los Montes.

Otra de las paradas obligatorias es para visitar la ermita de San Pedro de Tejada, a un kilometro de la localidad de Puente Arenas. Es una de las mejores muestras del románico de Burgos y posiblemente de todo el país.

Cruzamos de nuevo el Ebro y podemos entrar en la localidad de Quintana de Valdivielso y callejear por sus calles.

Allí se encuentra Radio Valdivielso, una emisora rural que pone en contacto a todas las personas del valle, realizando una extraordinaria labor social, cultural y vecinal, siendo un ejemplo de funcionamiento y de servicio a sus vecinos.

Nuestra siguiente parada es en el Puente del Aire, aquí vemos la última de las esculturas de la Ruta del Arte y nos indica que estamos a punto de abandonar el primero de los valles.

Antes de continuar nos damos un paseo por la orilla del Ebro siguiendo el GR99, aguas arriba hasta llegar a las pasarelas metálicas que nos ayudan a salvar algunos pasos sobre el río. Esta recorrido se conoce como la Ruta de las Pasarelas, así nos adentramos en el Desfiladero de los Hocinos.

De nuevo en el coche seguimos en dirección Santander a través del Desfiladero de los Hocinos, con el río Ebro a nuestra izquierda hasta llegar a la localidad de Incinillas. 

Llegado a este punto dejamos la carretera principal y tomamos a la izquierda la carretera que nos introduce en el Valle de Manzanedo y nuestra primera parada la hacemos en el Monasterio de Santa María de Rioseco.

La ubicación actual del Monasterio data del año 1236 y llegó a estar habitado por unas cien personas entre monjes, novicios, conversos y criados.

Te puedo asegurar que su visita no te va a dejar indiferente entre la magnitud del Monasterio y el trabajo de rehabilitación que están haciendo los grupos de voluntarios año tras año.

Por allí puedes aprovechar para dar un paseo por la orilla del río y disfrutar del entorno.

Muy cerca del Santa María de Rioseco, encontramos el eremitorio de San Pedro de Argés, al que se accede desde la carretera por un pequeño sendero y en un par de minutos (que sean cinco minutos) estás en él, por lo que la parada se hace obligatoria.

Nos desviamos un poco para entrar en la localidad de Manzanedo, un pueblo muy bien cuidado por lo que puedes callejearlo y desde donde parte alguna ruta de senderismo.

Desde Manzanedo nos dirigimos hacia Cidad de Ebro, que comunica a través del Desfiladero de los Tornos con la localidad de Tudanca. Un recorrido de senderismo muy bonito sobre el río Ebro.

En esta ocasión nuestra parada fue en el Mirador de Vallejo. Las vistas del Ebro desde este mirador son espectaculares como puede verse tanto en la foto superior como en la inferior. 

Este es un buen lugar para comer el bocadillo.

Desde el mirador puedes continuar hasta la localidad de Vallejo de Manzanedo para ver su iglesia y al regresar por San Miguel de Cornezuelo, hacer lo propio.

Desde San Miguel de Cornezuelo, tomamos en dirección a Arreba y en el cruce con Ailanes, paramos para subir hasta el Castillo de Arreba (bueno... lo que queda de él). La subida es fácil y se hace un paseo agradable y las vistas desde él, bien lo vale.

Enseguida se divisa la pared que queda en pie, encaramada encima de las rocas.

Una vez arriba, hay un mirador desde donde se divisa prácticamente todo el Valle de Manzanedo.

Nosotros continuamos en dirección a Ailanes para entrar en el tercero de los valles que conforman la Mancomunidad de El Ebro Escondido, el Valle de Zamanzas.

A la derecha vemos Arreba, en la foto inferior.

En la entrada de Ailanes hay un aparcamiento donde poder dejar el coche y entrar al pueblo andando.

Encontramos guía de lujo encarnado en perro al entrar al pueblo y estuvo con nosotros hasta que nos fuimos, así que se merecía salir en la foto y tener su recuerdo para la posteridad.

A destacar la iglesia románica de San Cristobal y por supuesto el entorno.

Desde Ailanes bajamos dejando a nuestra izquierda unos roquedos espectaculares hasta llegar a Barrio la Cuesta y llegarnos a Villanueva Rampalay.

En Villanueva Rampalay destacamos su puente medieval del siglo XIII.

Cerca del puente se ha celebrado durante años el Merca Zamanzas, un mercado de productos artesanales y de la zona en un intento de revitalizar los productos locales. Se creaba un buen ambiente, de ello doy fe.

Nuestra siguiente parada es en Gallejones de Zamanzas, un pueblo de lo más tranquilo y que invita a callejear por las pocas calles que tiene. 

En Gallejones se encuentra el Ayuntamiento del Valle de Zamanzas.

Al poco de salir de Gallejones cojemos una pista de tierra a nuestra derecha que nos lleva hasta Báscones de Zamanzas, el último pueblo del Valle de Zamanzas que veremos en este roadtrip.

El recorrido no puede ser más bonito entre bosques todo el rato y el arroyo Zouble, artífice de todo este paisaje.

Eso sí, hay que ir con precaución, porque aunque se puede circular por ella, no deja de ser una pista de tierra y puede saltar alguna piedra.

Continuamos por la pista de tierra hasta llegar a Población de Arreba, en el Valle de Manzanedo, de nuevo pero nosotros continuamos hasta Crespos para ver su iglesia románica, que es una verdadera joya.

Antes de abandonar el Ebro Escondido, una última parada para admirar y disfrutar de este entorno tan privilegiado en el norte de la provincia de Burgos y que por estar "escondido" no es demasiado conocido.

En la suma de estos tres Valles, Valdivielso, Manzanedo y Zamanzas, tienes un montón de posibilidades para ver, conocer, caminar, alojarte... Nosotros hicimos este recorrido, pero tu puedes hacer otro, dependiendo también de por donde entres a este paraíso.

Si este roadtrip por el Ebro Escondido te sirve de inspiración y decides ir a conocerlo, se respetuoso con las personas que allí viven y con el entorno.