El caso es que en un par de ocasiones habíamos estado muy cerca en su comarca vecina de las Hurdes pero no se nos había ocurrido acercarnos, hasta este lugar tan maravilloso, totalmente por desconocimiento pero gracias a Nacho de los Apartamentos A Fala en Trevejo hemos estado unos días descubriendo la Sierra de Gata, una autentica maravilla en todos los sentidos y motivo para arrepentirnos de no haber ido antes porque nos sorprendió muy gratamente toda la comarca.
Toda la sierra está llena de bosques de castaños y robles fundamentalmente, yendo por carreteras totalmente sombrías gracias al arbolado que hay en sus orillas y vayas por donde vayas encuentras ríos, fuentes, agua por las calles, vamos... un estímulo para los sentidos.
Nosotros bajamos desde Briviesca (Burgos) y tenemos unas horas de viaje, hasta llegar a la Sierra de Gata, así que preparamos un itinerario para optimizar los tiempos y entramos en Cáceres por el puerto de Santa Clara donde nos detuvimos para dar un paseo por la calzada romana que llega hasta San Martín de Trevejo a través de un bonito bosque y pasando por los castaños centenarios conocidos como "los Abuelos".
En algún claro del bosque se divisa abajo el pueblo de San Martín de Trevejo, nuestro siguiente objetivo que además es uno de los Pueblos más Bonitos de España y enseguida entenderás porqué.
Como en la mayoría de pueblos de España el centro neurálgico se encuentra en su plaza Mayor y bajo sus soportales se estaba fresquito (pillamos una de calor que ya nos decían los paisanos que no era normal).
En una de las esquinas de la plaza se encuentra la iglesia parroquial de San Martín de Tours (en Briviesca también tenemos iglesia parroquial dedicada a San Martín de Tours y también está en la plaza Mayor). No pudimos verla por dentro por encontrarse cerrada.
Después de comer nos encontramos en el lavadero con dos paisanas una de ellas octogenaria con las que estuvimos un buen rato de cháchara aprovechando la sombra del tejado que cubre el lavadero. No arreglamos el mundo pero lo intentamos. Que rato más agradable pasamos con ellas.
Recorrer las calles estrechas con su canalillo de agua por el centro de la calle y las casas de construcción popular y típica de la zona no te dejan indiferente de ninguna de las manera, además de las flores que te acompañan en todo el recorrido de callejear, eso sí, pillamos la hora de la siesta por lo que solo vimos a las señoras del lavadero y a otro señor que también tenia ganas de hablar y nos puso al día de todos los chascarrillos del pueblo.
No se si porque nosotros también somos de pueblo o porqué, pero nos encantan estas cosas. Si todas las personas de San Martín son tan majas como las tres con las que estuvimos, tiene que ser un pueblo estupendo.
A lo largo del callejeo verás casas palacio, muchas flores, el agua corriendo por las calles, un pueblo muy bien cuidado por lo que se convierte en un imprescindible en la Sierra de Gata.
Además ten en cuenta que en la Sierra de Gata hay tres pueblos dentro de la asociación de Los Pueblos más Bonitos de España y que también te enseñaremos los otros dos.
Y llega el momento de ir en dirección de Trevejo, lugar en el que nos vamos a hospedar y otro de Los Pueblos más Bonitos de España y en cuanto te enseñemos unas fotos descubrirás el motivo.
La carretera termina en Trevejo pero un poco antes de llegar hay un mirador desde donde hicimos nuestra primera toma de contacto y nos gustó lo que vimos pero no nos imaginábamos lo que nos esperaba.
Al final de la carretera hay un espacioso aparcamiento donde dejar el coche y no entrar con él por las estrechas calles del pueblo.
Buscamos los Apartamentos A Fala donde nos íbamos a hospedar durante los próximos días y que nos servirían de base para recorrer toda la comarca.
Nacho nos había enviado el código para abrir el cofre en el que se encuentran las llaves y poder acceder al apartamento Lagarteiru.
En una pared nada más subir las escaleras, vemos el poster de 22 bloggers de viajes... motivo por el que nosotros nos encontramos en Trevejo junto con otros 21 colegas de toda España que llegamos en distintas fechas para conocer y dar a conocer los encantos de la Sierra de Gata.
Todo en un proyecto que ha desarrollado Nacho Lozano para dar a conocer esta extraordinaria Sierra que ya nos ha enamorado y no hemos hecho nada más que llegar. Veremos lo que nos depara el resto de los días.
El apartamento es amplio, cuenta con una habitación de matrimonio con una cuna por si hay bebé de por medio, un salón estupendo, cocina con todo lo necesario para cocinar si te apetece, y un baño completo con bañera de hidromasaje. ¿Quién da más? y un balcón que da a la plaza del pueblo.
Desde luego un lugar donde descansamos a las mil maravillas para reponer fuerzas y recorrer todo lo que se pueda, porque hay lugares de película.
Aún había bastante luz, por lo que dejamos las maletas y nos dispusimos a recorrer el pueblo que nos acogía durante los próximos tres días.
En la puerta de El Buen Avío, el único bar que hay en el pueblo y que abre de miércoles a domingo nos encontramos a los primeros habitantes de Trevejo, los gatos. Dani (El Buen Avío) nos contó que hay más gatos que vecinos.
En la misma plaza se encuentra el busto de Adoración González Estévez "Chon" Alcaldesa pedánea de Trevejo, que fue una gran promotora de su pueblo.
Nos llamó mucho la atención el mimetismo que había entre calles y casas, todo ello en roca de granito que a veces se confundía donde empieza o acaba una vivienda.
El Castillo de Trevejo del siglo XV, pertenece a la Orden del San Juan de Jerusalén, se levanta en lo alto de una colina dominando todo el territorio. Unas ruinas muy atractivas y fotogénicas y que me causaron una tremenda impresión al pensar en que llegará un momento en el que terminará por caerse del todo y esta sensación fue aún mayor al subir hasta él a pesar de haber un cartel de advertencia de su mal estado y la posibilidad de haber desprendimientos pero habíamos ida a conquistar el Castillo de Trevejo y ningún cartel nos lo iba a impedir, asumiendo el riesgo.
Trevejo está declarado Bien de Interés Turístico y pertenece al municipio de Villamiel al noroeste de la provincia de Cáceres.
Curioso ver como la espadaña está separada de la iglesia por donde hemos de pasar en nuestro camino al castillo.
Junto a la iglesia de San Juan Bautista se encuentran varias tumbas antropomorfas.
Desde un poco más arriba se aprecian mejor las tumbas muy bien conservadas junto al lateral de la iglesia.
Y mientras las labores de exploración del castillo, de las tumbas, de la iglesia y de la espadaña, al sol no se lo ocurre otra cosa que irse a dormir pero no sin antes darnos las buenas noches y regalarnos una puesta de sol espectacular que disfrutamos de lo lindo, durante un buen rato.
Que paz y tranquilidad se respiraba en el ambiente. Es un lugar único para relajarse, fíjate que hasta a nosotros que también somos de pueblo nos llamó la atención ese silencio, que se podía escuchar.
Pero antes de irnos a acostar como estaba haciendo el sol, nos dimos una vuelta por el pueblo, porque entre dos luces Trevejo tiene un atractivo especial que decididamente nos enamoró.
En la foto inferior puedes ver la fachada de nuestro apartamento con el balcón que hay en el salón y que da a la placita de abajo y donde puedes acceder a información de la Sierra de Gata si pasas por este lugar, amén de que si estas en uno de los apartamentos A Fala, cuentas con toda la información necesaria para no dejarte nada en el tintero.
No me digáis que no tiene rincones de postal a estas horas de la noche.
Al día siguiente había que madrugar para aprovechar el día. Nacho nos había pasado contactos para organizarnos los lugares a visitar, donde comer, que ver, que descubrir y eso sin duda alguna nos facilitaba las cosas, así que ya teníamos claro a que le íbamos a dedicar el día.
Nos íbamos hasta Robledillo de Gata, otro de Los Pueblos más Bonitos de España y ya estarían los tres que hay en la Sierra de Gata y antes habíamos quedado con Julio para visitar el Museo del Aceite, Molino del Medio.
El Molino del Medio es una almazara de origen medieval que data de los siglos XI y XII y que estuvo en funcionamiento hasta los años setenta del siglo pasado.
Años más tarde se rehabilitó como Museo del Aceite y se convierte en visita imprescindible para conocer una almazara única en España.
En la visita además de conocer de primera mano todos los entresijos del trabajo en la almazara pudimos probar dos clases de Aceite de Oliva Virgen Extra, acompañados por los dos hermanos que regentan el Museo.
También cuentan con una tienda en la que se pueden adquirir una variedad de productos de la zona, como los propios Aceites con Denominación de Origen Gata, miel, quesos extremeños, licores, embutidos... que bueno está el tasajo extremeño con pimentón de la Vera.
Salimos del Molino del Medio y nos dedicamos a recorrer las calles de Robledillo de Gata, pueblo declarado Bien de Interés Cultural en 1994 y desde 2019 es uno de Los Pueblos más Bonitos de España.
Tiene un agradable paseo por el río que nosotros aprovechamos para "echar un buen rato echando pan a los patos", como dice la canción.
A cada paso que damos nos encontramos con rincones sencillamente espectaculares y cuidados, con flores y agua por todas las partes.
La arquitectura aprovecha los barrancos y las cuestas para adaptarse al entono. Las construcciones son fundamentalmente de madera piedra y adobe, sin olvidar la pizarra.
Allí pasamos el resto de la mañana subiendo y bajando calles, incluso tuvimos la suerte de pillar un bar abierto para tomar un aperitivo acompañados de un par de perros que no se separaron de nosotros ni un momento mientras descansábamos y dábamos cuenta de la cerveza.
Teniendo que comer no pudimos elegir mejor lugar que el Restaurante Estilo en Villasbuenas de Gata, un menú extenso, muy extenso y con calidad y cantidad sublime. Estaba todo tan bueno.
El trato del personal no puede ser mejor, amabilidad y rapidez a pesar de tener el comedor lleno. Estando en la Sierra de Gata este lugar es muy recomendable para comer y de hecho lo mejor que puedes hacer es reservar mesa sobre todo en festivos y fin de semana para asegurarte de que podrás comer.
Después de comer estuvimos charlando un rato con Silvia, una de las propietarias del Restaurante junto con su hermano y responsable de la cocina, nos habló sobre su forma de trabajar para poder ofrecer los menús con calidad y cantidad a buen precio (13 euros) y tener el local lleno.
Que maja Silvia y todo su equipo.
Después de una buena comida, no había mejor plan que dar un paseo en busca de las Pilas del Buen Hombre. En nuestro caso no se si fue una buena idea por el testero que pegaba pero los aproximadamente tres kilómetros que hay desde el pueblo nos animó a ir estando ya en Villasbuenas de Gata y desde luego que nos compensó caminar por el Valle del Buen Hombre.
El recorrido es prácticamente llano y el tiempo que tardes dependerá de lo rápido que andes y del tiempo que dediques al recorrido. Nosotros somos de ir tranquilos y sin prisa.
Así que encontramos el Charco del Buen Hombre y por supuesto la Pilas del Buen Hombre, un abrevadero muy original con más de veinte pilas talladas en granito y unidas entre si.
Un pequeño manantial las surte de agua y se alargan en dirección a la charca.
Estas pilas y su enclave es una de las muchas joyas que hay en el Parque Cultural Sierra de Gata y que merecen la pena conocer.
Después del paseo por el Valle del Buen Hombre, decidimos regresar a nuestra base, Trevejo, para volver a disfrutar de su tranquilidad y sus atardeceres de película, para al día siguiente volver con fuerzas renovadas al campo.
En este caso nos fuimos en busca del Dolmen de Pradocastaño en las Dehesas de Hernán Pérez.
El Dolmen de Pradocastaño es un dolmen de corredor largo y que entre los años 3.000 y 2.500 antes de Cristo fue lugar de paso y de vida, con vestigios encontrados de distintas épocas.
Muy próximo al Dolmen de Pradocastaño se encuentra el Dolmen del Matón.
Todo lo relacionado con nuestra visita a Pradocastaño puedes verlo y leerlo en el reportaje que le dedicamos bajo el título de en busca del Dolmen de Pradocastaño en la Sierra de Gata, donde puedes ver más fotografías y toda la información de nuestro paso por aquí.
Después de un breve paso por Santibañez el Alto para ver su entramado urbanístico y las murallas desde donde hay unas vistas estupendas fuimos a Torre de Don Miguel, donde habíamos quedado con María Jesús, responsable del Centro de Interpretación Comarcal Sierra de Gata para que nos enseñara el pueblo y no veas que acierto, eso si vete sin prisas, que las prisas no son buenas consejeras. Marchamos de Torre a las 10 de la noche, porque después de la visita estuvimos con ella tomando unas cervezas, tan tranquilos en el único bar del pueblo, contribuyendo a la economía local.
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción preside la Plaza Mayor y está catalogada como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.
En este caso es ver Torre de Don Miguel por tu cuenta o con María Jesús que es ya otro nivel. Te muestra todos los rincones, te cuenta como la gente del pueblo se involucra en tener el pueblo adornado y limpio.
Una curiosidad que nos llamó mucho la atención es el sistema de construcción de algunas casas, con las ventanas a un lado la entrada por otro, los pasadizos... cualquier persona no sabría a que casa pertenece una ventana o una puerta. Es increíble.
Hasta las tuberías de los desagües están pintadas y decoradas. Un pueblo que también hay que visitar en la Sierra de Gata.
En nuestro deambular por la Sierra de Gata, aún nos dio tiempo para visitar tres de las piscinas naturales de las muchas que hay por toda la Sierra, aunque aún no estaban llenas, dado que la Confederación Hidrográfica del Tajo, aún no había concedido el permiso de llenado.
No obstante merece la pena darse una vuelta por alguna de ellas y nosotros estuvimos en la Piscina de Descargamaría (foto superior), cerca de Robledillo de Gata.
La Piscina Fluvial U Petril, en Valverde del Fresno.
Y en la Piscina Natural de Jevero, cerca de Acebo, donde además hay una casa rural y bar restaurante, donde también nos mimetizamos un rato con el chico que lo lleva, hablando de rock duro.
La verdad es que hay tanto que ver y descubrir en la Sierra de Gata, que nos quedamos con ganas de más. Nunca imaginamos que nos iba a sorprender tanto esta parte del noroeste de la provincia de Cáceres, tan cerquita de Portugal que tiene una estupenda influencia, incluso en el habla que aún se conserva en tres de los pueblos (Valverde del Fresno, San Martín de Trevejo y Eljas) y que se conoce como A Fala.
Abajo te dejo el mapa de la zona para que puedas ir ubicando los lugares que visitamos y otros muchos que no nos dio tiempo.
Además te recomiendo que te descargues la aplicación para móvil, Sierra de Gata Turismo que te servirá de gran ayuda para diseñar tu itinerario, buscar donde comer, que ver y que hacer.
En nuestro cuarto día, día de regreso a casa, nos cruzamos la frontera de Portugal para visitar la localidad de Monsanto, pero esa es otra historia que te contaremos en otro momento.
Una zona muy interesante de visitar, muchas gracias por la publicación
ResponderEliminarDesde luego es una comarca a visitar que no te dejará indiferente
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