Habíamos oído hablar de esta festividad en alguna ocasión pero la distancia no nos había permitido tener contacto directo con ella hasta que este año estando en Calahorra (La Rioja) viviendo el Mercaforum, coincidimos con unos jóvenes que estaban descansando después de su puesta en escena, así que entablamos conversación con ellos y nos contaron que eran de Los Corrales de Buelna (Cantabria) y nos hablaron sobre las Guerras Cántabras que allí se celebran entre el último fin de semana de agosto y el primero de septiembre.
Buscamos por internet el otro día, la programación de dicha fiesta y nos fuimos este sábado para Cantabria con la intención de ser testigos directos de este acontecimiento que tan bien nos habían vendido aquellos jóvenes que vimos en La Rioja. Así que descubrimos las Guerras Cántabra en Los Corrales de Buelna y te vamos a contar lo que nos pareció basado en nuestra experiencia.
Estando en Los Corrales de Buelna, pudiera parecer que esta fiesta se llevara celebrando toda la vida, pero nada más lejos de la realidad ya que fue en el año 2001 cuando se celebró por primera vez y cuenta la historia de los hechos acaecidos entre los años 29 y 19 antes de Cristo en la lucha entre los cántabros y los romanos.
En estos pocos años de vida consiguieron ser reconocidos como Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2008 pero no quedó ahí la cosa ya que en 2019 se le declaró Fiesta de Interés Turístico Internacional.
La organización y promoción corre a cargo de la Asociación Guerras Cántabras que forma parte de la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas.
Así que se ha convertido en la única fiesta cántabra reconocida internacionalmente por el momento.
La puesta en escena es impecable y el curro que se tienen que pegar para sacar adelante las representaciones es algo que seguro que no se valorará lo suficiente, teniendo en cuenta que participan en torno a 1.500 personas entre cántabros y romanos y poner de acuerdo a tanta gente me parece algo de mucho mérito.
Bueno pues para no darte la chapa con datos y demás te invito, si estas interesado en saber más, a que visites la web de la Asociación Guerras Cántabras pinchando sobre su nombre y ahí tienes toda la información que puedas necesitar.
A partir de aquí te vamos a contar como lo vivimos nosotros y las sensaciones que tuvimos en nuestro paso.
Como ya te hemos dicho antes estuvimos este sábado, primero de septiembre, con el programa en la mano decidimos que ese podría ser el mejor día para salvar las dos horas de distancia que nos separan de Los Corrales de Buelna y allí que nos presentamos a las doce y media del mediodía (el mercado de época lo abrían a las doce).
Aparcamos sin problema a las afueras del pueblo y muy cerca de donde estaban indicadas las actividades.
Aquí ya nos llevamos la primera sorpresa al no ver demasiados coches pero aún fue mayor al llegar al Campamento en apenas cinco minutos andando desde donde habíamos aparcado y no ver apenas gente. ¿Fiesta de Interés Turístico Internacional y no hay ni dios, que raro? nos preguntamos.
El Campamento es espectacular muy bien recreado y puedes entrar a la cabañas para ver su interior, al menos nosotros entramos en varias y no tuvimos problema.
Vimos una cabaña en el centro debajo de un magnolio enorme que parecía de información, así que nos fuimos para allá a preguntar y no fueron muy explicitas en contarnos nada, solo que hasta las ocho de la tarde no había nada y a partir de esa hora se desarrollaba todo en el anfiteatro. Eso si, a pesar de lo parcas en palabras, nos advirtieron que fuéramos una hora antes a hacer cola para entrar.
Pues si que hemos elegido bien el día y la hora para venir, dijimos, después de dos horas de coche y otras dos que nos quedan para volver a casa por la noche.
Como ya hemos dicho, el Campamento espectacular pero claro, no habiendo gente como no había, lo ves en un rato y eso que nos entreteníamos en hacer fotos para el blog y vídeos para el TikTok. Por cierto puedes ver los vídeos que he subido, pinchado aquí y ya de paso si nos sigues... muchas gracias.
Nos fuimos a ver el mercado de época que estaba al lado y la verdad, no nos pareció muy grande, así que lo vimos enseguida y tampoco vimos nada que nos animase a comprar (que dura es la vida del feriante).
En esto que el cuajo nos empezó a decir que ya era hora de comer. Junto al Campamento habíamos visto una sidrería y un puesto de bocadillos así que fuimos a comer allí.
Una ración de croquetas, otra de costillas asadas, medio pollo asado y dos botellas de sidra, nos cobraron cuarenta y cuatro euros, si que es verdad que estaba bueno pero nos pareció un pelín caro.
¿Qué hacer hasta las ocho de la tarde y en su defecto una hora antes? pues irnos a dar una vuelta por el pueblo (el Campamento y el Anfiteatro están un poco a las afueras en sendas campas).
Dimos con una pastelería que se llama Gallofa & Co y nos tomamos un par de cafés con leche y un par de pasteles que estaban buenísimos y aprovechamos para subir algún vídeo a TikTok de lo que habíamos estado grabando.
Luego nos fuimos hacia la Zona Monumental donde nos encontramos con unos enormes casoplones. La que se ve en las fotos de más arriba junto a la plaza del Conde de Mansilla.
Ya de regreso hacía el Campamento de nuevo para ver un rato el campeonato de lanzamiento de uva y de sandalia (éste último no le vimos).
A las siete menos cuarto nos fuimos para el Anfiteatro y ya había unos cuantos metros de cola para entrar (menos mal que hemos venido antes).
Aquí ya vimos que estaba llegando gente a tutiplén y el aparcamiento se estaba haciendo más difícil. Todos llegan por lo que se ve, para las representaciones.
El Anfiteatro es una plaza de toros portátil de madera donde se desarrollan los actos más importantes de la Fiesta. La entrada es gratuita y a ojo de buen cubero cabrán unas dos mil personas que no está nada mal.
Al haber hecho la cola con tiempo pudimos pillar la primera fila de las gradas para estar más cerca del ruedo y el escenario donde se lleva a cabo la puesta en escena y poder hacer alguna foto con un mínimo de calidad.
Estando en la cola nos explicaron que en el Anfiteatro es donde se desarrolla el grueso de la fiesta y claro, para seguir toda la historia, has de ir todos los días que hay recreación porque cada día y cada hora, es distinta.
La recreación que vimos nosotros fue el Foro Romano, una Sesión del Senado Romano, la Cesión de las tropas a Agrippa y una lucha de Gladiadores.
He de decir que nos encantó todo, la puesta en escena, el rigor histórico y la interpretación de sus actores que por lo que nos dijeron todos son personas del pueblo y además con sonido directo, lo cual complica más si cabe la actuación.
Echamos allí una hora de lo más entretenido y además soltamos alguna risa que otra. El público estaba de lo más entregado desde el momento cero y los actores... había alguno francamente muy bueno.
Al salir del Anfiteatro nos fuimos en busca de un bocadillo para cenar y ya se complicaba la cosa con la cantidad de gente que salía con la misma intención que nosotros, así que volvimos al Campamento donde había menos aglomeración y nos metimos entre pecho y espalda un bocadillo de cachopo tremendo, sentados en el bordillo de una acera.
A las once de la noche había otra puesta en escena en el Anfiteatro con la Insumisión del pueblo cántabro, la Crucifixión de los prisioneros cántabros a manos de Agrippa y el Triunfo romano.
Como nos había gustado tanto la primera parte, barajamos de volver a ver esta segunda, pero la hora que hay que hacer de cola para entrar nos echó para atrás.
En torno a las doce de la noche se llevaba a cabo en el Campamento, un entierro cántabro y que a mi me apetecía mucho verlo y hacerlo alguna foto ya que se me antojaba que iba a ser vistoso pero el cansancio ya nos iba haciendo mella y no había nada que ver o hacer hasta esa hora, que no hubiéramos visto o hecho ya en todo el día.
Así que muy a nuestro pesar decidimos regresar a casa con una sensación un tanto extraña, no sabiendo si habíamos elegido mal el día, si el título de "fiesta" nos confundió como a Dinio la noche, si teníamos unas perspectivas muy lejanas a la realidad...
Posiblemente volvamos otro año a ver las Guerras Cántabras en Los Corrales de Buelna, pero ya sabiendo lo que nos vamos a encontrar de antemano y eligiendo mejor el día y las horas.
Nuestra recomendación, si vas con idea de "fiesta" no vayas al menos nosotros no la vimos pero si vas con idea de conocer la historia de esa época, de cántabros y romanos con una puesta en escena impecable, no deberías de perdértelo, la faena es que cada día es una recreación distinta y si quieres verlo todo, tienes que ir dos fines de semana.
Abi me ha encantado, el año que viene no me las pierdo.
ResponderEliminarMuchas gracias Romel por tu comentario. El Campamento y las recreaciones son una pasada.
ResponderEliminarSaludos
Qué curioso, como siempre tu blog sorprende gratamente.
ResponderEliminarMuchas gracias Paco. Es una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional que como has podido ver se representas las guerras entre cántabros y romanos y todo llevado a cabo por vecinos del pueblo.
ResponderEliminarSaludos